Entre el bien y el mal, entre la felicidad y el placer

Entre el bien y el mal, entre la felicidad y el placer

En clases anteriores veíamos la diferencia entre elegir bien y elegir un bien, por lo que pasaremos a estudiar el principio de utilidad o mejor conocido como “utilitarismo”, el cual sostiene que una acción es buena en tanto tienda a lograr la mayor felicidad posible para el mayor número de personas. De forma más clara, sostiene que “lo bueno consiste en lo útil. Lo moralmente bueno radica en una legítima aspiración hacia el bienestar”.

Puede optar por:

1) Buscar el bienestar personal en daño de la sociedad (egoísmo ético)

2) Buscar el bienestar de los otros en daño de la utilidad individual.

3) Conciliar el bienestar individual con el social.

Algunos filósofos indican que la acción buena es la que procura felicidad y satisfacción a la sociedad. Ésta es una tendencia natural en el hombre.

“algunos filósofos indican que la acción buena es la que procura felicidad y satisfacción a la sociedad. Ésta es una tendencia natural del hombre”.

Reflexiona: ¿Te imaginas una acción que tú pudieras realizar y lograr la mayor felicidad posible para un gran número de personas?

¿Cuál?

No podíamos dejar fuera el “Formalismo” también conocido como ética formal, creada por Immanuel Kant. Según este hombre el concepto de los bueno debe residir en una ley moral a priori, es decir universalmente válida y necesaria. Kant indicaba que la ética debe descansar sobre una base pura, denominada ética de las intenciones. También afirmaba que no es posible pensar en nada que pueda considerarse como bueno sin restricción, solamente la buena voluntad. Esta buena voluntad no es buena por lo que se hace, es buena sólo por el querer, es decir, es buena en sí misma. El actuar de acuerdo a una buena voluntad equivale a actuar conforme al deber y por el deber mismo. De tal forma, que se debe procurar la felicidad , no por inclinación sino por deber.

Por último los pensadores del Naturalismo niegan la existencia de un fin último sobre natural o de los medios proporcionados a él. Según esta concepción, la naturaleza humana se halla limitada a sus solas fuerzas para alcanzar cualquier tipo de perfección moral, social o intelectual. Esta postura sólo admite a una sociedad que para progresar debe prescindir de toda relación con la religión y de toda idea de Dios. Basso, 2001 es uno de sus representantes.

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