Lesión Endotelial
Enviado por insertcoiN • 26 de Agosto de 2013 • 295 Palabras (2 Páginas) • 948 Visitas
Lesión endotelial
La lesión de la célula endotelial representa el comienzo de lo que es la hipótesis de la respuesta a una lesión. La perdida de endotelio debida cualquier tipo de lesión, ya sea por fuerza mecánica, química, hemodinámicas, por inmunocomplejos, irradiación, etc., causa un engrosamiento de la capa íntima del vaso. Cuando se consume una alimentación muy rica en lípidos provoca la aparición de ateromas característicos.
Al aparecer la aterosclerosis humana subyace lo que se denomina disfunción endotelial, esto es, las células endoteliales muestran una mayor permeabilidad, una mayor adhesividad leucocitaria y una alteración en la expresión genética.
• Las dos causas más importantes de disfunción endotelial son:
Trastorno hemodinámica: La turbulencia hemodinámica en la aterogenia es debida a que las placas quedan "atoradas" en los orificios de salida de los vasos, en los puntos donde se ramifican y a lo largo de la parte posterior de la aorta abdominal que es el sitio donde existen patrones de circulación alterados.
• Hipercolesterolemia: Esta condición puede perturbar el funcionamiento de las células endoteliales al aumentar la producción local de radicales libres del oxígeno, los cuales son capaces de dañar los tejidos y aumentar la degradación del óxido nítrico, lo que hace más notoria su actividad vasodilatadora.
La lesión endotelial siempre estará presente, sin embargo, hay factores que pueden desencadenar diversas condiciones como la aterosclerosis y hay factores que pueden ayudar a que la lesión no se complique o no se presenten mas lesiones. Una alimentación baja en lípidos, hacer ejercicio cardiovascular (caminar, correr, etc.) al menos 30 minutos al día, pueden ayudar a reducir complicaciones de lesión endotelial.
Bibliografía:
Robbins y Cotran, Patología estructural y funcional, 8va. edición, Elsevier, 2010
René A Bourlon Cuéllar, Mariana López Nuche, Aterosclerosis y lesión endotelial: ¿proceso irreversible?, Medicina Interna de México, Volumen 26, núm. 6, noviembre-diciembre 2010
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