El Buen Comer

El buen comer

Los buenos hábitos alimentarios se adquieren en la infancia. Las reglas básicas para comer bien son pocas: mucha fruta y verdura, pocas grasas (preferiblemente de origen vegetal) y azucares. Entre la carne y el pescado, debe preferirse el pescado, y entre la carne blanca y la roja, la blanca. La dieta mediterránea, típica de la España de otras épocas y de la del sur en la actualidad, es considerada sana: se compone de verduras, ensalada y frutas.

Las dietas

Hay personas obsesionadas por las calorías de los alimentos, no hacen más que hablar del poder calorífico de lo que comen. Algunos se pesan continuamente y siempre están a dieta. Entre las dietas más famosas, se cuentan: la disociada, la dieta de puntos y la Scardale. Una dieta demasiado drástica no es útil porque el peso se recupera rápidamente y en mayor cantidad.

Los que siguen un régimen suelen aburrir a los que les rodean con sus problemas de peso. Las mujeres que siguen una dieta obligan también a seguirla a las personas de su familia; las dietas llevadas al extremo pueden ser perjudiciales.

Decadencia alimenticia

Es extraño que durante milenios el hombre haya padecido por la escasez de alimentos y ahora en cambio tenga a su alcance una abundancia que le perjudica. En España se come mucho (en las sociedades ricas abundan los obesos). Es preciso empezar a comer bien desde niños; un niño gordo será probablemente un adulto obeso.

Comida chatarra

La consistente en hamburguesas y patatas fritas es poco sana (excesivas grasas). Los niños comen con frecuencia meriendas preparadas que son demasiado ricas en grasas y azucares. Es necesario encontrar un equilibrio entre la comida sana y la buena comida

Mal habito alimenticio

Durante la comida es fácil oír hablar de presión sanguínea y de colesterol, sobre todo a los que no son jóvenes. En los últimos años se ha hablado mucho de enfermedades alimentarías como la anorexia y la bulimia; se ha relacionado la aparición de ciertos tumores con una alimentación defectuosa. El hecho de ser gordo o delgado depende también de la herencia.

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