Los caracoles

Caracol, cualquiera de las casi 50.000 especies de moluscos. Gasterópodos (literalmente, animales con el pie en el estómago) marinos, de agua dulce y terrestres que han adaptado su singular modo de locomoción a un amplio abanico de hábitats terrestres y acuáticos, desde las profundidades y las costas de los océanos hasta todas las masas de agua dulce, y de las áreas tropicales a las montañas y los desiertos.

Los caracoles se mueven por medio de una serie de contracciones musculares ondulatorias que recorren la cara inferior del pie. Este movimiento cuenta a menudo con el auxilio de cilios y, en los caracoles de tierra, con el de un soporte mucoso que segregan. Los caracoles, en general, se alimentan de materia vegetal (fitófagos), sobre todo de algas y de materia en descomposición, y son miembros importantes de la cadena trófica, ya que son una fuente de alimento para los peces y las aves acuáticas. El caracol se alimenta por medio de la rádula, una lengua en forma de cinta que a menudo contiene muchos miles de dentículos, o dientes, que salen de la abertura de la boca y raen las rocas y las hojas. Algunos caracoles carnívoros tienen rádulas capaces de perforar las cubiertas de otros moluscos para llegar hasta su carne. Muchas especies son hermafroditas y capaces de autofecundarse.

Los caracoles tienen tentáculos prominentes que, en muchas especies, sustentan los ojos. Muchos caracoles miden tan sólo 0,1 cm de longitud; otros, como el caracol de tierra africano, alcanzan los 20 cm. La concha helicoidal en la que se recoge el animal le sirve como protección contra los depredadores y la desecación. Los caracoles terrestres están muy bien adaptados a los cambios de humedad; algunas especies del desierto pueden permanecer selladas en el interior de sus gruesas conchas o cubiertas durante dos o más años. Las especies de hábitats más secos suelen tener la concha más delgada; las babosas, que viven en lugares muy húmedos y a menudo son consideradas caracoles, sólo tienen conchas vestigiales.

Los escargots, los caracoles de la cocina francesa, son producto de la cría de caracoles de tierra. Otros caracoles comestibles son la oreja de mar de California y Japón, el bígaro europeo, el bígaro surafricanano y la caracola reina de las Antillas.

Clasificación científica

Los caracoles pertenecen a la clase Gastropoda. El nombre científico del caracol de tierra africano es Achatina fulica, y el del criado para el consumo es Helix pomatia. Las orejas de mar pertenecen al género Haliotis y los bígaros al género Littorina. El nombre científico de la caracola reina es Strombus gigas.

Alimentación y cría de caracoles

La alimentación de los caracoles en cautividad debe ser todo lo variada posible aunque se piense que sólo se alimentan de hojas en el exterior, no es así, tienen una variedad bastante amplia, y si no son capaces de mantener el nivel de calcio que necesitan se comen piedrecitas, con ello mantienen sus conchas en perfecto estado, ya que una concha quebradiza o blanda es un animal mal alimentado.

A los caracoles se les debe cambiar la comida cada dos días para que no se pudra, también se les debe lavar las conchas con agua templada una vez al mes, esto se realiza por si han cogido hongos.

El caracol es herbívoro, se alimentan de lechuga, zanahoria, pepino, legumbres, tomillo, romero, laurel y se le puede poner jíbia para que así tengan mayor aporte de calcio.

Son animales hermafroditas, tienen ambos sexos, pero la naturaleza es muy sabía y para que no haya una mezcla de genes no pueden copularse a si mismos, por lo que necesitan una pareja. El caracol terrestre es maduro para copular al año de vida, es decir en su segunda primavera ya que suelen nacer por primavera.

Para que copulen por lo tanto necesitaremos dos caracoles terrestres de la misma especie, no se pueden aparear de especies diferentes. La cópula dura 20 minutos pero el apareamiento en si puede durar entre 10 y 12 horas teniendo en cuenta el previo. Los óvulos son fecundados en este período de tiempo. Ver más abajo lo necesario para realizar la cría de caracoles terrestres

Cada caracol tarda entre 15 y 20 días en realizar la postura de sus huevos, es decir en meterlos en sus nidos, un nido de caracol no es más que el mismo animal realizando un agujero en la tierra de unos 3-6 cm aprox. con forma de hongo invertido, para realizarlo se hacen valer de la cabeza, se meten sólo dejando un cacho del pie fuera del agujero para luego poder salir. Pueden estar entre 24 y 30 horas dejando los huevos en el nido, por lo que hay que dejarlos tranquilamente que hagan su labor. Según la especie pueden poner entre 150 y 200 huevos.

La incubación de los pequeñines es entre 16 y 30 días, dependiendo aparte de la especie, de la temperatura y humedad del lugar, por lo que se recomienda que se tenga la tierra húmeda, para ello se utiliza un bote pulverizador en el que habremos insertado agua, se ha de mantener siempre húmeda la tierra.

Una vez pasado el período de gestación, para que la cría salga del nido pasan entre 3 y 5 días desde la eclosión de los huevos hasta que suben a la superficie. Las crías se alimentan de todo lo que encuentran a su paso, nada más nacer se comen la membrana del huevo que tiene un alto aporte de proteínas, sales minerales y calcio; más tarde se van comiendo la tierra, así es como se abren camino hasta salir al exterior.

Cuando se acostumbran dejan el nido y van al encuentro de comida, también necesitan agua por lo que es correcto tener una ubicación y un habitáculo o recipiente con agua. Después de comer suelen volver a su nido aunque no se entierran sino que se quedan en la zona del nido.

Los caracoles pueden poner crías una vez al mes.

Lo que necesitaremos para que nuestros caracoles críen en perfecto estado:

Dos caracoles de la misma especie, si se pueden tener unos 8 será lo mejor, ya que alguna pareja criará. Se deben tener dos habitáculos, uno lo prepararemos para las crías y el otro lo dejaremos para los padres (mirar más abajo cuando se deben poner los padres en el otro habitáculo). El lugar de las crías debe tener mínimo 6 cm de tierra o sulfato, antes de insertar nada debemos limpiar la jaula o pecera con agua y jabón y enjuagarla bien. Una vez esté limpia procederemos a poner el sulfato, aprentándolo ligeramente y dejándolo con una superfície rugosa, que tenga ondulaciones como si realmente fuera un campo.

La tierra debe estar humedecida, nunca debe estar seca, debe pulverizarse con agua mínimo una vez cada dos días,

...