LA ETICA EN LA FORACIÓN UNIVERSITARI

ÉTICA PROFESIONAL EN LA FORMACIÓN UNIVERSITARIA

A menudo se observa el mal trato que reciben las personas por algunos profesionales, razón por la cual se ha dado a conocer algunas de las causas que se considera motivo para el actuar del profesional de

Hoy en día somos testigos que esta importante rama de la filosofía está inevitablemente mezclada con nuestras vidas, sin embargo, tiene poca importancia en la currícula de las carreras universitarias; algunas universidades, como por ejemplo en la que yo estudio, el curso de ética profesional, es ofrecido como curso alternativo. No entiendo como un curso tan importante como este no tiene el mismo valor que los otros, si para ser un verdadero profesional a carta cabal se necesita de esta ciencia, ya que orienta la acción profesional en relación directa o indirecta con grupos de humanos organizados.

Actualmente se habla de una reforma de la educación en el Perú, de que el egresado universitario debe ser creativo y muy capaz de enfrentar problemas organizacionales, ahora bien, preguntémonos si las universidades peruanas tienen realmente una misión educadora, es decir, si además de formar buenos profesionales también tienen el deber de formar profesionales con competencias éticas. Esta reflexión nos lleva a plantear cómo la universidad, como institución, comunidad y organización del aprendizaje, puede crear el marco adecuado para autoorganizarse en función de las nuevas necesidades sociales, políticas, económicas y tecnológicas. Todo ello reclama que se revise la formación de los profesionales en dos ámbitos fundamentales: la preparación para el ejercicio profesional y la formación o educación ética, para que esa preparación teórico/técnica suponga un ejercicio profesional responsable, que colleve beneficios para la comunidad (García López, 2002). La especialización y automatización de los planes de estudio educativo, la visión tecnicista de muchas profesiones y de su formación, han llevado a desestimar las competencias éticas de los profesionales como de menor rango, incluso presuponiendo que se aprenderían directamente con el propio ejercicio de la profesión. Es más, en el momento actual en el que nos encontramos de convergencia europea en el espacio universitario, se hace imprescindible que cada universidad explicite y clarifique su proyecto educativo para el futuro inmediato, lo que significa, por un lado, darle coherencia a los valores actitudes y normas que rigen la institución y, por otro, que este ethos institucional se ponga en práctica a través de sus políticas de formación y evaluación del profesorado universitario (Lovibond, 2002; McLaughlin, 2005).

Vemos que la ética profesional es imprescindible para el buen desarrollo de nuestra profesión y que si se aplicara o se enseñara como se debe en las casas universitarias sería de mucha ayuda para lograr una sociedad justa y mejorar

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