VOLUNTAD GENERAL EN LA ADOPCIÓN DE UNA NUEVA CONSTITUCIÓN

“ELEMENTOS PRIMORDIALES PARA REPRESENTAR LA VOLUNTAD GENERAL EN LA ADOPCIÓN DE UNA NUEVA CONSTITUCIÓN”

Jean-Michel Arroyo

        A propósito del proceso constituyente que es llevado a cabo por el Gobierno, es que debemos pensar acerca de la forma en que este marco jurídico trascendental recogerá la voluntad general de manera de establecer una Constitución en el sentido material que haga eco de lo que el pueblo en su mayoría desee y que también sea capaz de representar a diferentes colectivos y aspectos técnicos.

El proceso constituyente ya va en su segunda fase, y éste no está siendo un proceso abiertamente popular en que la mayoría de las personas se encuentren informadas y que hayan participen realmente en los cabildos, sino que al contrario, el proceso no ha sido capaz de llamar gran atención de ni la mitad de la masa popular y eso se ve reflejada en su escasa participación. Esto se debe principalmente a que no se ha hecho una publicidad mediática equivalente a la importancia que el proceso conlleva y también a que en nuestro país no existe una cultura cívica que sea capaz de educar de la trascendencia de concurrir a la creación y/o modificación de nuestra base normativa. Naturalmente estos problemas no son de fácil solución, puesto que como sabemos, los medios responden a lineas editoriales que tienen vínculos con sectores de la sociedad que promueven el status quo y que el problema educacional no solo traspasa los confines de las aulas de los colegios y universidades, sino que también hay que educar a todo un pueblo sin cultura cívica, tarea que es compleja por razones materiales y motivacionales de los agentes pasivos.

 Por estas razones, este proceso de participación ciudadana que se está llevando a cabo no está reflejando por ahora los intereses reales de la población, sino que cuando culmine, va a representar las preferencias y acuerdos de las personas interesadas en ella, es decir, de la elite intelectual, política y económica.

Además, este proceso debería contar con una cuota relevante y vinculante de todos los sectores políticos, sociales y económicos para representar a sus respectivo colectivos, de manera que no solo se vea representada la mayoría de individuos particulares, sino que también hacer de este un acuerdo colectivo entre colectivos. Se hace necesaria su participación puesto que los colectivos agrupan a ciertas ideas políticas, económicas, sexuales, raciales, de género, morales y demases, que merecen una discusión razonable que no cumpla con una regla mayoritaria, sino que cumpla con criterios racionales de discusión, con el fin que se vean también recogidas aquellas ideas que deben servir de contrapeso al acuerdo de los comunes.

De igual forma, al tratarse de la norma básica del sistema jurídico, se debe tener un debate jurídico que adopte, represente y aconseje a los estamentos anteriores respecto de la  forma que el cuerpo jurídico debe presentar. Esto es, que exista una discusión académica acerca de las diferentes  elaboraciones jurídicas que deben adoptar, de las disposiciones que deben contener, de su estructura, su coherencia y cohesión con el ordenamiento que no se desee modificar, así como sus métodos de cambio y todo lo que merezca una respuesta técnica desde el prisma jurídico.

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