ANALISIS EVALUACION

ACTIVIDAD 1

RESPONSABILIDADES DEL EVALUADOR

Como ya se ha visto a lo largo de estos dos módulos la importancia de realizar una evaluación no es la de asignar un número sino más bien la de proponer esa reflexión que ayude al mejoramiento del desempeño educativo. Para establecer esto no sólo se logrará a partir de un análisis de prueba como ya se vio sino que necesita que se encuentre una persona que redirija sus objetivos a partir del análisis realizado a la labor, ahora bien, es necesario conocer las características que debe poseer esa persona denominada evaluador quien ayudará a partir de sus observaciones a que el docente explote sus competencias y habilidades para que desarrolle adecuadamente dicha función.

Una de las cosas que debe poseer es:

Ética: esta es de suma importancia pues debe estar por encima de cualquier situación a lo referido al ámbito laboral, es decir, que se tome en cuenta los principios normativos y morales que rigen a nuestra educación debido a que el juicio crítico que realice dependerá en gran medida las nuevas situaciones del docente.

Responsabilidad: hacia su quehacer, interiorizar su compromiso hacia el trabajo.

Compromiso: hacia el mejoramiento de una educación propia y de calidad a partir de asumir su formación como evaluador ayudando a mejorar las actividades docentes.

Confiabilidad: no puede existir un evaluador que sus argumentos no den fe de una opinión firme según las expectativas a desarrollar.

Observador: debe cumplir con la característica no solo de ir a ver exteriormente un comportamiento o clase sino más bien a analizar todo lo que se puede ver pero a detalle, no por criticar sino por ir a reconstruir las actividades que se están realizando.

Mentalidad abierta: no puede existir un evaluador encajonado a un solo contexto o medio cuando se desarrollan demasiados dependiendo donde se sitúa, además no podemos encajonas la enseñanza de alguien y colocarla como parámetro para todos.

Confidencialidad: es algo de lo que en muchas ocasiones se rompe y esto desmoraliza la situación ética y confiable, se debe poseer discreción ante las aportaciones realizadas, es decir el vínculo solo entre el actor evaluado y el evaluador.

Tenaz: es decir, que sea capaz de resistir ante las observaciones que realice y no se dé por vencido de motivar al personaje evaluado a conseguir mejores resultados, además de exigirse su propia preparación día a día.

Ser activo y profesional: se necesita de alguien que esté en disposición de trabajar de manera profesional, es decir, con objetivos meramente educativos.

Capacidad de comunicación: se debe construir ese lazo, de lo contrario los hechos observados no tendrán razón de ser si no se pueden comunicar.

Constructor: esto básicamente se refiere a ser capaz de construir comentarios y recomendaciones a partir de lo que se ha observado de tal manera que sean de tipo constructivo y no destructivo, orientando a una mejora en las prácticas docentes.

Se requiere conocer su campo en el que se está desarrollando: de lo contrario no tendría sentido lo mencionado anteriormente si se desconoce las funciones propias de la docencia, no se puede emitir recomendaciones a partir de supuestos.

Conocer reglamentos de evaluación: sin un reglamento como tal no se pueden seguir las indicaciones pertinentes, es decir, son reglas que como cualquier otra actividad requiere para su buen funcionamiento.

Versátil: que sepa adaptarse a las circunstancias fácilmente de manera positiva y motivante.

Ser objetivo y equitativo: ser capaz de no mezclar situaciones personales para emitir juicios críticos y sanos desde la perspectiva profesional.

Estas son alguna de las características que debe poseer un evaluador además de un conocimiento amplio de los instrumentos de evaluación

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