Ley De Newton

(por fin he llegado a la versión final :-))

Primera Ley de Newton

"Arturo observó otra vez por la ventana. El libro permanecía sobre la mesa de la terraza tal como lo había dejado la noche anterior, ¿o fue la anterior a la anterior?, no lo recordaba exactamente pero el caso es que seguía en el mismo lugar, y eso, por alguna razón, logró sorprenderlo.

Arturo era el único que podía cambiar el libro de sitio, pero no lo había hecho, claro, de eso estaba seguro. Lo más lógico era pensar que no se movería, que nada anormal sucedería con él (tal vez habría acumulado algunas briznas de polvo, tal vez alguna gota de lluvia, tal vez, si se acercaba lo suficiente comprobaría que algunas páginas habían sido pasadas por el viento, pero de moverse, lo que se dice moverse en el espacio, de cambiar de posición, no, de eso nada). Si es que había amanecido en el mismo planeta -uno en el que opera la ley de la inercia (o primera Ley de Newton)- el libro debía permanecer exactamente en el mismo lugar. Y lo estaba, eso era casi seguro.

"Casi seguro" pensó, porque siempre estaba la posibilidad de que si se hubiese movido, un milímetro, medio milímetro, una décima de milímetro. Si hubiese tenido la precaución de medir exactamente la distancia, la orientación del libro sobre la mesa, ahora podría coger un centímetro y salir de una vez por todas de la duda, pero no lo había hecho y por eso, por ese simple detalle, tendría que quedarse con la incertidumbre o más bien, con la impresión "casi segura" de que el libro no se había movido. "Error de principiante", pensó.

Arturo permaneció de pie en el centro de la sala y aunque no se podía decir que estuviese exactamente en el centro de la habitación, si ocupaba un espacio determinado dentro de ella, un sitio que de pronto -al igual que la sorpresa por el libro inmóvil- le pareció particular, singular, relacionado en forma directa con los demás objetos, dependiendo de ellos, si se quiere. Sintió el mármol frío en contacto con sus pies, súbitamente, como si solo entonces su cerebro "tomara conciencia" de que se encontraba allí. Había experimentado esa suerte de macrosensaciones durante todos esos meses, de sensibilidad amplificada a la que recién comenzaba a acostumbrarse y que le parecía muy similar a tener superpoderes (o lo que él entendía como tener superpoderes); veía, sentía, escuchaba y últimamente hasta comprendía cosas que en el tránsito normal de su vida le era imposible.

Los "episodios" como terminó por llamarlos a falta de un adjetivo mejor, sucedían casi siempre de noche, aunque últimamente también los experimentaba por la mañana y durante la tarde. Al principio Arturo pensó que estaba volviéndose loco, ahora en cambio no tenía duda alguna; estaba loco, y aunque

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