Ensayo de Matando ando cloroflorocarbonos

Matando ando…

Hace un par de días estuve obligado a a ir al centro comercial, cosa que realmente detesto, porque después de una lista de labores físicas y la exposición al calor era necesario esconder los malos olores, por ello y al notarlo revise mi maleta, pero para utilizar desodorante, pero, vaya sorpresa, estaba completamente vacío.

Una vez estando en ese horrible sitio llamado Wall Mart y caminar sin rumbo por los pasillos de “todo en lata” para encontrar un anti-transpirante, encontré desafortunadamente una gran gama de desodorantes de todo tipo, en fin, termine comprando unos en aerosol gracias a que están más baratos, mi bolsillo y mi codicia solo me permitieron comprar esa gran oferta de 2x1, ilógico porque solo necesitaba uno.

Con este pequeño relato personal sobre este anti-transpirante, pretendo que logremos darnos cuenta no solo de lo avaro que soy sino del contenido de estas latas presurizadas, porque si bien existen personas que logran identificarlo, generalmente los estudiantes de los noventas con una gran responsabilidad social y ambiental, existimos otros que no percibimos el daño que hacemos.

Me explico, con este acto de comprar un producto como el desodorante, ya estoy contaminando a una gran escala y de forma irreversible, estoy generando grandes afectaciones a la capa de ozono, y el daño no solo se da por la existencia de este producto sino por su accesibilidad económica. ¿Porque? Pues, porque es mucho más probable adquirir en la actualidad productos propelentes, como insecticidas, desodorantes, anti-transpirantes, fijadores para el cabello, repelentes, etc…

Pero, ¿Cómo o Donde generamos el daño? El daño está en los clorofluorocarbonos también conocidos con las siglas CFC´S, osea un compuesto químico fabricado por el hombre (PRTR ESPAÑA, 2012) que afecta directamente la capa de ozono, estos clorofluorocarbonos tienen la capacidad de estar presentes en la atmosfera por más de 100 años (Slideshare, 2001) o más, dependiendo su composición química.

Por esta razón es mayor la cantidad de CFC´S que lanzamos a la atmosfera con todos los productos que compramos con las características que he mencionado antes, porque mientras más compramos, mayor es el impacto ambiental que generamos lo que nos lleva a la degradación de la capa de ozono.

Seguramente han escuchado hablar de la capa de ozono, que existe un agujero, hoyo o algo así, bueno pues estas interpretaciones no están del todo incorrectas porque es gracias a la contaminación en masa que generamos todos los seres humanos que nuestra capa de ozono recibe daños, degradándola y provocando un sin número de afectaciones para el planeta, ahora, ¿sabemos lo que es la capa de ozono? Pues digamos que es la que se encarga de cuidarnos y protegernos de agentes externos,  conceptualizándolo de una manera más científica, la capa de ozono es un cinturón de gas de ozono natural que se sitúa entre 15 y 30 kilómetros sobre la Tierra como si fuera un escudo contra la dañina radiación ultravioleta B (rayos UV, UVB, UVA) emitida por el sol (National Geographic, 2014).

Y el ozono es una molécula altamente reactiva que contiene tres átomos de oxígeno. Está constantemente en formación y se rompe en la atmósfera superior, a 10 - 50 kilómetros sobre la Tierra, en una capa de la tierra llamada estratosfera.

Digamos que es como un huevo que nos protege de enfermedades como cáncer de pielo cataratas en el caso del ser humano, pero a la naturaleza le provoca daños irreparables, además de ser uno de los factores por el cual se presenta el aumento de temperatura en el planeta, lo que conocemos por calentamiento global.

Y todo gracias a los clorofluorocarbonos o CFC´s y el uso extensivo que le damos a estos productos, sin saberlo estamos terminando con la vida no solo del ser humano sino con la vida de los distintos organismos que habitan el planeta. Es extraño puesto que en nuestra cotidianeidad no pareciera, pero utilizando estos productos estamos matándonos, todos los días sin saberlo nos matamos un poco más, a nuestros padres, a nuestros hijos y a nuestras especies de fauna y flora.

“Cada mañana al despertar, matando ando con los clorofluorocarbonos” – Enrique Nava.

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