El tlacuache y el tigre
adihernandez21Tarea8 de Marzo de 2023
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EL TLACUACHE Y EL TIGRE
Hubo una vez una pareja de tlacuaches. Se casaron y muy pronto tuvieron doce tlacuachitos de un tirón: doce hijos les nacieron. El tlacuache le dijo a su esposa que no podía mantener doce hijos, porque todos pedían comida. La tlacuacha contesto que haber como se las arreglaban, era su obligación como padre y si no podía solo, que buscara a alguien; un buen compadre podría echarles la mano.
Pero el pobre tlacuache no conocía a nadie que pudiera ser su compadre. Lo pensó mucho. Por fin, a su esposa se le ocurrió: - ¡Ya se quien! El tigre es catrín y puede ser nuestro compadre, yo se donde vive. ¿Por qué no le dices, a ver si acepta? El tlacuache fue hasta la cueva grande donde vivía el tigre. - ¿Qué se te ofrece? – le pregunto el tigre. – vine a pedirle que si de por favor quiere ser usted el padrino de nuestros hijos: nosotros no podemos mantenerlos solos, son muchos, no tengo modo de darles de comer.
Estaban hablando cuando se asomó el hijo del tigre: -¿Quién es ese, tan feo, que esta hablando con mi papá? Lo regañó el tigre: No digas nada porque vamos a ser compadres. Al rato se asomo la esposa del tigre y también pregunto quien estaba en la puerta. El tlacuache le explico que había venido a pedirles que fueran padrinos de sus hijos, porque les había nacido 12 a la vez y no podían mantenerlos. El tigre y su mujer lo hablaron y se decidieron a ser compadres de los tlacuaches.
El tlacuache llevo al tigre hasta su casa para presentarle a la comadre y a los ahijados. Llegaron a la casa y la tlacuacha le agradeció mucho. - ¿Qué bueno que alguien tan guapo y tan rico acepte a ser compadre de nosotros, tan pobres y tan llenos de hijos!
Le preguntaron al compadre como pensaba ayudarlos. El tigre prometió enseñarle a cazar a su compadre; así nunca les faltaría carne a sus hijos. Se fueron. El tigre iba adelante y el tlacuache iba detrás. Caminaron hasta llegar a una poza de agua. El tigre ordenó: - mire, compadre, usted se va a quedar aquí debajo y yo me voy a subir a esas piedras grandes que están arriba del pozo. Cuando vea venir algún animal, me avisa usted. Así hicieron. El tlacuache vio venir a un armadillo y le avise enseguida a su compadre.
- Ese animal esta muy feo, a mi no me sirve de comida. Al rato apareció el tejón y el tlacuache aviso. El tigre volvió a decir que era animal muy feo, que no le servía. Paso otro rato y llego la zorra. El tlacuache aviso y el tigre volvió a decir que a el no le gustaba esa comida. Al rato llego el venado y cuando el tlacuache le dijo al tigre, este contesto que no iba a comerse semejante patas flacas. Al ratito paso el jabalí y lo mismo esa comida no servía.
Paso mas rato, se acerco una vaca a tomar agua, pero el tigre tampoco la quiso: -esta muy flaca. El tlacuache estaba impaciente: nada le gustaba al tigre. - ¿pues que está esperando compadre? – usted no se aflija, compadre, no tarda en llegar la comida que queremos. En esas estaban cuando apareció un novillo bien gordo, bien grande. Apenas lo vio, el tlacuache le aviso al tigre: -¡esta si es comida de su compadre!- dijo el tigre y se lanzo sobre el toro desde arriba del peñasco.
Le cayó encima, le quebró el pescuezo. Apenas lo mato, le corto una vena para que el tlacuache bebiera la sangre. El tlacuache chupo y chupo sangre; nomas con eso se le llenó la pancita. El tigre lo invitaba para que comiera carne, pero el tlacuache estaba tan lleno que no podía comer más
Entonces el tigre le regalo un pedazo grande de carne para que se lo llevara a sus hijos. Se fueron juntos hasta la casa del tlacuache con el pedazote de carne. Cuando llegaron el tigre le dijo a la tlacuacha:
-Mire comadre, le trajimos carne. Su esposo ya comió, con la pura sangre se lleno la pancita. Quedo bien contenta la tlacuacha y le decía a sus hijos: -ahora si vamos a comer, hijos; que suerte tener tan buen padrino, que ayuda a mantenerlos-y comenzó a repartirles carne a sus hijitos.
Le dieron las gracias al tigre y el tlacuache acompaño a su compadre hasta su cueva. Fueron juntos hasta casa del tigre y el le conto a su esposa lo que había pasado: como ayudo al tlacuache, como chupo un poquito de sangre. La tigresa le dijo que estaba bien que hubiera ayudado a los compadres: de ahora en adelante ya podrían mantenerse solos porque ya les había enseñado como.
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