POESÍA "EL REGALO" DE ABRAHAM RIVERA SANDOVAL

"EL REGALO"

DEL POETA: ABRAHAM RIVERA SANDOVAL

Muy bien jovencito, bienvenido a clases.

Por fin encontraste el camino a la escuela

Con tu hipocresía ahora vas llegando

Abriendo la boca, bribón, sinvergüenza.

Que gusto de verte, hacia mucho tiempo

Que aquella butaca que está a la derecha

Ha estado vacía y llena de polvo

Esperando ansiosa a que tu vinieras.

De la lista diaria ya te di de baja

Y ya estoy seguro que el año no apruebas

Tienes reprobadas todas las asignaturas,

Solo puros ceros valen tu boleto.

¿Acaso algún premio de la lotería te tocó

Y por eso faltas a la escuela?

Pues mira tarugo, que solo por eso,

Lo juro y me encargo, te vas para afuera.

¿Dónde están tus libros? ¿Dónde tus trabajos?

¿Dónde tus cuadernos? ¿Dónde tus tareas?

¿Dónde el uniforme? ¿Dónde el distintivo que te

Dan el derecho de estar en esta escuela?

Mira esos zapatos, mira esos cabellos,

Mira esas manos, mira esas uñas,

Mira esos pantalones rotos de las piernas,

Ni cierres, ni broches, tampoco agujetas.

Mira ese pescuezo, observa tus fachas,

Mira esas rodillas, mira esas orejas.,

Ah ¡te miras reguapo, y que bien que te quedan tus

muecas y gestos.

No se como diablos se te a ocurrido,

Venir disque a clases, llegar a la escuela,

Acaso pensabas que era día de fiesta y

Por eso vienes a la escuela, que dices

Responde no le hagas al menso; por que no has

Venido responde precioso; a caso la feria tiene

Mas valores y mas importancia de los

Ejercicios de todas las ciencias.

Mira, no te agaches, levanta la frente

No podrás fingirme que tienes tristeza,

Yo ya te conozco, eres algo grande,

Y de buena gana, te da tu felpa.

No se que demonios están escondiendo.

Yo no sé. Que coso en la mano aprietas.

¿Qué? ¿Quieres pegarme? O ¿es que te has

Robado alguna cosilla de la caja ajena?

Presenta las manos, preséntalas pronto,

Dime lo que escondes con tanta insistencia,

Hoy voy a golpearte por ser indeseable.

No vaya a ser luego, que yo me arrepienta.

Maestro, maestro. Pido mil perdones,

Debe usted escucharme con mucha paciencia,

Si usted es maestro no debe ser malo,

Y debe tenerme tantita querencia.

-Usted es bueno, todo el mundo dice

Que se carga un alma muy noble y muy buena

Y como es humana, va a considerarme

Cuando sepa a fondo mi grande tragedia.

-Cuando me apuntaron yo vine solito

A la escuela, trayendo tan solo mi anterior

Boleta; y hay esta la cosa que seguí faltando,

Por dar atención a mi madre enferma.

Hace una dillitas, me dijo mi madre,

Hoy no te me sales, ni vas a la escuela,

Ya me estoy sintiendo muy mejoradita,

Hazme una tizana con menta y canela.

-Yo, tenía mucho gusto de ver aliviada

A mi madre enferma, y pensé que todo se

Arreglaría, y que yo muy pronto volvería a la

Escuela, salía a la calle, apresure el paso,

Iba rumbo a la tienda, cori casi volaba

Compre un poco de azúcar, unas rajas grandes

De buena canela, un poco de pan, llegando a

Mi casa, iba yo silbando una tonadita.

Que aprendí en la iglesia, y al abrir la

Puerta, mi madre con ansía me llamó, y me dijo

Con mucha tristeza, mijito, mijito, yo te

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