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La física de Aristóteles, aquella que nos pinta un mundo perfecto e ingeniosamente orquestado


Enviado por   •  27 de Febrero de 2018  •  Ensayos  •  846 Palabras (4 Páginas)  •  89 Visitas

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Física de Aristóteles.

La física de Aristóteles, aquella que nos pinta un mundo perfecto e ingeniosamente orquestado, la que sueña con trayectorias perfectas, esferas hermosas más grandes que el planeta mismo y que están alrededor de este porque el mundo es perfecto y no hay otra manera de honrar tal belleza que estar en torno a él; era la concepción necesaria de la realidad para los tiempos aquellos. Realmente no hay forma más concreta y acertada que admitir que la física de Aristóteles y Ptolomeo era correcta en el contexto de la infancia del conocimiento científico que presenta la era antigua.

Era lo que se necesitaba, ya sea Aristóteles hablando de un mundo perfectamente creado per se, o por los dioses griegos; ya sea Ptolomeo hablando de que este es así porque Dios nos creó a su imagen y semejanza, y por eso debíamos de tener todos los lujos y regalos de un ser tan misericordioso. Francamente no importa, porque, repito: funcionaba.

Y como todo este sistema funcionaba tan bien, no había mayor inquietud de develar sus misterios, porque seguramente nos encontraríamos con una razón hermosa y elegante que tenga que ver con conceptos perfectos de cual sea el tema que estemos investigando. Por eso, en el mundo antiguo, no había tal chispa científica y experimental que empujara al ser humano a buscar respuestas cualitativas de la existencia. Por eso el conocimiento se le relegó a la filosofía, la política, la literatura, el arte, etc. El responder a la pregunta del por qué, no del cómo.

Por eso es inevitable pensar que, probablemente, al tomarnos hoy tan en serio y con tal crítica este pensamiento arcaico, esta práctica se vuelve infructuosa y e innecesaria.

Sí, Ptolomeo y la iglesia basaron sus dogmas en esta teoría. Sí, gente murió de pintorescas maneras por pensar algo contrario. Pero eso ya no tiene nada que ver con nuestro viejo amigo Aristóteles, él sólo quería explicarnos por qué estamos aquí, quería enseñarnos lo hermoso que era la realidad, el único que él considera mundo, como todo tenía una razón elegante y preciosa. A él no le molestaba para nada si lo contradecían o no. Él era un gran debatiente, ¡eso hacía todo el día con sus colegas!

Es inevitable, en este punto, no referenciar a Alfonso Sepúlveda Soto, en la página 10 de su escrito sobre la física del personaje en cuestión: “En general y más allá del conjunto de detalles particulares, sabemos que el científico griego, ante todo de la época ateniense (de la que acabamos de tratar), no tuvo el suficiente interés por la ciencia experimental, como para haber propiciado el desarrollo de una disciplina que al participar el experimento y la teoría diera lugar a una verdadera ciencia. La ciencia griega puede caracterizarse por una actitud de indiferencia respecto al experimento y a la aplicación práctica del saber teórico, aunque no puede negarse que se realizaron desarrollos notables en la mecánica aplicada, como en los tiempos de Arquímedes; pero esto se debe no a un cambio de actitud sino a necesidades prácticas de la época, a la cual el científico debía responder, esta actitud es claramente comprensible si tenemos en cuenta que el trabajo material era ocupación de los esclavos y de la gente de baja condición social. El saber no se orientó hacia la invención de máquinas que facilitaran o hicieran más rápido el trabajo humano: la facilidad de consecución de esclavos hacía innecesaria la innovación técnica. Esta situación dio lugar al desprecio por aquellas actividades que no fueran intelectuales; y así, no sólo se ennobleció el trabajo teórico, propiciándose el avance de las matemáticas y la filosofía, sino que, además alejó la ciencia de la práctica. En esta sociedad el pensamiento creador se convirtió en privilegio de las clases económicamente independientes. La división entre el trabajo teórico y el práctico (el experimento exige manipulación de materiales), entre ciencia y técnica, es una nota dominante en el hacer científico griego, que al olvidar el contacto con la naturaleza y con las necesidades concretas de mejoramiento de los medios de producción que conllevan a elevar la condición de los hombres del pueblo o a aligerar el trabajo de los esclavos, no puede hacer más que hundirse en el pensamiento metafísico, en la lógica o en las matemáticas. Realmente es ésta la razón social del gran auge, sobre todo de la geometría, en la Antigüedad.” - Alfonso Sepúlveda Soto, Universidad de Antioquia.

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