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Sistema Esqueletico


Enviado por   •  17 de Noviembre de 2013  •  738 Palabras (3 Páginas)  •  751 Visitas

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El sistema esquelético está compuesto por los huesos y articulaciones, constituyendo el elemento de sostén, protección y movimiento del cuerpo humano. Entre otras funciones sirve como reserva de calcio, fosforo, sodio y otros elementos; y alojar la medula ósea con función hematopoyética.

El esqueleto humano adulto consta de 206 huesos con nombre, muchos de ellos en número par a los lados izquierdo y derecho del cuerpo. Los huesos se agrupan en dos divisiones principales: los 80 huesos del esqueleto axial y los 126 del esqueleto apendicular. El eje (axis) longitudinal o centro del cuerpo humano es una línea vertical que pasa por el centro de gravedad del cuerpo, que se extiende desde la cabeza hasta el espacio que hay entre los pies. El esqueleto axial comprende los huesos dispuestos a lo largo de tal eje: huesos del cráneo, huesecillos del oído, hueso hioides, costillas, esternón y huesos de la columna vertebral. El esqueleto apendicular incluye los huesos de las extremidades (miembros) superiores e inferiores, así como los huesos de las cinturas que las conectan con el esqueleto axial

Esqueleto axial: 80 huesos

Cráneo: 22 huesos

Columna vertebral: 32-33 huesos

Caja torácica: 25 huesos

Esqueleto apendicular: 126 huesos

Cintura escapular: 4 huesos

Extremidad superior: 60 huesos

Cintura pelviana: 2 huesos

Extremidad inferior: 60 huesos

Huesos

Los huesos constituyen junto con los cartílagos el armazón rígido que da forma y sostiene al cuerpo, y funcionan como formadores de células sanguíneas y almacén de minerales.

El tejido óseo se compone de células óseas y matriz. Las células óseas se clasifican en:

Osteoblastos: son las células que constituyen los huesos, sintetizan los componentes de la matriz del tejido óseo e inician el proceso de calcificación.

Osteoclastos: son células grandes formadas a partir de la fusión de 50 monocitos, ubicadas en el endostio. Producen destrucción del hueso por medio en enzimas lisosomicas para permitir el desarrollo, crecimiento, mantenimiento y reparación normales de los huesos.

Osteositos: son células maduras del tejido óseo, derivan de los osteoblastos atrapados en la matriz, cumplen la función de intercambio de nutrientes con la sangre.

La matriz está compuesta por 25% agua, 30% fibra proteica y 45% sales minerales (principalmente fosfato y carbonato de calcio). El 70% del peso óseo es atribuible a los minerales, como el calcio, fosforo, hierro, magnesio, sodio, potasio, flúor y cloro. La dureza de los huesos depende de las sales minerales cristalizadas que contiene, y su flexibilidad responde a las propiedades de las fibras de colágeno.

Estos minerales son constantemente intercambiados y reemplazados a través del torrente sanguíneo en solo minutos. Así, el hueso resulta ser una estructura viva que responde a los estímulos del medio. Se comprueba que una persona con una vida activa (es decir con actividad física) almacena mayor cantidad de calcio que una persona sedentaria, ya que al “no necesitarlo” lo dona nuevamente al torrente sanguíneo y el hueso se descalcifica, dejando la posibilidad de que aparezca la enfermedad conocida como osteoporosis.

Tipos de huesos

Según su forma se clasifican en largos, cortos, planos e irregulares.

Los huesos largos son aquellos en los que predomina la longitud sobre la anchura y el grosor. Todos los huesos largos se forman principalmente con tejido óseo compacto en la diáfisis, si bien contienen cantidades significativas de tejido de hueso esponjoso en las epífisis. En este tipo de huesos, se incluyen los del muslo (fémur), pierna (tibia y peroné), brazo (húmero), antebrazo (cúbito y radio) y dedos de las manos y pies (falanges).

Los huesos cortos son aquellos en los que no predomina ninguna de las tres dimensiones, y presentan un aspecto cubico con anchura y longitud casi iguales. Se componen de tejido óseo esponjoso, excepto en su superficie, que cuenta con una capa delgada de tejido óseo compacto. Entre los ejemplos de huesos cortos, están los de la muñeca o carpo (excepto el pisiforme, que es un hueso sesamoideo) y los del tobillo o tarso (salvo el calcáneo, que es un hueso irregular).

Huesos planos, son delgados y de aspecto curvo. Están compuestos de dos placas casi paralelas de tejido óseo compacto que envuelven a otra de hueso esponjoso. Los huesos planos brindan protección considerable y tienen áreas extensas para la inserción de músculos. Entre ellos están los del cráneo, que protegen el encéfalo; el esternón y las costillas, que protegen las vísceras del tórax, y los omóplatos (escápulas)

Huesos irregulares, por sus características morfológicas no pueden ubicarse en ninguna otra clasificación. Es variable su contenido de tejido óseo esponjoso y compacto. Este grupo abarca las vértebras y algunos huesos de la cara.

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