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ENFERMEDADES ERUPTIVAS DE LA INFANCIA


Enviado por   •  29 de Julio de 2019  •  Tareas  •  11.398 Palabras (46 Páginas)  •  161 Visitas

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ENFERMEDADES ERUPTIVAS DE LA INFANCIA

AGENTE, PATOGENIA, CARACTERISTICAS, EVOLUCION CLINICA, HALLAZGOS PARACLINICOS, DIAGNOSTICOS, DIAGNOSTICOS DIFERENCIALES, TRATAMIENTO. -GENERAL

  1. EXANTEMA SUBITO

Los virus herpes humanos 6 (VHH-6A y VHH-6B) y 7 (VHH-7) causan infecciones ubicuas en lactantes y en la primera infancia. El VHH-6B provoca la mayoría de los casos de roséola del lactante (exantema súbito o sexta enfermedad) y se ha asociado a otras enfermedades, como encefalitis, sobre todo en huéspedes inmunodeprimidos.

AGENTE

Es causado por los virus del herpes humano tipos 6 o 7. Más de 95% se observa en menores de 3 años. Los virus del herpes humano 6 y 7 son miembros ubicuos de la familia Herpesviridae. Estos virus ADN infectan preferentemente a células T activadas, lo que causa un aumento de la actividad de los linfocitos citolíticos naturales y la inducción de numerosas citocinas. Tal como sucede con otros herpesvirus se vuelve latente después de la infección primaria y puede reactivarse durante los periodos de inmunidad alterada.

Los estudios serológicos han demostrado que la mayoría de los niños han sido infectados con virus del herpes humano antes de los 3 años de edad y con el tipo 7 entre los 6 y los 10 años. Se piensa que la transmisión de los tipos 6 y 7 ocurre por medio de la saliva. Se ha confirmado la transmisión horizontal entre madre e hijo.

Aunque la mayoría de los recién nacidos posee anticuerpos adquiridos a través de la placenta a los 6 meses casi todos son seronegativos y por lo tanto sensibles a la infección. El tipo 6 se ha dividido en las variantes A y B. La mayoría de las infecciones infantiles pertenecen a la variante virus del herpes humano 6B y afecta con mayor frecuencia a pacientes inmunodeprimidos.

El VHH-6A, el VHH-6B y el VHH-7 son los únicos miembros del género Roseolovirus de la subfamilia Betaherpesvirinae de virus herpes humanos. El citomegalovirus humano (CMV) es el otro único b-herpesvirus y comparte una homología genética limitada con el VHH-6 y el VHH-7. Desde el punto de vista morfológico, todos los virus herpes humanos están compuestos por una nucleocápside icosaédrica, un tegumento proteico denso y una envoltura lipídica. Dentro de la nucleocápside, el VHH-6 y el VHH-7 contienen un gran ADN bicatenario lineal que codifica más de 80 proteínas específicas.

EPIDEMIOLOGÍA

Casi todos los niños adquieren una primoinfección por VHH-6B con rapidez tras la pérdida de anticuerpos maternos en los primeros meses de la lactancia, de modo que el 95% de los niños está infectado con el VHH-6 a los 2 años. La edad a la que se produce la mayoría de los casos de primoinfección por VHH-6B es a los 6-9 meses de vida. Las infecciones ocurren de forma esporádica y sin predilección estacional o contacto con otros individuos enfermos. La infección por VHH-7 también es generalizada, pero se produce más tarde y a un ritmo más lento; sólo el 50% de los niños tiene evidencia de infección previa con el VHH-7 a los 3 años. La seroprevalencia alcanza el 75% a los 3-6 años. En un pequeño estudio de niños con primoinfección por VHH-7, la edad promedio de los pacientes fue 26 meses, significativamente mayor que la de los niños con infección aguda por VHH-6.

Los datos preliminares sugieren que la mayoría de los niños adquieren la primoinfección con VHH-6 de la saliva a través de gotitas respiratorias de adultos o niños mayores asintomáticos. Sin embargo, la infección congénita por VHH-6 se ha descrito hasta en un 1% de los recién nacidos. Se han identificado dos mecanismos de transmisión vertical de VHH-6: transplacentario y mediante integración cromosómica (IC-VHH6). El VHH-6 es el único virus herpes humano que se integra en el extremo telomérico de los cromosomas humanos con una frecuencia de 0,2-2,2% de la población y pasa de progenitores a hijos a través de la línea germinal. La integración cromosómica se ha identificado como el principal mecanismo por el cual el VHH-6 se transmite de forma vertical y es responsable del 86% de las infecciones congénitas, y un tercio de ellas se debe a la variante A de VHH-6, un porcentaje mucho mayor que en la primoinfección en Estados Unidos. Aún no se han determinado las consecuencias clínicas de esta integración cromosómica o infección transplacentaria por VHH-6. En una serie de lactantes diagnosticados de infección congénita por VHH-6 no hubo pruebas de enfermedad en el período neonatal precoz. No se ha demostrado la infección congénita por el VHH-7 y se supone que la primoinfección se propaga por la saliva de los individuos asintomáticos. Se ha detectado ADN del VHH-6 y VHH-7 en las secreciones cervicales de mujeres embarazadas, lo que sugiere un papel adicional para la transmisión perinatal o sexual de estos virus. La leche materna no parece transmitir el VHH-6 ni el VHH-7.

PATOLOGÍA/PATOGENIA

EL VHH-6 tiene un efecto citopático reconocible, consistente en la aparición de células grandes refringentes mononucleadas o multinucleadas con inclusiones intranucleares, intracitoplasmáticas o ambas. Las células infectadas presentan una vida media ligeramente prolongada en los cultivos; sin embargo, in vivo predomina la infección lítica. La infección por VHH-6 también induce apoptosis de linfocitos T y puede causar la muerte celular debido a lesión y pérdida de la membrana mitocondrial o por la alteración de las señales de muerte celular inducidas por ácido retinoico e interferón. In vitro, el VHH-6 puede infectar a una amplia gama de tipos celulares, como linfocitos T primarios, monocitos, linfocitos citolíticos naturales (NK), células dendríticas y astrocitos. También se ha documentado infección por VHH-6 de linfocitos B, así como de las líneas celulares epitelial, endotelial y megacariocítica. La microglía, los oligodendrocitos y los astrocitos humanos se han infectado con VHH-6 ex vivo. El amplio tropismo del VHH-6 se relaciona con el reconocimiento del CD46, una proteína de regulación del complemento presente en la superficie de todas las células nucleadas, que constituye un receptor celular del virus. Datos recientes también sugieren que el CD134 es un receptor selectivo para el VHH-6B y podría explicar algunas diferencias del tropismo tisular observado entre el VHH-6A y el VHH-6B. La molécula CD4 ha sido identificada como un receptor para el VHH-7. Se ha demostrado in vitro la capacidad del VHH-7 para reactivar el VHH-6 latente. Sigue sin conocerse si este fenómeno se produce in vivo.

La primoinfección por VHH-6 y VHH-7 se sigue de un período de latencia o persistencia de por vida del virus en diversos tejidos. El VHH-6 muestra un verdadero estado de latencia viral en monocitos y macrófagos. Se ha descrito la detección de la replicación de VHH-6 en cultivos de células progenitoras hematopoyéticas CD34+ primarias, lo que sugiere que la diferenciación celular es un desencadenante de reactivación viral. Esta observación puede ser clínicamente significativa, debido a la posibilidad de que el VHH-6 cause primoinfección o su reactivación durante el trasplante de células progenitoras hematopoyéticas. Además, la infección por VHH-6 y VHH-7 puede ser persistente en las glándulas salivares y se puede detectar ADN del VHH-6 y VHH-7 en la saliva de adultos y niños. El VHH-7 también puede aislarse en cultivos tisulares de saliva, algo que no ocurre para el VHH-6. El ADN del VHH-6 se ha identificado en el líquido cefalorraquídeo (LCR) de niños durante la primoinfección y después de ella, así como en necropsias de tejidos cerebrales de adultos inmunocompetentes. Esto convierte al sistema nervioso central (SNC) en un sitio adicional destacado de latencia o persistencia viral. El ADN del VHH-7 también se ha encontrado en el tejido del cerebro adulto, pero con una frecuencia significativamente menor.

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