Origen Del Ser Humano
16534117 de Octubre de 2013
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La Garganta de Odulvai
La evolución de los humanos modernos se remonta a millones de años. No es fácil rastrearla, ya que las evidencias proceden de hallazgos dispersos sin relación entre si lo que dificulta trazar un cuadro cohesionado. El predominio del Homo sapiens es un hecho relativamente reciente. En el siglo XIX, Charles Darwin, padre de la teoría de la evolución por selección natural, identificó África tropical como cuna de la humanidad. Los paleontólogos Louis y Mary Leakeyhallaron pruebas de ello en la década de 1950 en la garganta de Olduvai, un profundo tajo en las llanuras orientales del Serengeti, en Tanzania.
Fue allí, en África oriental, donde nuestros antepasados evolucionaron hace al menos 4,5 millones de años (ma.). Una gran variedad de hallazgos fósiles muestra la notable diversidad de homínidos primitivos que floreció en la zona.
El origen del ser humano: la meca de laarqueología en la garganta de Olduvai. Se trata de una zona de barrancos considerada como la cuna de la humanidad ya que aquí se cree empezó la vida, empezó todo. La famosa garganta de Olduvai en Tanzania fue descubierta para la Arqueología por la familia Leakey y la mayor parte de la investigación en la década de los 60 fue financiada por la NationalGeographic. Espectaculares descubrimientos de fósiles de homínidos y los que por entonces eran los yacimientos prehistóricos arqueológicos más antiguos de la Humanidad convirtieron a esta garganta en el Grial de los estudios de evolución humana. Aún hoy no existen en ningún otro lugar yacimientos de 2 millones de años con el grado de preservación tan excepcional como los yacimientos de Olduvai.
LA AVENTURA HUMANA: Los cambios climáticos producidos por la colisión de las placas tectónicas provocaron la formación de toda una serie de casquetes de hielo que sumieron el planeta en un invierno de miles de años de duración. A medida que las temperaturas y los índices de pluviosidad descendieron, los bosques fueron reemplazados por praderas5 los pájaros desarrollaron nuevos patrones migratorios y los animales se vieron obligados a adaptarse o morir.
Hace unos cuatro millones de años, cierta rama de primates arborícolas comenzó a experimentar un nuevo modo de vida: se aventuró por las praderas, donde algunos de ellos llegarían a ser bípedos. Su capacidad cerebral se incrementé gracias a la novedosa experiencia de utilizar las manos (ahora libres) para fabricar herramientas que les ayudaran a sobrevivir en las más duras condiciones climáticas. Aquellos chimpancés bípedos evolucionaron rápidamente hasta con vertirse en criaturas como tú y como yo, simios que aprendieron a hablar, a cantar, a hacer fuego. Incluso aprendieron a pintar.
Varias especies de humanos poblaron los continentes durante al menos dos millones de años y viajaron de un lugar a otro, llevando con ellos a sus hijos y compartiendo todo lo que tenían, sin propiedad privada —cuantas menos cosas.hubiera que transportar, tanto mejor—. No había leyes, ni lugares a los que estuviera prohibido ir. Vivir en armonía con la naturaleza significaba mudarse periódicamente y así dar a la tierra tiempo para recuperarse. La población alcanzó los cinco millones de individuos.
Primero Australia y después las Américas se vieron sacudidas por el desastre, ya que hace entre 40.000 y 10.000 años, ¡a mayoría de los grandes mamíferos se extinguieron, lo que privaba a aquellos ecosistemas de los beneficios de algunas de las criaturas más poderosas del reino animal, tales como bóvidos, caballos y camellos. Entonces, hace unos 12.700 años, se produjo un repentino cambio climático; la última Edad de Hielo llegó a su fin y, tras ella, ¡os habitantes del Mediterráneo y Oriente Medio, en un intento por sobrevivir, se aventuraron en el desarrollo de una forma de vida experimental. Descubrieron cómo manipular la naturaleza por medio de la selección artificial, aprendieron a cultivar la tierra y a domesticar a los animales.
Una vez que el clima se hubo estabilizado, algunos grupos desarrollaron una forma de vida nómada, pero ahora podían llevar consigo a sus rebaños domesticados de vacas, ovejas, cerdos y cabras. Otros grupos construyeron asentamientos más permanentes, pueblos y ciudades, donde la práctica de la agricultura proporcionaba excedentes que servían para alimentar a una población que había dejado de estar ligada a la tierra.
Aparecieron los primeros sacerdotes, reyes, artesanos, comerciantes y esclavos. En la incansable marcha hacia el nuevo mundo de las civilizaciones, ¡a tradicional relación entre el ser humano y el resto del reino natural comenzó a alterarse, hasta alcanzar límites insospechados.
La evolución humana
La evolución de los humanos modernos se remonta a millones de años. No es fácil rastrearla, ya que las evidencias proceden de hallazgos dispersos sin relación entre si lo que dificulta trazar un cuadro cohesionado. El predominio del Homo sapiens es un hecho relativamente reciente.
En 2001 un equipo de investigadores franceses dio con el cráneo de lo que podría ser el ancestro de todos los seres humanos. Estos huesos pertenecieron a una criatura antropoide apodada Toumai —que significa «esperanza de vida» en la lengua local— que vivió hace unos siete millones de años. Los científicos creen que, poco tiempo después, la rama humana de los simios (el género Homo) se separaría de la rama de la que proceden los actuales chimpancés.
Los restos óseos nos muestran a una criatura —su nombre científico es Sahelanthropustchadensis— de arcos supraciliares prominentes, dientes cortos y un rostro que recuerda al de los humanos modernos. Tiene una cabeza de pequeño tamaño, de unos 350 centímetros cúbicos de capacidad, muy similar a la de un chimpancé, mientras que el cráneo de un humano moderno mide 1.350 centímetros cúbicos.
Desgraciadamente, ha sido imposible saber si este ancestro nuestro caminaba sobre dos de sus extremidades o sobre cuatro. Algunos científicos creen que se trata del eslabón perdido entre los simios y los humanos, una especie de transición, una Eva de la que descendería toda la humanidad.
Otros sin embargo consideran que los restos pertenecerían a una especie primitiva de gorila. El hallazgo en Chad se produjo sólo unos meses después de otro descubrimiento también espectacular, esta vez en Kenia, y datado en hace unos seis millones de años. Se trataba de los huesos de una pierna, un brazo y algunos fragmentos craneales, así como de piezas dentales. Al parecer esta criatura (Orrorintugenensis) habría sido lo suficientemente fuerte como para trepar a los árboles, pero ¿caminaría sobre dos o sobre cuatro patas?
Ambos descubrimientos generaron una larga controversia científica, ya que parecen implicar un desafío para los análisis genéticos más recientes. Según el denominado «reloj molecular», la separación entre el hombre y el chimpancé no puede haber tenido lugar hace mucho más de cinco o seis millones de años, ya que, de lo contrario, si tal separación se hubiera producido antes, no seriamos tan similares.
El reciente examen de ciertos huesos encontrados en 1974 ha proporcionado a los genetistas la prueba fósil que necesitaban para apoyar su teoría de que la separación entre humanos y chimpancés tuvo lugar hace menos de siete millones de años.
El esqueleto de Lucy
Según el denominado «reloj molecular«, la separación entre el hombre y el chimpancé no puede haber tenido lugar hace mucho más de cinco o seis millones de años, ya que, de lo contrario, si tal separación se hubiera producido antes, no seríamos tan similares.
El reciente examen de ciertos huesos encontrados en 1974 ha proporcionado a los genetistas la prueba fósil que necesitaban para apoyar su teoría de que la separación entre humanos y chimpancés tuvo lugar hace menos de siete millones de años.
Lucy vivió en Etiopía hace unos 3,2 millones de años. Fue descubierta por un equipo internacional liderado por Donald Johanson, un experto norteamericano. El 30 de noviembre de 1974, junto al río Awash, Johansony uno de sus estudiantes, Tom Cray, estaban afanados en la búsqueda de fósiles humanos cuando encontraron una serie de fragmentos óseos de un brazo. Y después de éstos, una mandíbula, más fragmentos de brazo, un fémur y algunas costillas. Pieza a pieza, consiguieron desenterrar más del 40% de un esqueleto.
La llamaron «Lucy«, ya que se trataba de una hembra y, durante el desarrollo de la excavación sonaba el tema de los Beatles «Lucy in theskywithdiamonds«.
Medía aproximadamente 1,1 metros de altura, y pesaba en torno a los veintinueve kilos. Cuando publicaron su descubrimiento, Lucy causó verdadera sensación, dado que los científicos pudieron afirmar a partir de la forma de su pelvis que se trataba del simio más antiguo conocido que habría caminado sobre dos pies.
Hasta el descubrimiento de Lucy, los científicos habían asumido que la inteligencia superior de los humanos era lo que les habría inducido a considerar como una buena idea el caminar sobre sus dos extremidades traseras. El bipedismo significaba poder utilizar las manos para fabricar útiles y armas que les ayudaran a sobrevivir.
Lo más sorprendente no era que Lucy pudiera caminar sobre dos de sus extremidades (y ser por tanto una perfecta candidata a antecesora humana), sino que su cabeza no era mucho más grande que la de un chimpancé.
En términos generales, una cabeza de menor tamaño significa un cerebro
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