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Maria Jose

mariana415 de Septiembre de 2012

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Introducción al Antiguo Egipto

El Antiguo Egipto fue la civilización más avanzada de la antiguedad. Contaban con Medicina, Arquitectura, Religion bastante avanzadas, y también eran sabios en filosofía.

La cultura griega aprendió mucho de Egipto, y constántemente se referian a ellos y trataban de buscar sus antepasados en Egipto.

Es una de las culturas antiguas de las que más conocemos, gracias a sus numerosos documentos escritos y al descifrado de su escritura jeroglífica. Sin embargo, además hay un aspecto misterioso sobre el Antiguo Egipto que resulta fascinante aún hoy.

La Egiptología, o estudio de la Historia de Antiguo Egipto se inició de manera científica con la campaña de Napoleón a Egipto. Además de su ejercito de 55.000 soldados, llevó con él a 150 hombres sabios: artistas, científicos, ingenieros y toda clase de expertos, y cuando Nelson destruyó por completo la Flota Napoleónica en la Batalla del Nilo, todos ellos quedaron aislados en Egipto durante dos años en que estudiaron a fondo la cultura del Egipto Antiguo.

Cuando por fin regresaron a Francia pusieron de moda el Antiguo Egipto en Europa, se podría decir que así empezó la Egiptología y la Egiptomania.

Hay tres maneras fundamentales que utiliza la Egiptología para estudiar el Antiguo Egipto:

-Filologos: Estudio de Egipto a través de su lenguaje. Tras descifrar Thomas Young y Jan-Francois Champollion el lenguage egipcio antiguo.

-Historia del Arte: Estudio del Antiguo Egipto a tavés de la evolución de su arte. El problema es que el arte egipcio evoluciona muy lentamente a lo largo de miles de años.

-Historia y Acontecimientos: Énfasis en los acontecimientos y la gente que los provocó, mediante el estudio de la arqueología y de las crónicas de la época.

Sabemos mucho sobre Egipto gracias sus objetos conservados en las tumbas y sus grabados con imagenes de todo tipo de escenas de la vida cotidiana.

Los egipcios eran resurreccionistas, creían en la resurrección del cuerpo tras la muerte. Construian para la eternidad. También dejaron numerosa literatura escrita en papiros (el primer tipo de papel), que aún hoy se conservan.

También nos llegó mucho de la cultura egipcia a través de los griegos, sobre Herodoto, aunque esta es una visión algo distorsionada e inexacta, pasada por el filtro griego, como la visión del turista.

Egipto gracias a las crecidas anuales del Nilo podía mantener a una gran población y un ejercito poderoso que le permitió convertirse en una gran civilización en la Antiguedad. También el hecho de tener un poder absoluto y centralizado en la figura del Faraón les permitía llevar a cabo grandes proyectos coordinados como la irrigación y después las pirámides. por supuesto también importaban las personalidades particulares de cada faraón.

Las principales pirámides se construyeron tan al principio de la historia del Antiguo Egipto (al principio del Reino Antiguo, IV Dinastía ) que los propios egipcios antiguos tenían sus propios arqueologos, y cuando la última reina de Egipto, Cleopatra reinaba, Ramses ya llevaba muerto 1000 años.

El Antiguo Egipto: fue una civilización que surgió al agruparse los asentamientos situados en las riberas del cauce medio y bajo del río Nilo. Tuvo tres épocas de esplendor en los periodos denominados por los historiadores: Imperio Antiguo, Imperio Medio e Imperio Nuevo

Pirámide de Kefrén y la Gran Esfinge de Guiza:

Alcanzaba desde el delta del Nilo en el norte, hasta la isla Elefantina (la actual Asuán, junto a la primera catarata del Nilo, en el sur), llegando a tener influencia desde el Éufrates hasta Gebel Barkal, en la cuarta catarata del Nilo, en épocas de máxima expansión. Su territorio también abarcó, en distintos periodos, el desierto oriental y la línea costera del mar Rojo, la península del Sinaí y un gran territorio occidental dominando los dispersos oasis. Históricamente, fue dividido en Alto y Bajo Egipto, al sur y al norte, respectivamente.

La civilización egipcia se desarrolló durante más de 3.000 años. Comenzó con la unificación de varias ciudades del valle del Nilo, alrededor del 3150 a.C., y se da convencionalmente por terminado en el 31a.C., cuando el Imperio romano conquistó y absorbió el Egipto ptolemaico, que desaparece como Estado. Este acontecimiento no representó el primer período de dominación extranjera, pero fue el que condujo a una transformación gradual en la vida política y religiosa del valle del Nilo, marcando el final del desarrollo independiente de su cultura. Su identidad cultural había comenzado a diluirse paulatinamente tras las conquistas de los reyes de Babilonia (siglo VI a.C.) y Macedonia (siglo IVa.C.), desapareciendo su religión con la llegada del cristianismo, en la época de Justiniano I, cuando en 535 fue prohibido el culto a la diosa Isis, en el templo de File.

Egipto tiene una combinación única de características geográficas, situada en el África nororiental y confinada por Libia, Sudán, el mar Rojo y el mar Mediterráneo. El Nilo fue la clave para el éxito de la civilización egipcia, ya que éste permitía el aprovechamiento de los recursos y ofrecía una significativa ventaja sobre otros oponentes: el légamo fértil depositado a lo largo de los bancos del Nilo tras las inundaciones anuales significó para los egipcios el practicar una forma de agricultura menos laboriosa que en otras zonas, liberando a la población para dedicar más tiempo y recursos al desarrollo cultural, tecnológico y artístico.

La vida se ordenaba en torno al desarrollo de un sistema de escritura y de una literatura independientes, así como en un cuidadoso control estatal sobre los recursos naturales y humanos, caracterizado sobre todo por la irrigación del fértil valle del Nilo y la explotación minera del valle y de las regiones desérticas circundantes, la organización de proyectos colectivos, el comercio con las regiones vecinas de África del este y central y con las del Mediterráneo oriental y, finalmente, por empresas militares que mantuvieron una hegemonía imperial y la dominación territorial de civilizaciones vecinas en diversos períodos. La motivación y la organización de estas actividades dependía de una élite sociopolítica y económica que alcanzó consenso social por medio de un sistema basado en creencias religiosas, bajo la dirección del Faraón, un personaje semidivino, generalmente masculino, perteneciente a una sucesión de dinastías, no siempre del mismo linaje.

Los inicios de la civilización egipcia

Las evidencias arqueológicas indican que la civilización egipcia comenzó alrededor del VI milenio a.C., durante el Neolítico, cuando se asentaron los primeros pobladores. El río Nilo, en torno al cual se asienta la población, ha sido la línea de referencia para la cultura egipcia desde que los nómadas cazadores-recolectores comenzaron a vivir en sus riberas durante el pleistoceno. Los rastros de estos primeros pobladores quedaron en los objetos y signos grabados en las rocas a lo largo del valle del Nilo y en los oasis.

A lo largo del Nilo, en el XI milenio a.C., una cultura de recolectores de grano había sido substituida por otra de cazadores, pescadores y recolectores que usaban herramientas de piedra. Los estudios también indican asentamientos humanos en el sudoeste de Egipto, cerca de la frontera con Sudán, antes del 8000 a.C. La evidencia geológica y estudios climatológicos sugieren que los cambios del clima, alrededor del 8000 a.C., comenzaron a desecar las tierras de caza y pastoreo de Egipto, conformándose paulatinamente el desierto del Sáhara. Las tribus de la región tendieron a agruparse cerca del río, en donde surgieron pequeños poblados que desarrollaron una economía agrícola. Hay evidencias de pastoreo y del cultivo de cereales en el este del Sáhara en el VII milenio a.C.

Alrededor del 6000 a.C., ya había aparecido en el valle del Nilo la agricultura organizada y la construcción de grandes poblados. Al mismo tiempo, en el sudoeste se dedicaban a la ganadería y también construían. El mortero de cal se usaba en el 4000 a.C. Es el denominado periodo predinástico, que empieza con la cultura de Naqada, aunque algunos egiptólogos lo sitúan antes, en el Paleolítico Inferior.

Entre el 5500 y el 3100 a.C., durante el Predinástico, los asentamientos pequeños prosperaron a lo largo del Nilo. En el 3300 a.C., momentos antes de la primera dinastía, Egipto estaba dividido en dos reinos, conocidos como Alto Egipto Ta Shemau y Bajo Egipto Ta Mehu.1 La frontera entre ambos se situaba en la actual zona de El Cairo, al sur del delta del Nilo.

La historia de Egipto, como Estado unificado, comienza alrededor del 3050 a.C. Menes (Narmer), que unificó el Alto y el Bajo Egipto, fue su primer rey. La cultura y costumbres egipcias fueron notablemente estables y apenas variaron en casi 3000 años, incluyendo religión, expresión artística, arquitectura y estructura social.

La cronología de los reyes egipcios da comienzo en esa época. La cronología convencional es la aceptada durante el siglo XX, sin incluir cualquiera de las revisiones que se han hecho en ese tiempo. Incluso en un mismo trabajo, los arqueólogos ofrecen a menudo, como posibles, varias fechas e incluso varias cronologías, y por ello puede haber discrepancias entre las fechas mostradas en las distintas fuentes. También se dan varias posibles transcripciones de los nombres. Tradicionalmente la egiptología clasifica la historia de la civilización faraónica dividida en

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