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La ciencia y el hombre


Enviado por   •  18 de Enero de 2020  •  Ensayos  •  625 Palabras (3 Páginas)  •  318 Visitas

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La ciencia y el hombre

     A través de los años el hombre ha alcanzado una reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y exacta. El progreso de la ciencia es el descubrimiento de cada paso conducente a un nuevo orden que da unidad a lo que había parecido inconexo.

     Los descubrimientos de la ciencia y las obras de arte son más que una exploración; son explosiones de velada semejanza. El descubridor o el artista presentan en ellos dos aspectos de la naturaleza y los fusiona en uno solo. Es este el acto de creación en el cual surge un pensamiento original, y ese acto es el mismo tanto en la ciencia original como en el arte original. El orden debe ser descubierto y, en un hondo sentido, debe ser creado.

     La ciencia es la creación de conceptos y su exploración en los hechos. No tiene más prueba del concepto que su verdad empírica respecto del hecho. La verdad es la pulsión última que radica en el núcleo de la ciencia; debe tener el hábito de la verdad, no como un dogma sino como un proceso, sin embargo la ignorancia, la ceguera, progresan por todas partes, al mismo tiempo que los conocimientos. Las sociedades “marginales” o pobres, con una participación casi nula en el proceso de creación científica, tendrán un acceso más difícil y más costoso a los resulta- dos de esa creación. Más grave todavía, sus problemas específicos estarán relegados y olvidados y quedarán sin solución.

     El ser humano es capaz de ir en busca de nuevos mundos, nuevos planetas que investigar, tal vez pensando en poder crear nuevos núcleos civilizatorios. Pero no tiene demasiado sentido tratar de imaginar otros mundos que habitar cuando tras miles de años en la Tierra, aún no hemos aprendido a vivir en ella: la maltratamos pensando solo en nuestros intereses, sin darnos cuenta de que en la mayoría de las ocasiones vamos  contra natura, oponiéndonos a esas leyes sutiles que rigen nuestro planeta y el universo entero. Siempre tratamos de entender lo más grande, lo más complejo, cuando deberíamos de empezar por lo más simple y sencillo. Recordemos que los grandes Maestros de todos los tiempos decían que el hombre debía dejar de preocuparse por conquistar y dominar mientras no fuese capaz de conquistarse y dominarse a sí mismo, viendo a la naturaleza como nuestra aliada, buscando armonizarnos con ella, y así, encontrar nuestro propio equilibrio.

     La ciencia actual está ocupada intentando prolongar nuestra vida lo máximo posible. Para ello se realizan estudios y pruebas que aseguren una mayor calidad de vida, y a nivel genético van mucho más allá, porque de qué sirve estar buscando remedio para las enfermedades si podemos extirparlas de raíz, es decir, que con la manipulación genética se pueden eliminar enfermedades, trayendo al mundo seres casi perfectos cuyas probabilidades de caer enfermos sean mínimas.

    Un mundo de ciencia carente de moral, de verdadera finalidad y sin pensamiento propio, nos alejaría de nuestro verdadera naturaleza: la humana. Pongamos la ciencia al servicio del desarrollo del hombre, de su evolución y de un continuo deseo de crecer y ser cada día un poco mejor. Usemos la ciencia para el bien y para hallar la verdad: la verdad sobre la vida, sobre quiénes somos y adónde vamos. La ciencia debe estar al servicio del hombre y no al revés, para hacernos más conscientes y menos ignorantes, para humanizarnos y unirnos, creando nuevos proyectos y estrategias que favorezcan a todos por igual, que permitan que todo ser humano tenga cubiertas sus necesidades básicas y la oportunidad de vivir dignamente.

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