LA HISTORIA DE LA MEDICIÓN DEL TIEMPO
aarongalaxy19 de Mayo de 2015
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LA HISTORIA DE LA MEDICIÓN DEL TIEMPO
INTRODUCCIÓN
Responder a la pregunta de que es el tiempo es algo muy difícil, por no decir imposible. Se podría decir que el tiempo es la dimensión donde se da el cambio y la transformación de los objetos y los acontecimientos. Los seres humanos no percibimos el tiempo en sí mismo, lo que percibimos es el cambio. Y nuestra noción del tiempo depende de la percepción de los cambios. La sucesión y la duración son los dos conceptos básicos en los que se apoya la percepción del tiempo. La sucesión permite distinguir entre diferentes acontecimientos ordenados uno tras otro. La duración hace referencia al intervalo entre un acontecimiento y otro, a la permanencia del acontecimiento. Los acontecimientos que no son sucesivos son simultáneos, y lo que no presenta duración es instantáneo. Los cambios percibidos pueden ser repetitivos o no repetitivos. Los Cambios repetitivos pueden ser continuos, como la posición del sol; discretos, como el día y la noche, o rítmicos, como los latidos del corazón. Los cambios no repetitivos pueden ser cíclicos e irreversibles, como el proceso de nacimiento, desarrollo y muerte, o pueden ser lineales e irreversibles, como un espejo que se rompe o una flecha que se dispara. Asimismo, los cambios pueden estar relacionados con los objetos y elementos dela naturaleza, con los estados del propio sujeto, o con el ámbito social y cultural. Estos cambios se dan además en diferentes escalas temporales, presentan diferentes duraciones, desde la muy corta (los latidos del corazón) hasta aquellas que exceden el ciclo vital propio (la formación de las galaxias o los eones budistas).El tiempo, por tanto, es una noción construida resultado de la integración de la sucesión y la duración, y esta noción va a variar de una cultura a otra y también de una época a otra, en función de los cambios que se observen y de la forma de medirlos. Las nociones culturales del tiempo hacen posible la vivencia del tiempo y al mismo tiempo afectan poderosamente la percepción que tenemos de él.
Un factor íntimamente relacionado con la noción que tenemos del tiempo es, por tanto, el método que empleamos para medirlo. En este sentido, la historia de la medición del tiempo y la historia de la noción psicológica del tiempo corren paralelas.
TIEMPO CICLICO Y TIEMPO LINEAL
• La percepción cíclica del tiempo
Tanto las sociedades y civilizaciones antiguas como los pueblos europeos tenían una concepción cíclica del tiempo. Su percepción del tiempo presentaba una estructura totalmente diferente a la de la civilización occidental actual. En la concepción cíclica el tiempo no existe como abstracción. El tiempo es algo concreto, subjetivo y sensible y está cargado de valor afectivo. El tiempo se extiende al futuro inmediato, al pasado reciente y al presente actual. Más allá de estos límites los acontecimientos pertenecen al terreno del mito y de la leyenda. En todos estos casos el hombre aún no se ha desprendido de la naturaleza y está subordinado a los cambios periódicos de las estaciones. El tiempo aparece entonces como una poderosa y misteriosa fuerza rectora de todas las cosas. Presenta una dimensión sagrada que se manifiesta en el ritual, el sacrificio o la reproducción del mito, momento en el que se vuelve al tiempo “original”. En estas sociedades el tiempo no se sucede de forma lineal: es inmóvil o cíclico, y existe la creencia en el eterno retorno. Esta concepción del tiempo va unida a una concepción del ser humano, en el que la originalidad y la independencia no tienen ningún valor. Es necesario seguir rigurosamente los modelos tradicionales y existen para ello férreos mecanismos de control social. Precisamente la idea del eterno retorno del tiempo formaría parte de este mecanismo, cumpliendo la función de combatir el miedo a la muerte y a la finitud.
• El tiempo lineal
La percepción actual del tiempo en occidente presenta unas características totalmente diferentes. Es una percepción que se fue construyendo durante siglos y que responde a una imagen científica del tiempo. El tiempo es percibido como algo lineal, irreversible, vectorial y dividido en segmentos de igual tamaño y valor. El tiempo aparece como algo abstracto y autónomo, ligado a los instrumentos que lo miden e independiente de los fenómenos concretos.
La diferenciación clara entre pasado, presente y futuro que caracteriza aoccidente solo aparece a partir de que la percepción lineal del tiempo y la idea de irreversibilidad dominan la conciencia social, sustituyendo a la percepción cíclica y al tiempo mítico. En realidad ambas concepciones del tiempo han coexistido durante mucho tiempo. Las fiestas y los rituales servían para integrar estas dos concepciones del tiempo. Esta unión de la percepción lineal y cíclica se puede observar a lo largo de toda la historia. El tiempo lineal como sistema único solamente se impuso en la región cultural europea y fue consecuencia de una evolución larga y compleja. Esta evolución está íntimamente relacionada con la cronología de la medición del tiempo, en la que se pueden destacar dos acontecimientos fundamentales: (a) el inicio del tiempo histórico a partir del cristianismo y (b) el inicio de la mecanización del tiempo con la aparición delos primeros relojes mecánicos.
CRONOLOGÍA DE LA MEDICIÓN DEL TIEMPO
• Los primeros calendarios
Fueron los babilonios y los egipcios quienes iniciaron la medición del tiempo con la elaboración de los primeros calendarios hace más de 5000 años. Estos calendarios cumplían diferentes funciones y se fueron creando para cubrir diferentes necesidades. Servían para coordinar las actividades comunales y los acontecimientos públicos, para planificar el comercio y, especialmente, para regular la siembra y la cosecha. Estos primeros calendarios estaban basados en los tres ciclos naturales principales. El día solar, marcado por los periodos sucesivos de luz y oscuridad; el mes lunar, marcado por las diferentes fases de la luna, y el años solar, que responde al giro de la tierra alrededor del sol y está señalado por el cambio de estaciones. De modo que estos primeros calendarios sirvieron para predecir las regularidades naturales. Los diferentes pueblos y civilizaciones se decantaron por un tipo u otro de calendario principalmente por las condiciones que les dictaba la naturaleza. En las latitudes bajas el cambio estacional apenas se sentía y se hacían mucho más evidentes los cambios en las fases de la luna, lo que produjo que establecieran calendarios que respondían más al ciclo lunar. En climas más septentrionales, donde el cambio estacional era muy acentuado y condicionaba la agricultura, se le concedió más importancia al año solar. El Imperio Romano, al ir expandiéndose hacia el norte, adopto el calendario solar, que a su vez serviría como base al calendario gregoriano actual.
• Las horas temporales
La división del día en dos periodos de doce horas tiene sus orígenes en la cosmología egipcia. El calendario civil egipcio estaba compuesto de doce meses de 30días cada uno, y se le sumaban 5 días adicionales para adaptarse al año solar. Los egipcios observaron que cada diez días aparecían en el cielo grupos de estrellas a los que denominaron grupos decían (lo que posteriormente serían las constelaciones).También observaron que en la época aparecía la estrella Sirio justo antes del amanecerse hacían visibles 12 grupos decían, todo lo cual coincidía con la crecida del Nilo. Esto hizo que dieran un significado cósmico al número 12 y que decidieran dividir cada intervalo de oscuridad (y también el de luz) en 12 partes iguales. A estos periodos seles denomino horas temporales. Esta decisión no estuvo basada en la observación de ningún ciclo natural y podemos decir que fue una decisión arbitraria. Lo mismo se puede decir de la clasificación de los días en grupos de siete para formar las semanas, propia de ciertas culturas (entre ellas la nuestra), o de la decisión de dividir las horas (ya de por si arbitrarias) en sesenta fracciones iguales (basada en la división sexagesimal del grado).
La duración de estas horas temporales variaba en función de las estaciones, siendo las horas diurnas más largas en verano y más cortas en invierno. Las horas temporales marcaban un tiempo que era cuantitativa y cualitativamente diferente de una estación a otra, no eran horas uniformes. Esta forma de medir el tiempo fue adoptada por los romanos y posteriormente se difundió por toda Europa y su empleo se mantuvo durante más de 2500 años, hasta la aparición de los relojes mecánicos.
• Los relojes solares y de agua
Los primero relojes que se inventaron sirvieron para medir estas horas temporales. La invención del reloj solar sirvió para medir las horas temporales durante el día. Para medirlas durante la noche se idearon relojes de agua o clepsidras. Estos ingeniosos artefactos consistían en un recipiente lleno de agua en cuya base había un orificio por el que iba saliendo el agua. A medida que el nivel del agua disminuía se podían leer las horas pasadas en unas marcas realizadas en el recipiente.
• Grecia y Roma
Paradójicamente, aun estando considerada la cuna de la sociedad occidental, los griegos de la antigüedad tenían una percepción cíclica del tiempo: los acontecimientos se iban repitiendo en épocas sucesivas dentro de una estructura circular. Interpretaban la realidad de una forma mítica en la que el pasado tenía un gran peso.
Los griegos clásicos, así como otros pueblos, concebían varios tiempos diferentes y disponían de varios conceptos
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