Lluvia Acida

1.1 El Planteamiento del Problema

El estudio de la Educación Ambiental es considerado de gran importancia dentro de la práctica pedagógica debido a las transformaciones que sufre el planeta a causa de la acción humana. Esto implica una obligación a vincular con el aprendizaje y sustentar el tópico ambiental como objeto de estudio; por consiguiente la educación ambiental debe enfocarse a reorientar y formar al estudiante en un ciudadano capaz de enfrentar y corregir los procesos que pudiesen desestabilizar el equilibrio ambiental.

El término Educación Ambiental se origina a finales de la década de los años 60 y principios de los 70, período en que se empieza a manifestar una preocupación a nivel mundial por las graves condiciones ambientales en el mundo (Smith-Sebasto, 1997).

A partir de esto se han realizado eventos nacionales e internacionales, abordando diferentes temas ambientales destinados a solucionar los distintos problemas generados por la mala administración de los recursos naturales, con el objetivo de reducir el impacto ambiental en todo el planeta. Uno de estos eventos se realizó en Estocolmo en 1972 (Maldonado, 2005), donde básicamente se observa una advertencia sobre los efectos que la acción humana puede tener en el entorno material. Hasta entonces no se plantea un cambio en los estilos de desarrollo o de las relaciones internacionales, sino más bien el análisis y la corrección de los problemas ambientales que surgen de los estilos de desarrollo actuales o de sus deformaciones ambientales.

Lo anterior se identifica como problema pues se corre el riesgo de cambios drásticos en el futuro al no actuar inmediatamente a favor de nuestro entorno. La pregunta que se plantea en el proyecto es: ¿Cómo se puede sensibilizar a los adolescentes para el cuidado del ambiente? ¿Cómo motivar al alumnado de secundaria para reciclar el metal?

Es por esto que se intenta resaltar la importancia de la reforma de los procesos y sistemas educacionales, para que desarrollen nuevos conocimientos teóricos y prácticos. Incluyendo también valores y aptitudes que se establecerán para el mejoramiento de la calidad del ambiente. Así mismo, se mejorará la calidad de vida para todos al incorporar contenidos referentes a la Educación Ambiental dentro de los programas de educación.

En 1977 se planteó en Tbilisi URSS, una Educación Ambiental diferente a la educación tradicional, basada en una pedagogía de acción y para la acción, donde los principios rectores de la Educación Ambiental, son la comprensión de las articulaciones económicas, políticas y ecológicas de la sociedad y la necesidad de considerar al medio ambiente en su totalidad. En Río de Janeiro Brasil (1992) durante la llamada Cumbre de la Tierra, se emitieron varios documentos entre los cuales es importante destacar la Agenda 21 que contiene una serie de tareas a realizar hasta el siglo XXI. En la Agenda se dedica un capítulo al fomento de la educación, capacitación y la toma de conciencia; establece tres áreas de programas: La reorientación de la educación hacia el desarrollo sostenible, el aumento de la conciencia del público y el fomento a la capacitación. (Maldonado, 2005)

Según Tetreault (2007), menciona que se esbozan cinco escuelas de pensamiento ecológico dentro de las ciencias sociales:

• el modelo dominante de desarrollo sustentable, que corresponde a la propuesta reformista esbozada en el Informe Brundtland y la Agenda 21.

• la economía ambiental, que representa un esfuerzo por incorporar consideraciones ecológicas a la teoría neoclásica de economía.

• la economía ecológica, que incluye un análisis de flujos de energía, apuntando hacia las limitaciones de la economía ambiental.

• la ecología política, que constituye un esfuerzo por analizar la compleja dinámica socioeconómica detrás de los problemas ambientales, enfocándose en las relaciones de poder entre diferentes actores y grupos sociales

• y la agroecológica, que pretende rescatar y desarrollar los aspectos positivos de la producción campesina tradicional.

El objetivo es ayudar a orientar a todo aquel que tenga interés en explorar los temas ambientales desde el óptico de las ciencias sociales.

La tendencia por la protección del medio ambiente se basa en la salud y el bienestar del hombre, quien es el causante fundamental de la continua degradación del medio y, al mismo tiempo, la víctima principal. El cambio de actitud del ser humano y lograr que éste adquiera consciencia del medio ambiente del cual forma parte, depende en gran medida de la enseñanza y la educación de la niñez y de la juventud. Es por eso que corresponde a la pedagogía y a la escuela desempeñar un papel fundamental en este proceso.

Desde pequeños se debe inculcar a los niños las primeras ideas sobre la conservación de la flora, la fauna y los demás componentes del medio ambiente. El docente debe realizar su trabajo de manera que forme y forje en los alumnos respeto, amor e interés por la conservación de todos los elementos que conforman

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