Relacion Entre Lo CONCIENTE Y Lo INCONCIENTE
GregoryMarcano7 de Marzo de 2012
585 Palabras (3 Páginas)933 Visitas
Relacion Entre Lo Consciente E Inconsciente
Relación entre lo consciente y lo inconsciente: El sujeto se determina consciente y activamente a obrar, después de haber juzgado la conveniencia de hacerlo. La acción voluntaria es, por ello, una acción consciente, porque incluye un juicio intelectual en su estructura íntima: la objetivación cognoscitiva está presupuesta y como inmersa en la actividad de la voluntad, que es siempre un “tender juzgando”. Los inconscientes, aunque condicionan decisivamente la conducta del individuo, suelen expresarse de un modo patológico (fobias, manías…). En cambio, los motivos conscientes son aquellos que el sujeto conoce y es capaz de dominar. A la moral le interesan exclusivamente los motivos conscientes, porque expresan la decisión libre de la persona. Esta consideración es importante, porque a la hora de determinar o valorar la acción motivada inconscientemente, tendremos que considerarla con esa condición: condicionada, no libre; por tanto, no le corresponde a la ética el análisis de su comportamiento, sino a la psicología o a la sociología. El término inconsciente es el más popular del psicoanálisis, hasta el punto que identifica al psicoanálisis mismo. Los psicoanalistas prefieren explicar el inconsciente como una dimensión de lo psíquico, radicalmente diferenciada de la conciencia aunque vinculada con ella, o también con las expresiones verbales del sujeto que se infiltran a través del discurso. La idea del inconsciente llega al psicoanálisis a través de dos caminos_ : la filosofía y la psicología de la época. En síntesis, se podr4ía concebir lo inconsciente como una degradación de la conciencia. Esta idea se encuentra ilustrada en la ya famosa metáfora de la linterna : . La zona central de la luz es la representación de la conciencia ; la zona de progresiva degradación de la luz se identifica con lo inconsciente.
¿Qué es la conciencia?
La conciencia es una innovación relativamente reciente cuyo funcionamiento todavía estamos tanteando en la vida cotidiana. No es de extrañar que actualmente vivamos en un mundo donde impere la parte animal del ser humano sobre su parte, digamos, más civilizada.
La conciencia nos proporciona la dimensión subjetiva, aquella dimensión que nos permite decir que vemos una noche estrellada. Ya no sólo vemos la noche sino que focalizamos la atención en ella y así podemos ser tremendamente eficientes en nuestra relación con ella (por ejemplo, mediante la astronomía). La consciencia selecciona una parcela relativamente pequeña de elementos y puede procesarla exitosamente mediante el pensamiento, la memoria, la percepción, el aprendizaje, etc. Otra de las utilidades de la consciencia es que nos permite, en palabras de John A. Bargh “viajar en el tiempo”[2]. Es decir, podemos retornar al pasado y repensarlo al igual que podemos preveer el futuro y organizarnos según nuestras expectativas. De esta forma la conciencia nos ha agrandado el horizonte temporal, nos ha liberado, en cierta manera, del instante. No obstante, como veremos, esto sería absolutamente así de no existir el inconsciente.
El inconsciente
La experimentación que se ha llevado a cabo sobre el inconsciente suele basarse en el paradigma de disociación y que consiste en la diferencia constatada entre el procesamiento de información (operativizado, por ejemplo, mediante registros neuropsicológicos) y el procesamiento de información consciente y que el individuo especifica directamente. Así pues, se considera que ha habido cognición inconsciente cuando se ha procesado información que el individuo no ha podido especificar. Este paradigma, materializado sobretodo a partir del efecto priming[4], es utilizado sobretodo en el estudio de la percepción y la memoria inconsciente, no obstante, en el caso del estudio del aprendizaje y el pensamiento inconsciente la cuestión se complica
...