Elementos En El Cuerpo

AZUFRE: Se encuentra en la proteína queratina, en concreto en los aminoácidos cisteína y metionina, que forma parte de pelos y uñas.

CALCIO: Cumple un papel esencial en la formación de los huesos. El 99% del calcio existente en nuestro cuerpo se encuentra en ellos. El 1% restante está en la sangre, en el líquido extracelular y en el tejido adiposo. El calcio es necesario para la transmisión de los impulsos nerviosos, para la contracción muscular, para la coagulación de la sangre y para el funcionamiento del corazón.

FOSFORO: son los que constituyen la parte inorgánica de los huesos. Es un elemento constituyente de la estructuras de los huesos y, en asociación con ciertos lípidos, da lugar a los fosfolípidos, que son componentes indispensables de las membranas celulares y del tejido nervioso.

HIERRO: El Hierro (Fe) es un elemento imprescindible para el organismo humano dentro del grupo de los minerales.

* El Hierro interviene en el buen funcionamiento de la respiración.

Se combina con proteínas para formar la hemoglobina (pigmento rojo de la sangre) y así poder transportar el oxigeno a los tejidos.

* El hígado, el bazo y los huesos acumulan la mayor parte restante.

CLORO: En forma de ión cloruro Cl- se encuentra disuelto en los líquidos intra y extracelulares.

NITROGENO: Se encuentra en las proteínas y en los nucleótidos de los ácidos nucleicos. También en forma de productos nitrogenados que se excretan por la orina.

MAGNESIO: Forma parte del tejido óseo, puede actuar como cofactor enzimático, estabiliza las cadenas de ADN y ARN.

ZINC: Lo encontramos en huesos, músculos, testículos, útero, cabello, piel, dientes, páncreas, pulmón, riñón y otros órganos.

El zinc es un mineral que interviene en algunos procesos esenciales como la recuperación celular al facilitar la división y formación de ADN.

CARBONO: Forma parte de las biomoléculas orgánicas y de productos residuales del metabolismo como el dióxido de carbono.

SODIO: interviene en la regulación del balance hídrico provocando la retención de agua en el organismo. El sodio interviene directamente sobre la tensión arterial

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