La evolución de la ciencia de la ley

La ciencia del derecho, ha evolucionado desde las antiguas manifestaciones de orden y justicia, hasta la actualidad con la positivización y objetivización de las normas; en donde la complejidad de las relaciones sociales humanas, se entrelazan con las necesidades comerciales y las situaciones de orden legal, aumentando esta maraña liada de lo que ahora llamamos ciencia del orden legal, el derecho.

Nuestro concepto tiene diferentes acepciones[1], empleadas como: derecho-valor, como sinónimo de ciencia, derecho como pretensión, derecho como normas o sistema de normas, derecho como sinónimo de justicia, derecho como sistema positivo, derecho natural. Para el caso específico de la disertación es importante socavar sobre lo dispuesto por el excepcional estagirita del año 384 a.c. quien abordó este interesante tema estableciendo: “Que el derecho político (es decir el derecho de cada ciudad) una parte es natural y la otra, legal. Es natural lo que en todas partes tiene la misma fuerza y no depende de las diversas opiniones de los hombres; es legal todo lo que, en principio puede ser indiferentemente de tal modo y del modo contrario, pero que cesa de ser indiferente desde que la ley lo ha resuelto” [2].

Nuestro gran maestro de la disertación, en temas como el derecho, la justicia y mejores formas de gobernar y establecer un orden social; dejo claro que ese mismo derecho debe regular todas nuestras actuaciones en beneficio de lo que es la comunidad, la sociedad, la virtud de lo justo, frente a los demás. Preceptos que hoy en día no se manifiestan con ese valor sencillo y practico que debería tener.

Hoy por hoy, nuestro concepto legal se encuentra manipulado por diferentes intereses poco justos; es un devenir de las malas costumbres, de los hábitos mal concebidos, por los sentimientos casi banales que encarna nuestra pobre ética e insignificante moral.

El derecho, como tal; suena coherente en sociedades más justas y respetuosas de los valores familiares, lo que Aristóteles solía llamar la philia; que junto con la amistad generaba valores sublimes de fraternidad, siendo importante la máxima “para que el hombre sea feliz necesita de amigos” y agrega: “mientras existan amigos no hay necesidad de justicia, pero mientras sean justos necesitan además de la amistad, y parece que es propio de los justos la mayor capacidad de hacer amigos”.

No hay que ir muy lejos para asegurar el planteamiento de Aristóteles, es claro y transparente que este gran personaje forjaba sus planteamientos basado en la observación, aplicando un raciocinio meticuloso de las actuaciones y costumbres de los hombres de la época, simplificando su filosofía del derecho a la amistad, a la virtud de la justicia.

En la actualidad es complicada la situación manifiesta, porque la amistad y la justicia como virtudes humanas, no están funcionando o fluyendo; claro, la sociedad ha evolucionado.

¿Pero en qué ha evolucionado?

¿Sobre cuales bases de respeto, de moral, de ética, de justicia o de derecho se sustenta la sociedad actual?

Podemos aseverar que de ninguna de las anteriores acepciones sociales se sustenta la sociedad moderna o actual, pero existe un principio rector que es el interés social o general prima, sobre los intereses particulares y bajo este principio es que se funda la actual concepción del derecho, visto como ciencia reguladora de las diferentes actuaciones de los seres humanos y de las cosas animadas y no animadas, porque para todo acontecimiento humano o no humano, hay una regla; un concepto o un principio en el derecho.

Reuniendo todos estos elementos me atrevo a aseverar que el derecho es la forma esencial y simulacra de regular todas las actuaciones (llámese acciones u omisiones) con intensión o sin intensión de las personas, que necesita

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