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Volver A La Luna


Enviado por   •  7 de Marzo de 2015  •  3.029 Palabras (13 Páginas)  •  200 Visitas

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Volver a la Luna

Guadalupe Álvarez

Volver a la Luna

Antígona Segura Peralta

La última vez que un ser humano pisó la Luna fue hace 34 años. Un controvertido y ambicioso proyecto planea el regreso de terrícolas a nuestro satélite entre 2015 y 2020, precedido de varias misiones no tripuladas.

20 de julio de 1969. Los ojos de la humanidad estaban puestos en la Luna, pero nadie miraba al cielo: la gente tenía puesta la atención en sus radios y televisiones mientras el comandante Neil Armstrong apoyaba el pie en la superficie lunar. “Un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”, dijo el primer hombre en hollar la Luna. Pese a la generosidad incluyente de la frase de Armstrong, no fue la bandera de la humanidad la que quedó clavada en la Luna, sino la de Estados Unidos. El mensaje era claro: ese país daba muestra de su poderío en plena Guerra Fría y dejaba atrás a los rusos en la carrera espacial. La decisión de ir a la Luna no la habían tomado los científicos, sino el presidente estadounidense John F. Kennedy. Sin embargo, no todo fue política: la comunidad científica aprendió mucho acerca del origen de nuestro satélite y de la formación del Sistema Solar gracias a las muestras de suelo lunar que aportaron la misión Apolo 11 y las seis misiones tripuladas que le siguieron.

La última vez que un hombre pisó la Luna fue en diciembre de 1972. Después llegaron los años 80, la caída del muro de Berlín, el fin de la Guerra Fría y Estados Unidos dejó de competir por el espacio, ya prácticamente suyo. La NASA dedicó sus esfuerzos a misiones no tripuladas a Marte, Venus y los planetas gigantes. Los científicos se creyeron liberados de la geopolítica y propusieron nuevos proyectos espaciales; entre ellos, telescopios en órbita para escudriñar el Universo.

En 2004 la Luna volvió a la mira del gobierno de Estados Unidos cuando el presidente George W. Bush presentó un documento titulado “Renovado espíritu de descubrimiento”, en el que planteó la nueva visión del programa de exploración del espacio. De acuerdo con el texto (que puede consultarse en inglés en www.whitehouse. gov/space/renewed_spirit.html), la finalidad principal de este programa de exploración es “el avance de los intereses científicos, de seguridad y económicos de Estados Unidos”. La idea de Bush es utilizar la Luna como primer escalón para enviar seres humanos a otros planetas. La ciencia y la tecnología que se deriven de la exploración de nuestro satélite servirán para explotar los recursos lunares y apoyar la exploración humana del espacio. A diferencia de Kennedy, Bush no contó con un apoyo generalizado. Hizo sus planes para la Luna a espaldas de los científicos y no consideró que la NASA estaba ocupada en dos proyectos que acaparaban buena parte de sus recursos económicos: la Estación Espacial Internacional y la nueva generación de naves que sustituirán a los transbordadores espaciales.

Los astrónomos fueron los primeros afectados por el cambio de rumbo. Diversos programas para el desarrollo de telescopios espaciales que estaban en proceso de planeación sufrieron serias reducciones de presupuesto o fueron cancelados. En cambio los astrobiólogos, quienes se dedican a buscar vida en el Universo, aprovecharon un párrafo del texto, donde se hace referencia a “búsquedas telescópicas de planetas como la Tierra y ambientes habitables alrededor de otras estrellas”, para promover la misión Terrestrial Planet Finder (TPF, Buscador de Planetas Terrestres). La cosa funcionó, pero el gusto sólo les duró dos años: en 2006 se anunció que el TPF no tendría presupuesto para 2007. La única prioridad de la NASA era volver a la Luna. ¿Qué había cambiado en ese corto tiempo?

La guerra de Irak limitó los presupuestos en otras áreas del gobierno. El incremento del presupuesto de la NASA para 2006 fue de sólo 2%. Para ajustarse a éste, se reformularon o eliminaron los proyectos que no hicieran avanzar la visión del presidente Bush o que fueran demasiado caros para la agencia espacial. Los científicos criticaron duramente el ajuste presupuestal y el nuevo enfoque de la NASA; escribieron cartas a sus representantes en el Congreso e incluso los visitaron para hacerles ver la importancia de diversos programas e investigaciones destinados a la eliminación con las nuevas políticas. La respuesta de Michael Griffin, administrador de la NASA, fue sacar a todos los científicos disidentes de los comités que dan asesoría científica a la agencia espacial.

En el transcurso de 2006 las presiones que los hombres y mujeres de ciencia ejercieron sobre el Congreso a través de sus representantes, les permitieron recuperar parte del presupuesto perdido. Michael Griffin cedió un poco y apoyó una misión para reparar y renovar el Telescopio Espacial Hubble. Por lo demás, la Luna seguía siendo el único destino posible.

Cuando la ciencia se volvió democrática

“El 68% de los participantes en una encuesta de Gallup apoya un nuevo plan para regresar a la Luna y después ir a Marte y más allá”, informa el sitio de la NASA dedicado al programa de exploración espacial. Para un gobierno enfrascado en una guerra cada vez más impopular, nada mejor que un megaproyecto como el de habitar la Luna para desviar la atención del público de los problemas nacionales. Así pues, para el gobierno de Bush la conquista de la Luna se ha vuelto una prioridad y la NASA tiene la obligación de hacer realidad los planes del presidente.

Después de la movilización en el ámbito político, a los científicos cuyos proyectos dependían del presupuesto de la NASA les quedaban sólo dos opciones: sobrevivir hasta que Bush deje la presidencia en 2009 o integrarse a la exploración lunar. Así, los investigadores que formaban parte del comité de asesoría de la agencia espacial estadounidense propusieron que la exploración de la Luna tomara en cuenta las recomendaciones que surgieran de los talleres científicos y los planes de otros países para estudiar la Luna. El Consejo Nacional de la Investigación, institución equivalente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología en México, creó el Comité sobre el Contexto Científico de la Exploración de la Luna. El Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial organizó una conferencia titulada “La astrofísica permitida por el retorno a la Luna”. La reconquista de la Luna ya tenía el aval de los científicos.

El vecino desconocido

La Luna es el cuerpo celeste más cercano a nosotros y el único que ha sido visitado

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