Marina Silva

En casi 30 años de vida pública, Marina Silva ganó reconocimiento dentro y fuera del país por la defensa de la ética, la valorización de los recursos naturales y el desarrollo sostenible. Una reputación construida en mandatos de concejal, diputada estadual y senadora - elegida siempre con votaciones récord - y en el período en que estuvo al frente del Ministerio de Medio Ambiente, entre enero de 2003 y mayo de 2008. En los cinco años y cuatro meses en que fue Ministra pasó a ser vista también como gestora competente.

En la cartera, una de sus conquistas fue el Plan de Acción para Prevención y el Control de la deforestación de la Amazonía Legal, que contó con el esfuerzo integrado de 14 ministerios. Gracias al proyecto, el ritmo de deforestación de la Amazonía cayó un 57% en apenas tres años, pasando de 27 mil km² a 11 mil km² al año. Más de 1.500 empresas ilegales fueron desmanteladas, con la detención de 700 personas. La aprehensión de madera sumó un millón de metros cúbicos. Iniciativas como ésta aumentaron su proyección internacional. A finales de 2007, el diario británico "The Guardian" incluyó a la entonces ministra entre las 50 personas que pueden ayudar a salvar el planeta.

Primeros años

María Osmarina Marina Silva Vaz de Lima nació el 8 de febrero de 1958 en una pequeña comunidad llamada colocación Breu Viejo, en el Seringal Bago, en el Acre. Sus padres, nordestinos, tuvieron 11 hijos, de los cuales tres murieron. La madre murió cuando tenía sólo 15 años. La vida en el seringal era difícil. "Yo desperté siempre a las cuatro de la mañana, cortaba unos grajos, encendía el fuego, hacía el café y una ensalada de plátano perdió con huevo. Ese era nuestro desayuno ", cuenta. Después, junto con las seis hermanas y el único hermano, hacía el corte en las cañas y colocaba las tigelitas. Al final de la tarde, retiraba la recompensa, el látex.

En la adolescencia, Marina soñaba con ser monja. "Mi abuela decía:" Mi hija, monja no puede ser analfabeta ", recuerda. El deseo de aprender a leer pasó entonces a acompañarla. A los 16 años, contrajo hepatitis, la primera de las tres que fue acometida. Su historial de salud aún incluye cinco malarias y una leishmaniasis. Fue entonces a Río Branco en busca de tratamiento médico. Con el permiso del padre, aprovechó la oportunidad para también dedicarse a la vida religiosa y, al mismo tiempo, estudiar. En la capital acriana, para sostenerse, pasó a trabajar como empleada doméstica. El progreso en los estudios fue rápido. Entre el período de Moire, en el que aprendió a leer ya escribir, hasta la graduación en licenciatura en Historia (Universidad Federal del Acre) transcurrieron apenas diez años. Su formación fue complementada posteriormente con los postgrados en Teoría Psicoanalítica (Universidad de Brasilia) y en Psicopedagogía (Universidad Católica de Brasilia). La vocación social se reveló cuando dejaba la adolescencia y aún vivía en el convento de las Siervas de María Reparadoras.

El entonces obispo de Río Branco, monseñor Moacyr Grecchi, alineado a la Teología de la Liberación, a veces iba a rezar misa en el convento donde vivía Marina, que le gustaba sus mensajes. La candidata a la novicia pasó a participar en las actividades de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs). Un día, animado por un cartel en la iglesia, decidió hacer un curso de liderazgo sindical rural, impartido por el teólogo Clodovis Boff y el líder seringueiro Chico Mendes. Su dedicación al curso la acercó a Chico Mendes, que le pasó a enviar publicaciones de sindicatos de trabajadores rurales.

parlamento

La vida de Marina había cambiado de rumbo. Abandonó el sueño de convertirse en monja para dedicarse íntegramente a la lucha social. Cada vez más cercana a Chico Mendes, participó en los llamados "empates", táctica de resistencia contra la deforestación del cual participaban los caucheros, sus mujeres, sus hijos, todos los que vivían en los seringales. De la mano, ellos hacían una corriente que impedía la destrucción del bosque. En 1984, Marina Silva ayudó a fundar la CUT (Central Única de los Trabajadores) en Acre. El líder seringueiro fue el primer coordinador de la entidad y Marina, la vice-coordinadora. La convivencia entre los dos duraría cuatro años más, hasta que Chico Mendes fue asesinado. En el año 1986, Marina participó en su puesto público en 1986, al concurrir a una vacante en la Cámara de Diputados. Se quedó entre los cinco más votados,

Los éxitos electorales de Marina comenzaron dos años después, al elegirse concejal, la más votada de Río Branco. Una de sus primeras manifestaciones fue devolver el dinero de gratificaciones, auxilio-vivienda y otras mayordomías que los demás concejales recibían sin cuestionamiento. Con actos como ese, atrajo la ira de los adversarios políticos al mismo tiempo que obtenía un reconocimiento popular que se manifestó en la elección siguiente, en 1990, cuando se convirtió en diputada estadual, nuevamente con votación récord. En 1994, a los 36 años, llegó a Brasilia como la senadora más joven de la historia de la República. Fue reelecta en 2002, con una votación casi tres veces superior a la anterior.

En el Senado, fue la primera voz en defender la importancia de que el gobierno asumiera metas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En 2009, el Planalto anunció, finalmente, la adopción de esas metas. También cobró del Ejecutivo federal y del Congreso la inclusión de la meta brasileña, con los porcentuales para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2020, en el Plan Nacional de Cambio Climático, que sería aprobado y sancionado por el presidente antes de la celebración de la Conferencia de ... (COP15), en diciembre de 2009, en Copenhague.

ministerio

En el Ministerio de Medio Ambiente, Marina Silva trabajó por políticas estructurantes basadas en cuatro directrices básicas: 1) mayor participación y control social; 2) fortalecimiento del sistema nacional de medio ambiente; 3) transversalidad en las acciones de gobierno; 4) promoción del desarrollo sostenible. En el gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, Marina buscó transformar la cuestión ambiental en una política de gobierno, que rompiera el tradicional aislamiento del área.

Así, el gobierno pasó a exigir, en los proyectos hidroeléctricos a ser subastados, la obtención de la licencia previa para que la viabilidad ambiental de los emprendimientos fuera evaluada antes de la concesión para la explotación privada. También basado en esa directriz, el ministerio,

...