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La Heroína (sustancia Opiácea)

poed21 de Abril de 2015

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8.1 Generalidades del opio.

El opio se extrae del fruto maduro de una planta llamada adormidera (Papaver somniferum). Las incisiones practicadas en las plantas, especialmente en el fruto, con unos cuchillos especiales, dejan escapar un látex blanquinoso que es recogido al día siguiente de practicada la incisión. Esta sustancia, que sufrirá después laboriosas manipulaciones, se convertirá en el opio ya apto para ser consumido. El más importante de los numerosos alcaloides del opio es la morfina, que es uno de los estupefacientes más peligrosos y a partir del que se obtiene la heroína. 20

Figura 1. Adormidera (Papaver somniferum)

8.1.1 Características del opio

La composición del opio es compleja, pudiendo distinguirse dos tipos de compuestos:

a) Sustancias prácticamente inactivas: ácidos orgánicos, resinas, gomas, azucares, sales minerales, etc. (75 – 80%).

b) Sustancias activas o alcaloides (20 – 25%): existen más de 20, pero solo 6 tienen interés medico:

• Derivados fenantrénicos: morfina (10%), codeína (0.5%) y tebaína (0.2%).

• Derivados bencilisoquinolínicos: papaverina (1%), narcotina (6%) y narceína (0.3%). 21

Puede presentarse como una resina color marrón oscuro o como una piedra negra y quebradiza.

La consistencia varía según el tiempo de exposición al aire y los procesos de refinación. 22

Tiene un olor típico no desagradable, que se manifiesta especialmente con el calor; su sabor es amargo y un poco áspero, su color es moreno. Gracias a su reacción, ligeramente ácida, se conserva indefinidamente, sin alterarse. 23

8.1.2 Zonas de cultivo

La planta es una hierba anual, nativa del sureste de Europa y del oeste de Asia. Es cultivada extensamente en muchos países especialmente en Irán, Turquía, Holanda, Polonia, Romania, la región de las antiguas Checoslovaquia y Yugoslavia, India, Canadá, y otras regiones en Asia, América Central y América del Sur. 24

8.1.3. Opioides

8.1.3.1. Receptores

Los opioides endógenos y exógenos se unen de forma específica a los receptores opioides que se encuentran en el cerebro, especialmente en áreas como la materia gris periacueductal y a lo largo de la medula espinal, así como en la periferia, por ejemplo, en los plexos mientericos digestivos y articulaciones.

Se han aislado tres subtipos distintos de receptores opioides en humanos: mu (µ), delta (δ), kappa ( ). Aunque todos ellos presentan una gran similitud estructural ya que son receptores de membrana acoplados a proteína G, producen algunas acciones similares y otras distintas.

8.1.3.2. Mecanismo de acción

Tras la estimulación de un receptor opioide se producen una serie de cambios a nivel molecular que modifican las características de las membranas de las neuronas pre y postsinapticas y, como consecuencia de esta modificación, se produce una acción inhibitoria y por lo tanto una reducción de su activador.

La administración continuada de opioides produce cambios moleculares y de la expresión génica, que son los responsables de los fenómenos de tolerancia, dependencia y abstinencia.

• Receptores mu: Están involucrados en respuestas de analgesia supraespinal, depresión respiratoria, miosis, dependencia física, y euforia. Estos receptores mu, predominan en las áreas asociadas con la percepción del dolor, tales como el área periacueductal, tálamo medio, área gris periventricular.

Son activados principalmente, por el opioide endógeno b endorfina, por la morfina y en forma parcial por la buprenorfina.

Existen dos subtipos de receptores mu: los mu-1 que son de alta afinidad, y producen principalmente analgesia, los mu-2, que son de baja afinidad, y son los responsables de la depresión respiratoria.

• Receptores delta: La activación de los receptores delta, produce analgesia supraespinal y ligera depresión respiratoria; producen activación de músculo liso, secreciones endocrinas y exocrinas y actividad neuronal sobre el tracto gastrointestinal.

Los receptores delta, predominan a nivel gastrointestinal, pero también se hallan en SNC, sobre todo en áreas límbicas pudiendo mediar efectos eufóricos y alteraciones del comportamiento afectivo.

Existen diferentes subtipos de receptores delta no bien identificados. Los agonistas con mayor afinidad por estos receptores son las encefalinas.

• Receptores Kappa: Están relacionados con respuestas de analgesia espinal, sedación, miosis, y ligera depresión respiratoria. Estos receptores se concentran en las capas profundas de la corteza, donde las células que se proyectan al tálamo, modulan el influjo sensorial a la corteza. 25

8.1.3.3. Clasificación

Existen dos tipos de opioides endógenos y exógenos.

Los opioides exógenos pueden clasificarse según su origen (natural, semisintético y sintético), su estructura química y/o su afinidad/eficacia sobre los receptores opioides. Esta última es la más utilizada, por lo que los fármacos opioides se dividen en:

• Agonistas puros: opioides agonistas, fundamentalmente del receptor mu, con elevada eficacia (actividad intrínseca). Pertenecen a este grupo la morfina, la heroína, la petidina, la metadona, el fentanilo y sus derivados

• Agonistas-antagonistas mixtos: actúan como agonistas en un receptor (kappa) y como agonistas parciales o incluso antagonistas en otro (mu). Cuando se administran junto a un agonista mu puro pueden antagonizar sus efectos y pueden reducir o suprimir su efecto analgésico. En sujetos dependientes de opioides agonistas (heroína) provocan síndrome de abstinencia. Son la pentazocina, el butorfanol o la nalorfina.

• Agonistas parciales: Actúan como receptores mu con eficacia inferior a la de los agonistas puros. Son analgésicos cuando se administran solos, pero antagonizan los efectos de un agonista puro. El fármaco más característico es la buprenorfina.

• Antagonistas puros: Poseen afinidad por los receptores pero no presentan eficacia. Impiden o revierten la acción de los agonistas y carecen de efectos analgésicos. En sujetos con dependencia a opiáceos producen síndrome de abstinencia. Se utilizan en los casos de intoxicación sobredosis por su capacidad de revertir los efectos de los opioides exógenos. Son la naloxona y naltrexona.

8.1.3.4. Efectos de los agonistas puros

Los efectos pueden dividirse en centrales y periféricos. La administración continuada puede producir tolerancia, adicción (dependencia de opioides) y síndrome de abstinencia al cesar su consumo tras la administración de un antagonista.

• Efectos centrales

Sedación. Varía en función del estado del paciente (grado de dolor e insomnio). A dosis elevadas, producen estupor, sueño profundo y coma. Empeoran, por tanto, el rendimiento psicomotor. Si se administran dosis muy elevadas pueden aparecer convulsiones.

Euforia. Producen euforia, placer y sensación de bienestar, con reducción de la ansiedad. Este efecto es muy intenso y rápido por vía intravenosa y, menos por vía fumada o inhalada. Es el efecto principal que justifica su abuso, aunque muchas veces no se observa en las primeras administraciones ya que aparecen nauseas y vómitos. En la abstinencia, sin embargo, aparecen alteraciones del estado de ánimo, inquietud y malestar general

Analgesia. Los opioides reducen los componentes sensoriales y afectivos (emocionales) del dolor. La analgesia es la propiedad terapéutica más importante de los opioides, siendo dosis dependiente. Alivian o suprimen dolores de gran intensidad (agudos o crónicos) y de múltiples localizaciones. La analgesia se debe a la acción sobre receptores mu que controlan las vías del dolor de la medula espinal.

Depresión respiratoria. Deprimen la actividad del centro respiratorio bulboprotuberancial. Reducen la sensibilidad al CO2 y a la hipoxia. Provocan una reducción del número de respiraciones por minuto, que puede llegar a la apnea. Este efecto es dosis dependiente y parece relacionado con la acción sobre el receptor mu.

Supresión de la tos. Suprimen el reflejo de la tos, posiblemente al afectar al conjunto de neuronas respiratorias que integran y dirigen los movimientos convulsivos de la tos. No se conoce con exactitud el mecanismo, pero las acciones antitusivas no se correlacionan con las analgésicas o con la depresión respiratoria.

Miosis. La contricción pupilar es un efecto típico de casi todos los opioides. Esta miosis se debe a su acción desinhibidora sobre el núcleo de Edinger- Westphal del nervio oculomotor. Se puede bloquear por antagonistas opioides y por antimuscarínicos como la atropina. La miosis no presenta tolerancia; es decir, no desaparece con la administración terapéutica o no de carácter repetido y, por ello, es útil para predecir el uso reciente de opioides y la intoxicación aguda. En casos de hipoxia grave la miosis se convierte en midriasis paralitica.

Figura 2. Diferencia de midriasis y miosis

Náuseas y vómitos. Se debe a la activación de la zona quimiorreceptora del área postrema del bulbo raquídeo. Se observan más frecuentemente tras las primeras administraciones. En los heroinómanos, los vómitos no son interpretados como un efecto negativo sino como un signo de la eficacia de la droga.

• Efectos periféricos

Gastrointestinales: Los agonistas opioides provocan un aumento del

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