Salud Mental Forense
Pao06886 de Agosto de 2014
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¿Qué es la psiquiatría forense? El nombre implica una rama de la psiquiatría conectada con, o seguida en los tribunales de justicia. Otras especialidades médicas han trascendido el sentido literal de su nombre; por ejemplo: Los cirujanos ortopedistas ya no restringen sus actividades a niños lisiados. Algunos, sin embargo, podrían limitar la psiquiatría forense a lo que su nombre indica: la aplicación de la psiquiatría a evaluaciones para efectos legales (Pollack, 1974; Weinstock et al, 1994). Esta es una visión empobrecida, restringe nuestra especialidad a actuar exclusivamente como servidumbre para las cortes. La psiquiatría forense en los procesos de corte, con demasiada frecuencia, hacer frente a una lucha desigual para mantener la dignidad de un médico experto contra las abrumadoras presiones, ambas, institucionales como fiscales, para convertirse en “la pata de gato” del abogado.
Trabajar exclusivamente para, y en, los tribunales de justicia podría incrementar la vulnerabilidad del practicante ante dicho uso. Por el contrario, tener una experiencia y práctica firmemente arraigadas en la práctica clínica alejada de la arena legal puede ofrecer un elemento de independencia mayor y una base más firme para la experiencia demandada.
La salud mental forense definida más ampliamente es un área de especialización que, en el ámbito/esfera criminal, envuelve la evaluación y el tratamiento de aquellas personas que sean ambos, mentalmente desordenadas y de aquellas cuyo comportamiento ha o pudiera inducir a la delincuencia. En el ámbito/esfera civil la salud mental forense tiene un rol más complejo, no sólo enfocada en la evaluación y tratamiento de aquellas personas que sufran de daños potencialmente compensables sino también brindar asesoría a las cortes y tribunales en competencia y capacidad. Los documentos en esta sección especial de la revista se enfocarán en las actividades del profesional en la salud mental forense relacionada directamente a un comportamiento violento y criminal.
Definir la psiquiatría forense en términos de evaluación y tratamiento de delincuentes mentalmente anormales delinea un área de preocupación que potencialmente podría hundir gran parte de la salud mental. El comportamiento criminal en común en toda la comunidad, y entre los adolescentes se acerca a la universalidad. Incluso condenas criminales se propagan ampliamente a través de la sociedad e incluso más ampliamente entre las personas con desórdenes mentales (Taylor & Gunn, 1984; Hodgins, 1993; Wessely, 1997; Wallace et al, 1998). Los límites de la salud mental forense necesitan un marcador más claro que el comportamiento ofensivo, o incluso las condenas criminales entre gente con desórdenes mentales. Tales límites están en el proceso de ser definidos y redefinidos en la fase actual de rápidos cambios y el desarrollo que se está apoderando de los servicios de salud mental forense a lo largo del occidente.
En la práctica, con frecuencia los pacientes son orientados a los servicios de salud mental forense cuando la naturaleza de sus crímenes o la aprehensión creada por su comportamiento, es tal que abruma la tolerancia o la confianza de profesionales en los servicios de salud mental forense. Actualmente las crecientes tasas de referencia a los servicios forenses están siendo alimentadas, en parte, gracias a la creciente ansiedad sobre el potencial de comportamiento violento en ciertas categorías de pacientes. En parte es también impulsado por la emergente cultura de culpar a aquellos profesionales que temen ser considerados responsables por fallar en proteger a sus conciudadanos del atemorizante, o francamente violento, comportamiento de aquellos quienes han estado a su cuidado. El cambio para los servicios de salud mental que están basados en la comunidad y que cuentan con las instalaciones de internado para pacientes en unidades de hospitalización general
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