Materia y magnetismo

Este texto está pensado para crear un escenario para el desarrollo de una secuencia didáctica para 2º año, de la materia fisicoquímica, dentro del eje materia y magnetismo.

Leyenda del secreto mejor guardado

En el siglo VI a.C., un pastor de la región de Magnesia, en Asia, encontró una piedra capaz de atraer al hierro. Por su origen fue denominada piedra de Magnesia. Algo más tarde empezó a conocerla como magnetita y a la extraordinaria virtud que poseía, la de atraer al hierro, se la llamó magnetismo. Para nosotros la piedra de Magnesia es conocida como imán.

La extraña propiedad de esta piedra fascinó a Tales de Mileto (hacia el 550 a.C.), quien experimentando con ella descubrió que no solo era capaz de atraer a piezas de hierro, sino que, además, era capaz de transferirles su virtud —de magnetizarse— por simple contacto. Tras ello, las piezas de hierro eran capaces de atraer a otras piezas de hierro.

Tales descubrió que si a una de esas piedras se les permitía libertad de giro, siempre señalaría la misma dirección: Norte-Sur y lo mismo ocurría con una aguja de hierro magnetizada. Si bien no hay pruebas fehacientes en esta parte de la historia de que ese descubrimiento haya sido gracias a él. Lo que sí se encontró en libros chinos del siglo II d.C, son algunas referencias de la propiedad de los imanes. Lo que no se encuentra registrado es si este saber fue aprovechado para la navegación por parte de los chinos y los árabes, ya que estaban acostumbrados a navegar solo cerca de las costas sin adentrarse en el mar. Lo que resulta un misterio es cómo este conocimiento llegó a Europa.

En 1180 Alexander Neckam (1157-1217) fue uno de los primeros europeos en mencionar la gran propiedad de la piedra imán o de las agujas magnetizadas. En este caso los europeos supieron sacar provecho llevando este conocimiento a la navegación, hasta llegar a perfeccionar el instrumento, al cual llamaron brújula.

Las brújulas permitieron a los europeos, encabezados por españoles y portugueses, guiarse a través de los océanos dando comienzo así a la gran era europea de las grandes exploraciones, iniciada hacia el año 1420. Ello provocó la creación de enormes imperios, tan grandes como nunca antes habían existido.

Porque si la piedra de Magnesia fue descubierta en el siglo VI a.C., recién la brújula fue inventada (al menos oficialmente) en el siglo XI d.C. ¿No parece un lapso de tiempo demasiado largo —17 siglos— para un descubrimiento tan sencillo?

Tal vez haya sido el mejor secreto guardado por los asiáticos durante años, pero no lo sabemos, de lo que sí podemos estar seguros es de que, aun cuando se hubieran servido de la brújula, nunca supieron por qué funcionaba. Y llegar a comprender por qué se comportaba así esta piedra llevaría más tiempo.

Descubrimiento del imán

los antiguos griegos, 800 añois antes de cristo conocieron las propiedades electricas del ambar y las propiedades magneticas de ciertas rocas igneas que podian atraer pequeños trozos de hierro a estas se las denomino magnes ya que segun la leyenda. Magnes era un pastor que observó que sus zapatos con tachuelas de metal se quedaban pegados al caminar por encima de ciertas rocas. se trataba de rocas ígneas llamadas magnes.

estas piedras llamadas magnetitas debido su compuesto de oxido ferroso-ferrico era relativamente fácil de hayar en magnecia, una ciudad griega cituada al norte del mar Egeo.

el primer documento escrito que aparece fue el 8 de agosto de 1269, se trata de una carta escrita por Pedro de Maricourt escrita a un amigo suyo, donde describe el comportamiento de las esferas de magnetitas(simulando ser la Tierra) llamadas Terrellas y de las cuales observó que presentaban dos polos hacia los que se orientaban pequeñas agujas magnéticas.

en 1576 Robert Norman fue el fabricante de brújulas quien pudo observar midiendo por primera vez el angulo de inclinación de una aguja magnética, gracias a que se le ocurrió instalar unas de ellas en un eje horizontal en lugar de equilibrarla con el eje vertical como era habitual.

William Gilbert en el año 1600, publica el primer libro sobre imanes “De Magnete” que describe cómo utilizar el versorium con el que se podia medir el angulo de atraccion entre dos imanes, llegando a la conclusión que el extremo norte de una brújula es similar al polo magnético sur de la Tierra, también prueba que un hierro pierde su propiedad magnética si se le calienta adecuadamente

...