ETICA Y CINE

La boda de mi mejor amigo, se nos presenta como una comedia romántica con una cuota de dramatismo que es inducido por una elección que se desarrollara a lo largo de la filmografía. Esta decisión que debe tomar la protagonista del film sobre que camino debe seguir, se encuentra en relación al deseo inconciente que en ella habita. Se trata de una película que instaura desde el lugar de interrogante, la dimensión ética frente a una emergencia de respuesta abriendo la posibilidad a que resulte ubicable el circuito de responsabilidad. Ya que sin la interpelación subjetiva la respuesta no permitirá un efecto sujeto, la misma será dada desde las figuras de la culpa y el sujeto quedará anclado en el mismo universo del que partió.

En relación la película elaborada es propicio contemplar los principales rasgos de los personajes para de esta manera poder clarificar como se produce el circuito de la responsabilidad dentro del film.

La protagonista de esta comedia romántica es Julianne Potter, también conocida a lo largo de la película como Jules. Ella es una mujer de 27 años que trabaja de crítica gastronómica en diferentes restaurantes de Nueva York. Se presenta como un personaje que por momentos es inmaduro e infantil, que no cree en el matrimonio, aboga por la sinceridad absoluta y tiene grandes rasgos de impulsividad.

Julianne Potter, tiene por amigo a Michael O'Neal quién podría pensarse como una antitesis del personaje anterior. Este se muestra responsable y tradicional, con rasgos de sensibilidad, apasionado por su trabajo de periodista y una absoluta convicción en la búsqueda del amor verdadero, profundo y sincero.

El co-protagonista recientemente se ha comprometido en matrimonio, y le pide a Jules que viaje a Chicago a presenciar su boda lo cual genera en Jules una confrontación con la necesidad de tomar una decisión. Cabe destacar que ambos habían hecho previamente el compromiso de casarse con el otro, a modo de pacto del destino, al cumplir los 28 años de edad si es que ambos seguían solteros para ese entonces.

En relación al circuito de la responsabilidad podemos sostener que el mismo se nos presenta de modo lineal y esta compuesto por un tiempo uno, en donde hay una acción determinada en concordancia con el universo de discurso en el que se encuentra el sujeto y en que supuestamente se agota en los fines para los que se realizó, este es un tiempo en donde el universo particular se mantiene en las certidumbres del yo.

Con respecto al film trabajado se puede ubicar un tiempo uno, en la relación de Julianne Potter con Michael O'Neal, en donde dentro de su universo de discurso como mejor amiga de toda la vida, apoya a Michael en su decisión de casarse, con su prometida Kimberly aceptando el rol de dama de honor que dicha mujer le ha impuesto.

Sin embargo, a lo largo de la película se puede observar como van saliendo a la superficie todos los mandamientos súper-yoicos de Jules con respecto a ser ese ideal de amiga que este sujeto merece tener. Pero, la misma será interpelada en un segundo tiempo, obligándola a dar una respuesta a dicha interpelación.

El interrogante que se nos plantea es si Jules podrá responder subjetivamente, produciéndose en ella un efecto del sujeto, o bien quedará atrapada en las figuras de la culpa sin poder ampliar su universo de significaciones.

Es aquí donde el tiempo uno se ve confrontado por un tiempo dos, en donde algo comienza a señalar un exceso en lo acontecido, tiempo en el cual aquel universo particular que era soportado en las certidumbres yoicas se quiebra emergiendo como posibilidad una pregunta acerca de cual es la posición que el sujeto tenía al comienzo del mismo, tambalea el universo particular que era egosintónico y entonces aparece la egosdistonía.

Esto es lo que le ocurre a Julianne, ya que si bien ella en su rol de mejor amiga sabe como debe actuar frente a la situación manteniéndose al margen y bogando por el amor que siente Michel por su prometida, ayudando a ambos en este paso al que se han comprometido, se da cuenta que aquel joven al que considera simplemente un amigo es en realidad el amor de su vida. Se abre así un camino nuevo para Jules que la invocara a responder frente a su deseo. Sin embargo, la misma no puede sincerarse con Michael, no puede contarle su verdad ni tampoco imaginar como tomaría esta confesión su mejor amigo, en dicho momento. Por lo cual decide callar, paralizada por el miedo y la ansiedad que esto le genera.

Por otro lado, se podría pensar que el azar, en este caso, hizo que Michel pudiera conseguir pareja antes de los 28 años, es decir, antes de que aquel pacto alguna vez elaborado pudiera llegar a cumplirse ya que el azar implica incertidumbre y podría estimarse que no habría apuesta sin ella.

No obstante, invocar al azar, lo no determinado, como principio no es más liberador de la alienación del sujeto, porque en esa forma se borra el sujeto de toda responsabilidad, borrando su acto que en este caso tendría que ver con la responsabilidad subjetiva de ambos, principalmente de Jules de hacerse responsable subjetivamente de su deseo, es decir, de aquello que siente por Michael.

Es un momento en el cual todo su discurso de amistad cae, en el cual se enfrenta a una singularidad, que le abre un interrogante sobre

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