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LAS TOXINAS DE ORIGEN VEGETAL, ANIMAL Y MICROBIANAS EN CIERTAS DOSIS SON UTILIZADAS PARA EL BENEFICIO DEL SER HUMANO


Enviado por   •  15 de Mayo de 2021  •  Monografías  •  5.046 Palabras (21 Páginas)  •  714 Visitas

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LAS TOXINAS DE ORIGEN VEGETAL, ANIMAL Y MICROBIANAS EN CIERTAS DOSIS SON UTILIZADAS PARA EL BENEFICIO DEL SER HUMANO

RESUMEN

En el presente trabajo se hace una breve descripción de los diferentes tipos de toxinas de origen vegetal, animal y microbiano y sus mecanismos de actuación. Las Reacciones químicas de las toxinas: como afectan e interactúan con el cuerpo humano. Movimiento o Interacción de las Toxinas en el Organismo. También  se describen importantes avances en el uso de las toxinas como agentes terapéuticos. Se comenta el uso de toxinas nativas, es decir, toxinas que se emplean para el tratamiento tal como son producidas por un microorganismo, como lo es a toxina botulínica. Esta capacidad que posee la toxina botulínica para producir parálisis muscular se aprovecha desde el punto de vista clínico para tratar ciertas enfermedades neurológicas que cursan con una hiperactividad muscular. Breve descripción del uso de toxinas de origen animal (serpientes, caracol marino, lagarto y anemonas marinas) utilizadas por la ciencia médica y farmacológica.

Palabras clave: toxinas, toxina botulínica.

INTRODUCCIÓN

En nuestro medio ambiente existen muchas sustancias toxicas o toxinas naturales generadas por microorganismos, hongos, plantas y animales, que son muy perjudiciales para otros seres vivos, aunque también la mayoría de las sustancias químicas presentes actualmente  tienen origen artificial, es decir, son sintetizadas por el hombre para su beneficio.

Las toxinas son sustancias creadas por plantas y animales que son venenosas o tóxicas para los seres humanos. También incluyen algunos medicamentos que son útiles en pequeñas dosis, pero tóxicos cuando se utilizan en grandes cantidades.

Los científicos conocen una gran cantidad de toxinas, pero su número podría ser mucho mayor. El descubrimiento de nuevos productos tóxicos naturales se produce de forma continua, sobre todo en el reino vegetal.

En algunos casos, estas sustancias se utilizan de forma beneficiosa, nombrando como un ejemplo, el tratamiento para eliminar las arrugas, conocido como botox, se basa en la toxina botulínica creada por la bacteria "Clostridium Botulinum". La toxicidad de cualquier producto depende de la dosis. Un solo gramo de la toxina botulínica cristalizado, dosificado de forma adecuada, disperso en los alimentos o en el agua, o inhalado en forma de aerosol, mataría a más de un millón de personas: es la sustancia más tóxica que se conoce.

Se pueden encontrar diversas toxinas en animales venenosos (víbora, escorpión, arañas), en multitud de especies vegetales (digital, hiedra, cicuta), en setas u hongos venenosos (amanita, boletus), en mohos tóxicos (penicillium, aspergillus) y en bacterias (clostridium, salmonella).

En el presente trabajo se hará una breve descripción sobre el estudio de las toxinas de origen vegetal, animal y microbiano; tipos de toxinas, reacciones químicas de las toxinas,  como afectan e interactúan con el cuerpo humano y  su aporte a la ciencia médica como  beneficio terapéutico y cosmético.

MARCO TEÓRICO

Antecedentes

Como se ha comprobado, los efectos de las sustancias tóxicas o venenos son reconocidos por el ser humano desde tiempos muy remotos. Las experiencias de la especie humana en su desarrollo, fundamentalmente en el consumo de alimentos, le permitió conocer una serie de sustancias de origen vegetal y animal con efectos negativos sobre la salud.

Algunas de estas sustancias naturales o toxinas se conocen desde la antigüedad. De hecho, el estudio de los venenos o toxinas ha preocupado a la humanidad desde tiempos remotos, tal como lo muestra uno de los antecedentes médicos más antiguos que se conocen, el llamado Papiro Ebers (1500 a.C.). Los egipcios utilizaron toxinas de origen natural para matar a sus enemigos o suicidarse.

Así mismo, como lo registran los Vedas (900 a.C.), el arsénico y el opio fueron conocidos por los antiguos habitantes de la India. Igualmente, los chinos emplearon flechas envenenadas con aconitina para acabar con sus enemigos, mientras que los griegos, con una tradición que se remonta a Hipócrates (400 a.C.) y se prolonga por 500 años, hasta Dioscórides, clasificaron estas sustancias de origen natural y desarrollaron numerosos antídotos.

Durante la Edad Media, el arte de envenenar con fines políticos se convirtió en un culto, como lo muestra la historia de los Borgias (siglos XV y XVI); en Francia la reina Catalina de Médicis fue la precursora de algunos principios empíricos de la toxicología, preparando venenos de origen natural que probaba en enfermos y presos; anotaba cuidadosamente los síntomas que producían y su eficacia.

Fue Paracelso (1493-1541), quien sentó los cimientos científicos de la ciencia de las drogas y los venenos, realizando experimentos y señaló que las propiedades terapéuticas y tóxicas de las sustancias químicas se distinguen únicamente en función de la dosis.

 Ya para el siglo XIX se establecen los sitios donde ejercen su acción algunas toxinas, iniciándose así el estudio de los mecanismos que siguen las sustancias químicas de origen natural.

BASES TEÓRICAS

LAS TOXINAS Y COMO FUNCIONAN

El término “toxina” suele utilizarse cuando se habla sobre sustancias tóxicas producidas naturalmente. Una toxina es toda sustancia venenosa de origen microbiano (bacterias u otras plantas o animales diminutos), vegetal o químico sintético que reacciona con componentes celulares específicos para matar células, alterar el crecimiento o desarrollo o destruir el organismo.[1]

Las Toxinas son sustancias especificas venenosas producidas por determinados seres vivos que tienen la capacidad de provocarle cierto grado de daño al individuo donde se alojan (Prescott et al.,2009; Tortora et al.,2013). Por lo común, son capaces de alterar las vías de señalización celular del individuo hospedador provocando la inhibición de la respuesta inmune en las primeras etapas de la infección, además de ocasionar el colapso vascular en etapas más tardías (Moayeri et al., 2015). Ciertas toxinas son capaces de provocar trastornos cardiovasculares, otras, casos de diarrea, otras, shock o fiebre. También las hayque pueden inhibir la síntesis proteica, destruir células y vasos sanguíneos, así como causar espasmos al alterar el sistema nervioso. Existe alrededor de 220 toxinas bacterianas conocidas, siendo aproximadamente el 40% responsables de enfermedades que dañan las membranas de las células eucarióticas (Tortora et al., 2013).[2]

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