Superficiales

Los caminos vitales

¿Qué esta haciendo internet con nuestras mentes?

“Superficiales”

Nicholas Carr

Friedrich Nietzsche contemplado como uno de los pensadores más influyentes del siglo XIX se enfrentó con un accidente al caerse de un caballo, esto haría que al momento de escribir sus obras, un dolor de cabeza inexplicable lo aturdiera, al no soportarlo encargó una maquina de escribir de la época, esta máquina sería una revolución al pensamiento y sentimiento con los que él escribía. Tiempo más tarde su amigo Koselitz citaría “Nuestros útiles de escritura participan en la formación de nuestros pensamientos”. De este modo Nietzsche tuvo que adaptarse al cambio, es decir, su cerebro percató cada uno de los cambios y situaciones por las que pasaba.

Así, gracias a Nietzsche y otros personajes resaltantes se puede hallar la manera de cómo el cerebro humano trabaja, aprende y visualiza toda una vida, desde el nacimiento a su muerte.

Al mismo tiempo, pero en lugar diferente, Sigmund Freud investigaba la composición del cerebro y decía “El cerebro está formado por muchas células diferentes y que los espacios entre ellas daban lugar a la memoria y pensamientos”, sin embargo, abandonaría su teoría por problemas familiares y económicos. Más tarde, regresó y comprobó que estás células en el cerebro llamadas “neuronas” hacen que el hombre pueda sentir, experimentar, evolucionar y pensar gracias a las interacciones electroquímicas que generan.

Esta constatación generó controversia ya que Freud no fue el único que habló sobre la forma de transformación del cerebro, William James en su obra “Principios de psicología” también comenta acerca de la adaptabilidad del órgano, tiempo más tarde las ideas lograron congeniar, gracias al escrito de Freud “Proyecto de psicología científica” cuyo punto principal es el aprendizaje de las situaciones por medio de experiencias.

Por otro lado, el padre de la filosofía moderna: René Descartes, aportó que existen dos tipos de cerebro, el físico y el etéreo, es decir existe un “yo, subconsciente” más allá del universo, hay una separación entre la teología y la ciencia; mientras que en el siglo de las luces, el cerebro seguía viéndose como una máquina de vapor y la parte subconsciente se le denominó lógica. Tiempo después la metáfora de la máquina de vapor o pensante, se amplió y reforzó con la llegada del ordenador “la máquina pensante”, circuitos cableados grabados en un microprocesador. Una nueva era había comenzado…

Para seguir descifrando el misterio de la funcionalidad del cerebro arribó el neurólogo Michael Merzenich, enfocando su estudio en la cartografía cerebral y aportaciones en cuanto a los estímulos eléctricos y finalmente el eléctrodo, concluyendo que la estructura del cerebro adulto es fija, no obstante, se comprueba la plasticidad del cerebro a través de experimentos con el sistema nervioso ante cambios externos e internos.

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