EL DESARROLLO HUMANO EN LA INFANCIA, EN LA SALUD Y LA ENFERMEDAD. ANÁLISIS DEL CASO DE MATIANA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

UNIDAD 081

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN BÁSICA

ESPECIALIDAD

MANEJO DE CONFLICTOS EN EL AULA

MÓDULO I.

PROCESOS PSICOSOCIALES QUE INTERVIENEN EN LAS SITUACIONES CONFLICTIVAS EN EL AULA.

BLOQUE 3:  

EL DESARROLLO HUMANO EN LA INFANCIA, EN LA SALUD Y LA ENFERMEDAD.

ANÁLISIS DEL CASO DE MATIANA

       La explicación general del caso de Matiana es la siguiente. Matiana es una niña de doce años, de tez morena y de ojos negros, grandes y brillantes.

        A nivel cognitivo es destacada; ya que es inteligente.  Ella asiste a la misma escuela a la que asistieron sus padres.  Maty vive con su abuela paterna, una mujer inteligente y trabajadora.  La abuela se encarga de ella; porque sus padres están divorciados y viven en distintas ciudades –el padre vive en otra ciudad y la madre vive en otro país-.

       El padre tiene una hermana que se llama Laura, quien tiene veintidós años de edad y es madre de un niño de dos años.  Ellos también viven con la misma abuela.  El papá trabaja y económicamente aporta para la manutención de su hija Maty.  La mamá vive en Estados Unidos con una nueva pareja.  La relación que mantiene con su hija es por teléfono.

       Maty ocasionalmente visita a su mamá y  cada vez que lo hace llega muy enojada y decepcionada de ese viaje.  La mamá costea el avión, pero no aporta dinero para la manutención de su hija.

     Matiana se destaca en la escuela en el deporte,  específicamente en basquetbol, esto provoca que sus compañeros le digan “machorra”.  Ella prefiere jugar con los niños y no con las niñas.  La realidad es que a ella le agradan los “deportes de los niños”.

     En una ocasión, una niña le dice a Maty que es una puta barata como su abuela, -porque la abuela está divorciada-.  Ante esta situación, Maty le propina un golpe a la niña.  La mamá de ésta se queja en Dirección y la castigan tres días.  La escuela decide que quien debe ser sancionada es Maty.  La escuela se niega a escucharla y le ponen como condición que acuda a apoyo psicológico.

       La abuela de Maty desea que salga de esta escuela por haber egresado sus padres de ahí, que respeta a la directora y a las maestras, es decir, tiene la mejor disposición de acatar lo que la escuela diga y, por lo tanto, acude a un Psicólogo.

     La abuela comenta que en casa se muestra rebelde, que pelea con la tía y Maty dice que el niño –hijo de Laura- coge sus cosas y ella no le dice nada, pero que a ella sí le pega y la castiga, por lo que Maty  se defiende diciéndole que ella no es su mamá; pero además le reclama que deje al muchacho que la golpea.

       Maty le explica al Psicólogo que le da mucho coraje porque en la escuela la insultan.  Le dicen “calaca”, “la nieta de la bruja”, “machorra”, “piruja”, etc.  Ella se defiende de todos los niños porque tiene mucha fuerza y a ella es a quien castigan.

       El Psicólogo le pide a la abuela que la directora y la maestra le envíen una carta para darse cuenta cómo está la situación.  Él recibe un documento que dice lo siguiente sobre Maty:

• Es una alumna grosera y agresiva
• Realiza actividades propias de niños.
• Tiene una familia disfuncional.
• Sufre abandono de la madre.
• Tiene un lenguaje soez y majadero.
• La maestra no la tolera por los comentarios que hace de sus compañeros.
• No le ven ganas de cambiar.

MACROSISTEMA.

     La sociedad va cambiando a través del tiempo, el cual ha repercutido de forma directa en la familia y la escuela. El papel de la familia ha ido evolucionando con la incorporación de la mujer al mundo laboral y con otros cambios como  político y económico. Esta ha pasado de ser la encargada única y exclusiva de la formación de los hijos e hijas, a delegar en la escuela parte de esta tarea. Estos cambios de la sociedad actual son rápidos y profundos. La complicación, cada vez mayor, demanda una nueva visión educadora de la familia y la escuela, lo que exige su compromiso para trabajar unidas en un proyecto común.

     La familia como primer ámbito educativo necesita reflexionar sobre sus pautas educativas y tomar conciencia de su papel en la educación de sus hijos e hijas. La realidad actual es que esto aún es una deficiencia y repercute en la vida del niño y la niña, lo cual conlleva a su vez problemas escolares y familiares que surgen a diario: desinterés, falta de motivación, dependencia, bajo rendimiento, fracaso escolar, violencia, etc., y no se pueden achacar a la sociedad en abstracto, a la familia, a la escuela o al alumnado, de manera independiente, sino que la interacción de todos ellos es la que propicia esta situación.

Es importante señalar también que, en algunas ocasiones, las conductas manifiestas de los niños o jóvenes obedecen a causas de tipo emocional. El abandono, los malos tratos, la falta de figuras de vinculación, las separaciones y otros pueden estar en el origen de la conducta disruptiva siendo su causa principal o acompañando a otros factores de riesgo.

     La participación de los padres en la vida escolar parece tener repercusiones tales como: una mayor autoestima de los niños y niñas, un mejor rendimiento escolar,  mejores relaciones padres/madres e hijos/hijas, actitudes más positivas de los padres y madres hacia la escuela.

     Por ello, la escuela es de vital importancia, en la vida de los niños y niñas, entre sus objetivos se encuentra el fomentar la participación, cooperación, colaboración entre el alumnado. Es decir,  la puesta en práctica de los valores comunitarios y democráticos que se proponen en la familia y la escuela formaría parte de las experiencias y vivencias del alumnado, desde los dos ámbitos en los que interactúa cada día, configurando su identidad y autoconcepto. La educación no se puede fragmentar, y la familia y escuela son entidades paralelas y complementarias en este proceso, por ello la educación no tendrá éxito si no hay coherencia y comunicación en los dos ámbitos.

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