Manejo de sustancias químicas
jonathanc7 de Agosto de 2012
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ACCIDENTES TOXICOS
YANIRIS GONZÁLEZ
Estudiante
JOSE ULISES VIDAL GÓMEZ
Docente
UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA EXTENSION MAICAO
IV SEMESTRE DE SALUD OCUPACIONAL
MANEJO DE SUSTANCIAS QUÍMICAS
AÑO 2012
INTRODUCCIÓN.
En la industria y en la sociedad en general, se emplean cientos de miles de productos químicos diferentes que van cada día en ascenso, de los cuales muchos son tóxicos para el hombre, animales y plantas, y una parte considerable de ellos, con toxicidad elevada, son dañinos a baja concentración. En muchas ocasiones se han observado ejemplos dramáticos de esta toxicidad, están los casos de Bhopal, India, el 3 de diciembre de 1984 que dejó un saldo de 10 000 muertos y 200 000 intoxicados.
ACCIDENTE FUKUSHIMA
Según la información disponible, luego del terremoto que azotó Japón el 11 de marzo (alrededor de las 14:45 horas, tiempo de Japón), los reactores nucleares fueron apagados, introduciendo largas piezas de metal llamadas barras de control.
Sin embargo, las barras de combustible del reactor (largas cápsulas de una aleación denominada zircaloy rellenas de pastillas con dióxido de uranio) requieren de algunas horas para terminar completamente las reacciones de fisión en su interior, lo que mantiene al núcleo del reactor a cientos de grados centígrados.
El tsunami que alcanzó la central Fukushima Daiichi una hora después tenía alrededor de ocho metros de altura e inundó los cuartos de máquinas donde se halla el grupo de generadores eléctricos que constituían la segunda fuente de electricidad que mantenía el agua circulando en el núcleo del reactor. La energía de la misma planta se apagó tras el sismo.
La planta de Fukushima contaba con un tercer sistema de baterías para mantener las bombas de agua operando, pero al parecer, tres horas después del terremoto dichas baterías agotaron su carga y las bombas de agua se apagaron, con lo que la temperatura del núcleo en tres de los seis reactores (específicamente en los reactores 1, 2 y 3) se elevó a más de 1,200 grados centígrados, lo que hizo que el vapor dentro del núcleo reaccionara con el zircaloy de las barras de control y generara grandes cantidades de hidrógeno.
Ante la situación, los operadores de la planta decidieron la mañana del 12 de marzo tomar una decisión de emergencia: enviar el hidrógeno que se estaba formando en el núcleo del reactor hacia el edificio de contención secundria (que es el edificio externo del reactor). Debido a que el hidrógeno en contacto con el aire reacciona con violencia, una serie de explosiones dañaron en diverso grado los edificios de los tres reactores.
Aún no está claro el daño ocurrido en los reactores nucleares afectados, pero es posible que se hayan creado grietas y fracturas en las estructura de contención primaria (estructura de hormigón que contiene la vasija del reactor) además del daño de los edificios, por donde la radiactividad y el agua de mar inyectada para enfriar el reactor tras la emergencia se han fugado al medio ambiente.
El accidente de Fukushima no es del mismo tipo que el de Chernóbil, y de hecho presentan diferencias fundamentales. El reactor de Chernóbil no tenía una estructura de confinamiento primario (envase de concreto y varilla reforzada de más de metro y medio de grosor que rodea la vasija metálica del reactor), por lo que una explosión lanzó toneladas de material radiactivo directamente al exterior.
Otra diferencia fue que las barras de combustible del reactor de Chernóbil estaban rodeadas de grafito (una forma de carbono) por lo que al aumentar la temperatura de las barras de combustible, el grafito se incendió, quemando buena parte del combustible y liberándolo a la atmósfera.
En el caso de Fukushima, las explosiones no se han presentado en el núcleo del reactor (contrario a lo ocurrido en Chernóbil donde el núcleo estalló) y todo el material radiactivo sigue confinado dentro de la vasija de acero, a su vez inserta dentro del contenedor primario.
No se pueden descartar fracturas o grietas en las estructuras de los reactores afectados, pero es muy improbable que ocurra algo cercano a la explosión que destruyó por completo el reactor 4 de la central de Chernóbil en abril de 1986.
Las mediciones realizadas han detectado tres elementos radiactivos afuera de la central de Fukushima: Yodo 131, Cesio 137 y Estroncio 90. El yodo 131 es el que más preocupación ha causado debido a que los seres vivos lo absorben con facilidad y a que se ha liberado en agua filtrada por grietas en reactores dañados.
Sin embargo, su vida media (el tiempo que pasa para que pierda la mitad de su radiactividad) es de apenas ocho días, además de que se está disolviendo en la enorme masa de agua del océano Pacífico.
El cesio 137 tiene una vida media de 30 años y el estroncio 90 de 28.8 años, pero las mediciones indican que la mayor parte de la liberación de estas sustancias ha ocurrido dentro de los edificios de la central de Fukushima, por lo que su dispersión en el ambiente ha sido por debajo de los límites de seguridad.
Ocasionalmente se ha escuchado que las autoridades niponas han retirado lotes de alimentos y se han ordenado evacuaciones, pero esto ha sido por cumplimiento de normas internacionales preventivas más que por un peligro inminente a la salud.
La radiactividad es una forma de energía no muy diferente a la luz solar. Algunos tipos de radiación (como la radiación gamma) atraviesan la piel, penetran las células y chocan con los átomos del material genético celular, dañándolo al punto que las células no pueden funcionar correctamente y mueren o causan falla del organismo o, cuando las concentraciones de radiactividad son menores, aumentan la posibilidad de desarrollar cáncer.
Sin embargo, la radiactividad es una variedad de energía fácil de medir y de controlar, por lo que organismos como la Agencia Internacional de Energía Atómica a nivel mundial y la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) monitorean continuamente la radiactividad. La radiactividad de Fukushima que ha llegado a México y halló que no representa riesgo alguno para la población.
El personal de una central nucleoeléctrica está capacitado para atender una variedad de situaciones anómalas: desde una falla mecánica hasta un terremoto.
Sin embargo, el superintendente de la central de Fukushima tomó decisiones bajo presión en un entorno nunca visto, por lo que el mérito del personal es haber manejado la crisis sin ayuda del exterior. En las horas posteriores al incidente, la central quedó aislada del exterior, sin transportes ni comunicaciones hasta casi una semana más tarde.
No se espera que los 6 reactores de la Planta Nuclear de Fukushima vuelvan a funcionar. Sin embargo, los japoneses todavía no han decidido qué hacer con ellos. Una de las ideas es cubrirlos con sarcófagos de hormigón, tal y como se hizo tras el desastre de Chernobyl en 1986. Sin embargo, los expertos señalaron que se deben resolver muchos problemas antes del sellado permanente.
Planta nuclear de Fukushima se plantea utilizar El sarcófago de hormigón es la última vía para contener el escape nuclear. Las autoridades estudian utilizar tierra, plomo y ácido bórico para detener la reacción nuclear. Posteriormente, todo aquello que resultó contaminado sería recogido y emplazado dentro de la construcción de concreto y acero para sellar toda la planta nuclear.
Los rusos utilizaron este método tras el desastre de Chernobyl del año 1986. Expertos señalaron que antes de adoptar esta medida extrema, se deberían enfriar las barras de combustible. En segundo lugar, debido a la ruptura de la cámara de acero y el contenedor del combustible, los materiales radiactivos se podrían extender por el aire, el suelo y el agua, por los que estos riesgos deberían ser eliminados previamente.
En tercer lugar, para solucionar el problema, las barras de combustible no consumidas y que quedaron en el interior, se deberían sellar o eliminar.
El "ataúd de piedra" no es completamente una apuesta segura. La construcción podría costar miles de millones de dólares, y aquellas personas que realicen la operación quedarían expuestas a un alto nivel de radiación. La desintegración del fuel nuclear podría tardar cientos de años y habría que añadir el costoso mantenimiento
DESASTRE DE BHOPAL
El Desastre de Bhopal, ocurrido el 3 de diciembre de 1984 en la región de Bhopal (India), se originó al producirse una fuga de 42 toneladas de isocianato de metilo en una fábrica de pesticidas propiedad de la compañía estadounidense Unión Carbide (parte de cuyos activos fueron posteriormente adquiridos por Dow Chemical). El accidente se produjo al no tomarse las debidas precauciones
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