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Revolución Verde


Enviado por   •  18 de Mayo de 2012  •  3.145 Palabras (13 Páginas)  •  868 Visitas

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Revolución Verde

Involucro un adelanto tecnológico en el sector agrícola, y en el menor grado a la ganadería. Comienza en México con la participación del estadounidense Norman Borlaug, siendo parte de la fundación Rockefeller, Junto a colaboradores mexicanos. Después de la segunda guerra mundial, se vieron en la necesidad de producir mayores cantidades de alimento bajo el supuesto de abastecer a las poblaciones hambrientas del mundo, paso que llevaría a la agricultura a dar un giro sin precedentes en la historia y que impulso a las naciones dominantes a un nuevo proceso de industrialización y en detrimento de las naciones periféricas.

La Revolución Verde apareció en los años 60 en el entorno de los alimentos y la agricultura como solución para atenuar el hambre en el mundo y consistió en la obtención de variedades agrícolas muy productivas pero con el uso de tecnologías altamente dependientes y costosas; este incremento se ha conseguido, principalmente, sin poner nuevas tierras en cultivo, sino aumentando el rendimiento por superficie, es decir consiguiendo mayor producción por cada hectárea cultivada. Para conseguirlo, se implementaron medidas, entre las cuales aparecen como principales la aplicación de fertilizantes químicos, pesticidas, herbicidas y técnicas de riego.

El objetivo de este movimiento era aumentar la producción de alimentos gracias a la magia de los productos químicos y la ingeniería genética, introduciendo nuevas tecnologías agrícolas.

El mito de la Revolución Verde es éste: las semillas milagrosas que produce multiplican la cosecha de cereales y por lo tanto son la clave para terminar con el hambre en el mundo. Mayor rendimiento significa mejores ingresos para los agricultores pobres, que así podrán salir de la miseria, y más cantidad de alimentos implica menos hambre en el planeta. Ocuparse de encontrar las causas que llevan a la pobreza y al hambre lleva demasiado tiempo y la gente está muriendo desnutrida ahora. Así que debemos hacer lo que podemos en lo inmediato: incrementar la producción.

El mejoramiento de semillas a través de la experimentación es algo que se intenta hacer desde el comienzo de la agricultura, pero el nombre de Revolución Verde fue acuñado en la década del 60 para destacar que se había encontrado una solución particularmente eficaz. En buena medida, estas "variedades modernas" producían más que las tradicionales gracias a un riego más controlado y al uso de fertilizantes petroquímicos, lo cual hizo posible una conversión más eficaz de los insumos industriales en alimento. Las semillas "milagrosas" se difundieron rápidamente en Asia gracias al importante apoyo de los Centros Internacionales de Investigación Agrícola creados por las Fundaciones Ford y Rockefeller, y al poco tiempo también se desarrollaron nuevos tipos de arroz y de maíz.

Luego de tres décadas de rápida expansión de los milagros de la Revolución Verde, en la década del 90 aún había cerca de 786 millones de personas con hambre en todo el mundo. Desde principios de los años 80, a través de las imágenes que empezaron a mostrar los medios de comunicación, Occidente es consciente de que hay hambrunas en Africa. Pero hoy vive en ese continente menos de la cuarta parte de los habitantes del mundo que tienen hambre. En Asia, precisamente donde las semillas de la Revolución Verde tuvieron más éxito, viven dos tercios de las personas subalimentadas del mundo.

El total de alimentos disponibles por persona en el mundo en desarrollo creció 11 por ciento en esas dos décadas, mientras que el número de personas desnutridas bajó de 942 millones a 786, una disminución de 16 por ciento.

Estos fueron los logros, y los defensores de la Revolución Verde asumieron alegremente la responsabilidad.

La Revolución Verde o cualquier otra estrategia de aumento de la producción de alimentos para aliviar el hambre en el mundo depende de las reglas culturales, económicas y políticas de los pueblos. Estas normas son las que determinan quién se beneficia como proveedor del incremento de producción.

Es decir, hay que saber la tierra y los cultivos de quién prospera y quién se beneficia como consumidor de dicho incremento, lo cual equivale a saber quién consigue los alimentos y a qué precio.

La Revolución Verde convierte a la agricultura en petrodependiente. Algunas de las semillas desarrolladas últimamente rinden más aún sin insumos industriales, pero los mejores resultados requieren cantidades adecuadas de fertilizantes químicos, plaguicidas y agua. Así que, a medida que se extiende el uso de las nuevas semillas, los petroquímicos se vuelven parte de la agricultura. La cantidad de producción agrícola por tonelada de fertilizante utilizado disminuyó dos tercios durante los años de la Revolución Verde.

Los agricultores necesitan cada vez más fertilizantes y plaguicidas para lograr los mismos resultados con el paso del tiempo porque los métodos de producción altamente dependientes de los abonos químicos no conservan la fertilidad natural del suelo y porque los plaguicidas generan plagas cada vez más resistentes. Además, quienes obtienen ganancias por el incremento en el uso de dichos productos químicos temen a las organizaciones sindicales y aprovechan su riqueza para comprar tractores y otras máquinas, aunque las nuevas semillas no lo requieren. Este cambio lleva a la industrialización de la producción.

Una vez alineada en el camino industrial, la agricultura cuesta más cara. Por supuesto, puede ser más rentable, pero sólo si los precios que consiguen los productores por lo que ofrecen son más altos que el costo de los petroquímicos y la maquinaria. Los defensores de la Revolución Verde aseguran que los agricultores de todo tipo de tierras obtienen ganancias netas una vez que adoptan las semillas más rendidoras. Pero los últimos estudios muestran otra cosa: la inversión en fertilizantes y plaguicidas parece aumentar a mayor velocidad que las cosechas.

Existen cada vez más pruebas de que el modo de producción que promueve la Revolución Verde no es ecológicamente sustentable, ni siquiera para los grandes productores. Los propios investigadores de esta corriente avisaron en la década del 90 que algo alarmante sucedía. Luego de un crecimiento muy importante en las primeras etapas de la transformación tecnológica, las cosechas empezaron a disminuir en varias partes donde se había implantado dicho estilo.

El fenómeno se debe a cierto tipo de degradación del suelo a largo plazo que aún no ha sido entendido por los científicos.

Allí donde el rendimiento no empezó a decrecer, el crecimiento se está enlenteciendo

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