Nutricion Y La Eps
carolina19926 de Septiembre de 2013
7.339 Palabras (30 Páginas)367 Visitas
OBJETIVOS:
Al termino del estudio de este tema el alumno deberá:
1. Definir el concepto de EpS.
2. Justificar la importancia de la EpS para promocionar la salud.
3. Explicar las fases en las que se desarrolla el proceso de EpS.
4. Relacionar diferentes factores de riesgo conductuales con problemas de salud.
5. Establecer diferencias entre la EpS realizada en el pasado y la actual.
6. Explicar los problemas con los que se encuentra la EpS para desarrollarse adecuadamente en el momento actual.
7. Asumir la importancia que tiene el desarrollo de la EpS fuera del ámbito sanitario, fundamentalmente en la escuela.
8. Proponer posibles fórmulas para que la EpS se desarrolle en el sistema de Atención Primaria de Salud (APS).
9. Enumerar las funciones de los sanitarios de APS.
10. Proponer soluciones a los obstáculos que se encuentra la EpS para desarrollarse en la escuela.
ÍNDICE:
1. Introducción
2. Concepto y fases de la EpS
3. Importancia de la EpS en la Promoción de la Salud
4. EpS tradicional versus EpS actual
5. Bases teóricas
6. La EpS fuera del ámbito sanitario
7. Bibliografía
1. INTRODUCCIÓN:
La Educación para la Salud (EpS) es una de las disciplinas más jóvenes en el ámbito de las ciencias de la salud. Clásicamente, el término EpS sugería la comunicación hacia fuera y hacia debajo de conocimientos sobre la salud, a individuos a los que se suponía desprovistos de los mecanismos cognitivos sobre el modo de evitar las enfermedades. Así, Gilbert consideraba en los años 40-50 que la EpS consistía en ?instruir a las gentes en materia de higiene, de tal forma que apliquen los conocimientos adquiridos al perfeccionamiento de la salud?.
Esta visión es perfectamente válida si tenemos en cuenta que en esos años la EpS se desarrollaba al amparo de las concepciones biomédicas de la salud y la enfermedad que daban poca o ninguna importancia a los factores sociales, culturales y psicológicos. Además, la EpS transmitía únicamente valores derivados de la medicina alopática.
A pesar de que en 1954 el Comité de Expertos en Educación Higiénica del Público destacó la influencia de la cultura, la religión y la sociedad en el comportamiento de las personas, pocas veces se prestaba atención a estos factores para la planificación de las actividades de EpS.
Esta primera orientación de la EpS ha recibido numerosas críticas, al haber dado lugar a una interpretación excesivamente individualista, que responsabiliza a las personas por sus hábitos de vida, lo que todos conocemos como ?culpabilizar a la víctima?.
A partir de los años sesenta, y enfrentada la EpS al nuevo problema que supone la elevada mortalidad y morbilidad asociada a estilos de vida no saludables, se puso el énfasis en la modificación de las conductas. Entonces, la EpS buscó sus bases en teorías procedentes de la sociología, antropología, pedagogía y, sobre todo, de la psicología.
Definir la EpS es una tarea compleja, máxime cuando como hemos visto es una disciplina joven y sometida a cambios. Una de las mayores dificultades proviene de la aparición del término ?promoción de la salud?. En palabras de Pilar Nájera: ?¿por qué los servicios hasta hace poco llamados de educación para la salud? pasan a ser denominados de promoción de la salud, en ocasiones sin modificar nada más que su nombre?.
La confusión respecto a los términos lleva a que cada persona haga sus propias interpretaciones dependiendo de su experiencia en la disciplina. No obstante, parece apropiado incluir en esta introducción la definición de ambos conceptos extraídas del Glosario de términos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con respecto a la EpS, la OMS dice lo siguiente:
La Educación para la Salud comprende las oportunidades de aprendizaje creadas conscientemente que suponen una forma de comunicación destinada a mejorar la alfabetización sanitaria, incluida la mejora del conocimiento de la población en relación con la salud y el desarrollo de habilidades personales que conduzcan a la salud individual y de la comunidad.
Referencia: definición modificada:
La EpS aborda no solamente la transmisión de información, sino también el fomento de la motivación, las habilidades personales y la autoestima, necesarias para adoptar medidas destinadas a mejorar la salud. La EpS incluye no sólo la información relativa a las condiciones sociales, económicas y ambientales subyacentes que influyen en la salud, sino también la que se refiere a los factores de riesgo y comportamientos de riesgo, además del uso del sistema de asistencia sanitaria. Es decir, la educación para la salud supone comunicación de información y desarrollo de habilidades personales que demuestren la viabilidad política y las posibilidades organizativas de diversas formas de actuación dirigidas a lograr cambios sociales, económicos y ambientales que favorezcan la salud.
En el pasado, la educación para la salud se empleaba como término que abarcaba una más amplia gama de acciones que incluían la movilización social y la abogacía por la salud. Estos métodos están ahora incluidos en el término promoción de la salud, y lo que aquí se propone es una definición menos extensa de la educación para la salud para distinguir entre estos dos términos.
De la promoción de la salud, la OMS escribe:
La promoción de la salud es el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud para mejorarla.
Referencia: Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud, OMS, Ginebra, 1986.
La promoción de la salud constituye un proceso político y social global que abarca no solamente las acciones dirigidas directamente a fortalecer las habilidades y capacidades de los individuos, sino también las dirigidas a modificar las condiciones sociales, ambientales y económicas, con el fin de mitigar su impacto en la salud pública e individual. La promoción de la salud es el proceso que permite a las personas incrementar su control sobre los determinantes de la salud y en consecuencia, mejorarla. La participación es esencial para sostener la acción en materia de promoción de la salud.
2. CONCEPTO DE EpS:
A lo largo de la historia de la EpS se han formulado muchas definiciones, fruto de las diferentes orientaciones y enfoques que ha adoptado ésta para abordar los problemas de salud. De acuerdo con las nuevas tendencias en lo que se refiere al proceso enseñanza-aprendizaje así como al conocimiento del impacto sobre la salud de los llamados factores de riesgo conductuales o ligados al estilo de vida, nosotros definiremos la EpS como un proceso planificado que conduce a la modificación de las conductas relacionadas con la salud. Esta modificación puede dar lugar tanto a la adopción de conductas saludables como al cambio de conductas que perjudican la salud por conductas saludables.
Este proceso se desarrolla en las siguientes fases:
I Análisis del problema de Salud y su relación con la conducta
En esta fase se deben estudiar con profundidad la gravedad y magnitud de los problemas y las conductas que constituyan un factor de riesgo para esos problemas. La gravedad y magnitud se estudian para no caer en el error de intentar realizar una intervención educativa para un problema inexistente.
Sería absurdo, por ejemplo, iniciar una intervención educativa para prevenir el abuso de alcohol en embarazadas si después de realizar un cuidadoso análisis nos diéramos cuenta de que nunca se ha demostrado que bajos consumos de alcohol (v.g.: dos vasos por semana) tengan un efecto negativo sobre la salud de las embarazadas y además, una investigación demostrara que casi ninguna embarazada consume más de ese nivel.
La relación de los problemas con las conductas nos interesa puesto que la EpS es una herramienta que se dirige precisamente a actuar sobre la conducta. Los problemas de salud en los que no existe una asociación establecida epidemiológicamente entre la conducta y el problema se intentan resolver con otras acciones del sistema sanitario que resultan más apropiadas que la EpS.
En este sentido, para una situación como la que se ha vivido recientemente, de aumento de la incidencia de casos de meningitis meningocócica, la actuación más apropiada consiste en la vacunación masiva de la población con mayor riesgo de sufrir el problema, si procede por razones epidemiológicas.
II Análisis de los determinantes de la conducta
Una vez que hemos resuelto que existe una relación, establecida a través de estudios epidemiológicos, entre algunas conductas y los problemas de salud, el siguiente paso consiste en analizar los factores que determinan esas conductas. Este es uno de los aspectos más importantes para desarrollar intervenciones educativas que consigan realmente un cambio conductual. Si asumimos, por ejemplo, que el mayor determinante del hábito tabáquico consiste en la falta de conocimiento sobre los efectos negativos sobre la salud y nuestra intervención se dirige exclusivamente a aumentar los conocimientos, es evidente que no tendremos éxito en el cambio de conducta. En general, los fumadores saben muy bien que el fumar no es saludable y a pesar de ello siguen fumando. Por tanto, tendremos que investigar cuáles son en realidad los determinantes de esa conducta para poder dirigir nuestras acciones hacia ellos.
III Diseño de la intervención
En el siguiente apartado, diseño de la intervención,
...