Impacto de la industria textil en la biodiversidad

Rafaela: Muy buenos días, soy la oradora número 1 de la casa de proposición nuestra moción es: “Esta casa está en contra de la moda rápida porque es perjudicial para el desarrollo sostenible”. Con lo anteriormente dicho cabe ahondar en el Status quo, contextualizándonos en el siglo XXI, en donde la industria de la moda ha experimentado una revolución sin precedentes: la moda rápida. La idea de la rapidez en esta industria no se refiere solo a la velocidad en la producción y venta, sino también a la brevedad del tiempo de uso. Este tipo de ropa suele hacerse con materiales de mala calidad y acabados pobres, así que muy pronto se desgasta o rompe y aunque podríamos usarla por más tiempo si hacemos algunos arreglos, hay una segunda razón que nos incita a desecharla: pasa de moda.

El modelo de negocio de la moda pasó de “producir lo que se pueda vender” a “vender lo que se produce”. Y como es de esperarse esto trajo consigo una serie de problemas ambientales y sociales.

En primer lugar, al contaminar ríos y suelos, implica una pérdida en la biodiversidad lo que a su vez tiene efectos en cadena en la estabilidad del clima, tener agua y aire limpios y asegurar la continuación del cultivo de nuestros alimentos.

La pérdida de biodiversidad en el Foro Económico Mundial de Davos (2020) fue clasificada como “el tercer mayor riesgo para el mundo”. Por eso, perder biodiversidad al ritmo que la estamos perdiendo supone estar erosionando los cimientos de nuestras economías, medios de vida, seguridad alimentaria, salud y calidad de vida en todo el mundo.

Podemos dividir en 3 grupos las áreas en donde esta industria tiene fuertes impactos en la biodiversidad:

1. La fabricación de materiales: Tanto en la producción de materiales de origen biológico como de origen artificial o sintético, se utiliza agua, energía, suelo e insumos de la naturaleza.

El uso de estos recursos proviene de la biodiversidad: árboles, agua de los ríos y acuíferos, petróleo, áreas de cultivo ( se suelen usar productos químicos tóxicos, como por ejemplo es el caso del cultivo de algodón, pues utiliza el 4% de los pesticidas y 10% de insecticidas a nivel mundial. Cabe recalcar que las abejas son particularmente vulnerables a los insecticidas utilizados en granjas de algodón como abamectina, fipronil, indoxacarb y piretroides. Dado que el 87% de los principales cultivos alimentarios dependen de la polinización animal, la disminución de polinizadores como las abejas presenta una amenaza significativa para nuestra seguridad alimentaria mundial.)

Al usar más recursos, damos menos oportunidades a los seres vivos de alimentarse, vivir y reproducirse libremente.

1. El transporte de productos: El uso del transporte de productos terminados y no terminados contribuye a la pérdida de biodiversidad debido al calentamiento global. Por ejemplo, la Comisión Europea calcula que casi una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de Europa provienen del transporte.

Antes de continuar, vale la pena recordar que nuestro sistema económico es capitalista y, en consecuencia, las empresas se instalarán en lugares donde los costos de producción se mantengan al mínimo para poder maximizar la ganancia. En el caso de esta industria los principales productores son China, Bangladesh, India, Vietnam, Indonesia y Turquía. Los principales consumidores son Estados Unidos, los países de la Unión Europea, China y Japón. Así que no es nada descabellado imaginar un escenario en el que una prenda que se vende en Estados Unidos se haya hecho en China con algodón cultivado en Egipto. Esto quiere decir que se necesitarán cientos de vehículos terrestres, aéreos y marítimos para trasladar los insumos a todos estos lugares, lo que representa otro montón de emisiones que contabilizar.

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