Un extracto de la historia
fernanda1232Informe30 de Mayo de 2012
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Justino, lo perseguían, y busco refugio con su hijo, en el monte de Palo de Venado. Su esposa lo dejó, pero no le intereso.
Se creo fama en el pueblo, y tampoco allí era muy bien recibido.
Toda su vida se la paso allí refugiado, escondido, y alejado del pueblo.
Un día, cuando menos pensaba, cuatro hombres lo encontraron, lo amarraron, y lo llevaron al pueblo; a donde se encontraba el coronel, quien diría que se haría con el.
Cuando llega con el corone, le suplica que no lo maten, que no a hecho nada malo, que dejen que dios le aplique su condena, pero que por piedad no lo mataran.
Pero nunca se imagino que aquel coronel, era el hijo, de su compadre, Don Lupe, y quien le reprocha, que el es el culpable, de que su padre no estuvo con el, cuando mas lo necesito, y piensa que quien cometió ese delito lo debe pagar de la misma forma que su padre.
Así pues, ordena lo amarren, le den algo de beber para que se emborrache, y lo fusilen.
Su hijo, regresa por el, lo sube a un burro, lo amarra bien, y se lo lleva, diciendo que sus nietos y su nuera lo extrañarían mucho, y no creerían que fuera el, ya que llevaba la cara, completamente desconfigurada, de tantos tiros de gracia, que le habían dado a su padre.
En una ocasión; en una prada de un tren viejo, se encuentran un viajero, y un viejo ferrocarrilero que apareció de la nada.
Era la hora exacta en que debía partir el tren, con destino a algún lugar marcado en el boleto del viajero.
Parecía que en aquella prada del tren, nadie se había acercado desde hace años, es mas, parecía que sobre aquellas viejas vías, un tren, no podría pasar.
Aquel ferrocarrilero, se acerca a el, y amigablemente, pregunta que destino lleva. Aquel viajero, responde que va a ciudad “X”.
El viejo le pide el boleto, y al verlo, le recomienda que sería mejor buscar alojamiento en una casa de huéspedes, y esperar, dos, tres, cinco, diez, veinte, o mas días, para que llegar el tren que tenia que abordar, y que no tenia hora fija para que ese tren llegara a aquella parada.
El viajero, asustado, le dice al ferrocarrilero que por favor le ayude, que tiene que llegar a ese destino, ese mismo día, y que no puede llegar después. El le recomienda que se tranquilice y que esperé, con surte y paría un tren ese día.
No te preocupes, -eran las palabras del ferrocarrilero- quizá no conozcas el funcionamiento de este ferrocarril, te explicare.
Este servicio, no tiene, ni hora ni destino, además, la gente que lo aborda, la mayoría de las veces nunca baja, y empieza a hacer su vida sobre el vagón que se le a sido asignado. Otras personas, prefieren, bajar en el lugar que mas les agrada; hay ocasiones, que por sobrepoblamiento en los vagones o las ciudades, los trenes son desviados y obligados a perderse en algún bosque, selva o desierto, y tienen que hacer una nueva sociedad con los tripulantes de aquel viaje.
Creo que no te debes de asustar, y mejor deberías ir pesando que vas a hacer cuando sea el momento de que abordes el tren, el viajero después de escuchar tantas cosas extrañas, pregunta que objeto tiene hacer eso, el ferrocarrilero responde que solo son trampas de la empresa, que buscan disminuir la ansiedad de viajar y hacer que los usuarios caigan en una empresa omnipotente como esclavos.
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