El Ciclo de Cori.

Ciclo de Cori

Por años, los organismos han desarrollado por medio de la evolución, diversos mecanismos que les permitan realizar una tarea más sencilla, adaptarse o sobrevivir. El ser humano no es la excepción y en su anatomía y fisiología cuenta con múltiples características que demuestran una capacidad inmensa de adaptación ante múltiples amenazas, una de éstas es el ciclo de Cori.

Generalmente durante un trabajo excesivo o intenso se presenta éste mecanismo, el cual consta de dos rutas metabólicas aparentemente opuestas pero simultáneas, la glucólisis anaerobia relacionada con la fermentación láctica en los músculos y la gluconeogénesis en el hígado.

Dicho proceso se realiza con la función de mantener la homeostasis de la glucosa y evitar una acidosis láctica, al enviar los excesos de lactato producidos por la fermentación láctica anaeróbica debido a la falta de oxígeno en los músculos al torrente sanguíneo para arribar al hígado, transformarse de nuevo en piruvato gracias a la enzima lactato deshidrogenasa y convertirse de nuevo en glucosa por gluconeogénesis, la cual regresará al músculo vía sanguínea con el objetivo de almacenarse como glucógeno para generar ATP necesario para la contracción muscular.

Sin embargo, el ciclo de Cori es utilizado únicamente en situaciones que así lo requieran, debido a que éste demanda un trabajo del hígado que no puede continuar de manera indefinida, ya que gasta 4 ATP cada ciclo. Por lo cual, aunque útil durante la hipoxia celular, el ciclo de Cori un mecanismo evolutivo que se debe utilizar de manera exacta, ya que su mal funcionamiento podría traer consecuencias negativas al cuerpo humano.

Bibliografía:

Voet, D., & Voet, J. (2006). Bioquímica. 3° edición. Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana.

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