Lectura y comprensión. Trabajo practico

Clase1:

A- Eje de trabajo: LECTURA Y COMPRENSION.

Trabajo practico 1:

1. Leer el cuento El Sapo Verde, de Graciela Montes.

2. Caracterizar brevemente a los personajes del cuento.

3. A partir de las siguientes frases generadoras, redactar un cuento original de unas 600 palabras, como para niños de esa edad (2 a 5 años).

Ejemplos:

Mi gato Diki o…

Nico, el perro de mi amaga Juna o…

Cata, la lora del almacenero o…

Charito, la gata amarilla del barrio…

1. pregunta: ¿Qué otras actividades se animarían a promover entre los niños con su cuento o el de Graciela Montes?

Ej. Títeres, representaciones de personajes, ronda libre con canción pegadiza.

Si logra hacer la experiencia, nárrela brevemente.

2- Humberto el sapo: inseguro, se deja llevar por lo que piensan o dicen los demás de el, valiéndose de esos comentarios al punto de querer cambiar su aspecto para agradar o encajar.

Las mariposas: criticonas, burlonas, peleadoras.

Timoteo, el ratón: atento, hablador o conversador, curioso.

Mosca: curiosa, prudente.

Calandria: amable, empática.

3- En un pequeño pueblo llamado Chispita, vive una lora llamada Cata, su dueño es el almacenero del barrio, Juan.

Todos los vecinos iban a comprar al almacén, perros, gatos, ancianos, niños, jóvenes, todos.

Cata la lora es muy muy charlatana y ríe por todo, le encanta cantar, decir rimas, burlarse, hablar y hablar. Parece que el pico nunca se le cansa y no olvidemos también que es súper sarcástica.

Un lunes, al igual que todos los días Juan abre su almacén siempre acompañado por cata, ese día el primer cliente es Pocho, el vecino, un anciano muy simpático, medio ciego y sordo aunque eso no le impide darse una vuelta por allí. Siempre sale con su gato Fluffy. Fluffy es amarillo y muuy peludo, camina moviendo su pomposa cola de un lado al otro, hasta parece que va desfilando!

Como de costumbre, Cata la lora con su particular sentido del humor comienza a parlotear diciendo

• Amarillo como un girasol, agrio como un limón.

• Amarillo como hoja de otoño, feo como sambayon.

Ni bien termino de decir la última palabra comienza a reír y reír a carcajadas mientras al pobre fluffy no le alcanzaba las patas para correr a esconderse

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