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Politica Exterior


Enviado por   •  16 de Abril de 2012  •  5.585 Palabras (23 Páginas)  •  1.081 Visitas

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Se basó además la política exterior Calderista en la promoción de la unidad latinoamericana y el nacionalismo democrático, promulgando a la vez la defensa de la soberanía sobre los recursos naturales de las naciones del Tercer Mundo, para asegurar que el producto de su explotación fuese destinado a su propio desarrollo.

Una vez consolidada la plataforma democrática en lo interno, el gobierno se propuso ampliar los nexos con el exterior, tratando de revertir los efectos causados por la política exterior de Betancourt. Se establecieron entonces relaciones diplomáticas con países de las más variadas inclinaciones ideológicas, entre los que destacan la República Popular de Hungría (1969), la República Democrática y Popular de Argelia (1971), Australia (31.5.1973); también se reanudaron con países como Perú (1969), Argentina (1969), la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (1970).

La política exterior de Caldera se centró también en la búsqueda de una solución a la controversia limítrofe mantenida con las Repúblicas de Colombia y Guyana, por lo que se optó por continuar las negociaciones sobre la delimitación de áreas marinas y submarinas con Colombia y diferir las discusiones con Guyana durante un lapso de 12 años, mediante la firma del llamado Protocolo de Puerto España firmado en 1970 tras el vencimiento del Acuerdo de Ginebra de 1966.

En marzo de 1974, Carlos Andrés Pérez asumió la presidencia de la República bajo condiciones internas que dieron a las relaciones exteriores de Venezuela un nuevo rumbo. En general se trató de una actitud de ampliación de las iniciativas adelantadas durante el período de gobierno de Caldera.

Esta actitud obedeció primordialmente a hechos de carácter económico entre los que destaca el estallido de la guerra árabe-israelí de 1973, pues dicho conflicto provocó un inesperado aumento en los precios del petróleo. Este acontecimiento fue complementado más tarde en Venezuela con la nacionalización petrolera en 1974.

Desde el punto de vista institucional se fortalecieron las relaciones con los países miembros de la OPEP y se declaró abiertamente la importancia de la riqueza petrolera como herramienta para establecer un nuevo orden económico internacional que permitiera el desarrollo de las naciones del Tercer Mundo.

La extensión de la política pluralista iniciada por Rafael Caldera se expresó en el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba en 1974. Como nota negativa se destacó un incidente diplomático que causó la suspensión de relaciones con Uruguay en 1976.

El diálogo Norte-Sur propuesto también por Caldera fue parcialmente sustituido por el entendimiento Sur-Sur. Con este fin, el presidente Pérez visitó gran número de países, entre los que se encuentran: Perú (1974), Colombia (1975, 1977 y 1978), México (1975), Panamá (1975 y1978), Argelia (1975), República Dominicana (1976 y 1977), Brasil (1977), Reino de Arabia Saudita (1977), Irak (1977) Irán. Visitó además España (1976), la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (1976), Italia (1976), Gran Bretaña (1976) y la Santa Sede, siendo el primer mandatario venezolano que lo hizo (1976).

En 1979 llegó a la presidencia Luis Herrera Campins inaugurándose otra etapa en la política exterior venezolana. A la base doctrinal fundada por Rafael Caldera se adicionó un nuevo principio: el de la institucionalización de la libertad y la democracia.

Esta orientación significó un paso decisivo del gobierno para promocionar el ascenso al poder de gobiernos demócrata-cristianos en el área de Centroamérica y el Caribe. Esta política, apoyada inicialmente por Estados Unidos, se abandonó tras la derrota de José Napoleón Duarte y el triunfo de un sector ultraderechista en El Salvador.

Un cambio circunstancial de orientación fue evidente durante la guerra de las Malvinas, en 1982, cuando Venezuela ofreció su apoyo absoluto a la dictadura militar que gobernaba para ese momento en Argentina. Respecto a la política de fronteras, el gobierno se vio en la obligación de sortear el problema de la delimitación marítima con Colombia, y la reclamación del Esquivo. Sobre lo primero, se logró en octubre de 1980 un proyecto de acuerdo, conocido como Hipótesis de Caraballeda el cual fue rechazado por considerarse que lesionaba la integridad territorial del país en el área del golfo de Venezuela.

En cuanto a la reclamación del Esquivo, se decidió no prorrogar el Protocolo de Puerto España. En el plano diplomático, Herrera Campins visitó Costa Rica (1980), Honduras (1980 y 1982), México (1981), Nicaragua (1980 y 1982), Colombia (1983) y la República Federativa de Yugoslavia (1983).

La grave crisis económica originada en 1983 como consecuencia de la caída de los precios del petróleo, unida a una fuerte devaluación del Bolívar en relación al Dólar, llevó al gobierno de Jaime Lusinchi a dejar en segundo plano el desarrollo de una política exterior estructural, por lo que el desarrollo fue coyuntural.

Aun cuando se preservaron los principios básicos de la diplomacia desarrollada en la década de 1970, reivindicados por la Cancillería de Herrera Campins en la segunda mitad de su administración, la política exterior no mantuvo la misma profundidad, debido a las dificultades económicas ya señaladas.

Se intensificaron los viajes de las misiones económicas que buscaban un acuerdo de refinanciamiento de la deuda con la banca acreedora internacional. Las relaciones con Uruguay se reanudaron en 1985. Las relaciones con Colombia alcanzaron un punto crítico en agosto de l987, a raíz del incidente causado por la corbeta OARC Caldas al penetrar en aguas del golfo de Venezuela. Jaime Lusinchi visitó distintos países como Colombia (1986), Trinidad y Tobago (1986), España (1986), Portugal (1986), México (1987), Guyana (1987) y Brasil (1988).

Carlos Andrés Pérez asumió nuevamente la presidencia del país en 1989, reorientando la política exterior venezolana de acuerdo con el nuevo orden político mundial establecido tras el final de la Guerra Fría. Casi desde el inicio de su gestión, Pérez emprendió una serie de visitas oficiales a distintos países, como Estados Unidos, Hungría , Bolivia, Argentina, Uruguay, Costa Rica, Colombia , Chile, Brasil, España , Francia , la República Federal de Alemania. Pese a este enorme esfuerzo diplomático, la política exterior de Pérez no pudo desarrollar los lineamientos planeados, que consistían en un nuevo enfoque de la integración latinoamericana, el fortalecimiento de la diplomacia comercial, la cooperación Sur-Sur, y el diálogo Norte-Sur.

Los desórdenes públicos de febrero de

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