Nuestro ecosistema que poco cuidamos

NUESTRO ECOSISTEMA QUE POCO CUIDAMOS [pic 1]

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Darling Vera Órdenes | Pedagogía en Biología y Ciencias Naturales | Ecología

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La falta de educación ambiental en la población y su impacto en el ecosistema genera problemas tanto para la fauna como a la flora del territorio nacional, centrándonos específicamente en la segunda región de Antofagasta. Primeramente definir que la educación ambiental es un concepto abordado en 1977 por la UNESCO definida como: el resultado de una reorientación y articulación de las diversas disciplinas y experiencias que facilita la percepción integrada de los problemas del medio ambiente, haciendo posible una acción más racional y capaz de responder a las necesidades sociales (UNESCO y PNUMA, 1978)1.

La diversidad de fauna y flora presente en el norte de Chile se encuentra limitada por factores como lo son la disponibilidad del agua, condiciones climáticas y geográficas. Es sabido que la interacción de las características ambientales están estrechamente relacionadas con el ser humano, es por esto que la educación ambiental es un tema muy delicado e importante, puesto que el deterioro ambiental es una responsabilidad que nos pertenece a todos como sociedad. La educación ambiental desde la edad preescolar, cumple un rol protagónico en la enseñanza del cuidado y preservación del ecosistema entregándonos un compromiso con la tierra, partiendo desde pequeñas acciones individuales generamos un gran cambio en el bienestar ambiental. Desde mi punto de vista, a la edad de 8 años en mi institución educativa “Escuela de desarrollo artístico D-90” me inscribí en una academia de medio ambiente en la cual realizábamos diversas actividades desde limpiar las playas, talleres sobre reciclaje de papel, aceites y plásticos además de charlas para preservar la flora del desierto presente en nuestra región. Esta etapa educativa generó un gran impacto en mi vida, participando en diversas actividades por el bien medioambiental, me permitió visualizar la falta de compromiso por parte de la mayoría de la población adulta, generada principalmente por la falta de amor, respeto y compromiso hacia su entorno inculcada principalmente desde sus hogares, este a su vez ocasionado por el déficit en la calidad de la educación ambiental.

Es aquí donde encontramos la primera piedra en el zapato, “lo que no se conoce, no se valora” (bonacic, 2021). Dentro de la red de problemas que podemos visualizar encontramos la falta de empatía en nuestras acciones como individuos, desde el consumo de especies en veda hasta la gran cantidad de basura en botaderos clandestinos que afecta tanto la salud física como mental de las personas que habitan alrededor de estos sectores, el abandono de mascotas en sectores ajenos a su entorno natural que representa uno de los principales factores en el deterioro del entorno urbano y rural generando del mismo modo posible transmisión de enfermedades hacia otros animales de nuestro ecosistema como el Distemper Canino, Sarna Sarcóptica, parásitos, etc. Además de ataques, predación y persecución a especies protegidas (Conaf, 2014) otra gran problemática que surge es el  realizar actividades deportivas y/o recreativas en lugares no calificados, esto genera un gran impacto

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