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La triste historia del aborto

Una mujer española que tiene 21 años. El 13 de enero de 2008 se entera de que está embarazada mediante un test casero de embarazo. No pudo contener su alegría, pero tampoco su tristeza. Su familia era económicamente estable, pero también de esa clase de familia que no acepta un error como éste; por el que dirán.

Su novio, Iván, y ella querían mucho al bebé y pensaban que sus familias los ayudarían, porque los dos estaban sin trabajo. Así que ella decidió hablar con su madre el día 14, la cual le dijo qué iba a hacer y ella le respondió que quería tener el niño. Su respuesta fue piénsalo bien, unas horas más tarde ella le dijo que hablara con su amiga que sabía el número de un médico muy especializado en casos de aborto. Tuvo que decirle esto porque solamente atinó a decirle que no quería que lo tuviera; y también para ver si se había arrepentido, pero no. El día 16 viaja a la ciudad en donde vive el médico que se lo practicaría, y allí le hicieron una ecografía y le dijeron que estaba de 8 semanas y 2 días. También le realizó un tacto vaginal y otras cosas más, y a raíz de eso, programó la cirugía que sería al día después y el costo.

Su madre nunca le habló sobre si estaba arrepentida, solamente habló con su prima (que viajó con ellas) diciendo que para ella era mejor hacer esto. En cambio se sentía tan mal, que no podía hablar, ni pensar, ni reír, se sentía y se siente como la asesina de su hijo. Era su primer embarazo y con él su ilusión y su vida, ya que con su novio lo estaban buscando desde hace tiempo, pero les llegó justo en el momento en que peor situación económica se encontraban. Bueno el día de la cirugía (17 de enero) los enfermeros le pusieron la anestesia general, y ya tenía una idea de todo lo que le iban a hacer porque ella había estudiado durante poco tiempo para ser instrumentista quirúrgica. Y cuando se despertó de la anestesia, le terminó agradeciendo a la anestesista el hecho de que ella también siguiese viva y no hubiera muerto en la intervención. Ese momento fue horrible para ella , ya que al despertar no sabía qué hacía allí, pero cuando recapacitó solamente lloró y lo sigue haciendo hasta el día de hoy. Aún sangra después del aborto y tiene muchos dolores de útero y vaginales. Pero más le duele el corazón y el alma, porque se siente culpable, se hace reproches a ella misma y a su madre. Y se odia porque dejó que mataran a la única personita que le había hecho tan feliz. Para terminar, les aconsejo a todas las que estén embarazadas que sí su embarazo no corre ningún tipo de riesgo y tampoco fue producto de un acto delictivo, como lo dice la ley, que no aborten, que sigan adelante, que es mejor tenerlo y no cargar con el peso que trae saber que permitiste que asesinaran a tu pequeño hijo, que no tuvo la culpa y tampoco pidió nacer. Y así también le acabaremos el trabajo a todos aquellos que se prestan a matar una vida.

Quisiera comenzar con una carta que fue escrita por una amiga mía que conocí en Madrid y que experimentó un aborto hace algunos años. Esta es una carta que ella escribió a su hija abortada, estaba convencida de que era una hija aunque era demasiado temprano para que pudiera saberlo. Ella ahora va a los centros de aborto en Madrid y trata de aconsejar a mujeres enfrente de las clínicas de aborto...Aquí va la carta, nombró a su hija

"Hola mi preciosa hijita, tú has estado en mi mente mucho en estos días, y yo quería escribirte estos pensamientos. Pronto será tu cumpleaños, o mejor dicho, lo que hubiera sido tu cumpleaños; tendrías seis años ahora y puedo imaginar que muchacha más bonita hubieras sido.

Yo te hubiera dado una gran fiesta y hubiera invitado a todos tus amigos para celebrar contigo en tu día especial; yo hubiera arreglando tu pelo con rizos bonitos y listones, te hubiera vestido con un vestido color rosa con encaje y flores y zapatos de charol blancos; pero, mi amor, no estás aquí, estás en el cielo con todos los demás niños y niñas quienes hubieran tenido fiestas especialmente en su cumpleaños, pero tampoco las tuvieron. Estás con Jesús, que te ama mucho y a mí me ama mucho también; estoy muy contenta que te ame tanto, porque Sara, eso quiere decir que algún día, yo voy a poder tenerte en mis brazos y a ver tu cara bonita y decirte cuánto te quiero.

Hay tanto que deberías ver aquí, flores y animales y globos y nubes, yo te compraría helados y muñecas y osos de peluche, te contaría cuentos en la noche y rezaría contigo antes de dormir pero mi pequeñita, tú te dormiste hace mucho tiempo, hace seis años. Si yo supiera entonces lo que sé ahora en cuanto al aborto, tú estarías en mis brazos ahora, pero yo era joven e inexperta y tu mamá puso su confianza en alguien que la mal aconsejó, así que te maté Sara antes de que tuvieras la oportunidad de nacer. Me arrepiento tanto de

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