ARISTOTELES Y SU RELACION CON LA COMUNICACION
chat101830 de Agosto de 2012
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ARISTOTELES Y SU RELACION CON LA COMUNICACIÓN
En la lectura de la Retórica, dos afirmaciones le dan un nuevo carácter: su relación con la dialéctica y la afirmación de "arte" con un objeto definido. Aristóteles la ubica en el nivel de la dialéctica: "la retórica es correlativa de la dialéctica, pues ambas tratan de cosas que en cierto modo son de conocimiento común a todos y no corresponden a ninguna ciencia determinada". En Aristóteles la dialéctica contenida en los Tópicos es un método que permite "razonar sobre todo problema que se nos proponga, a partir de cosas plausibles", en consecuencia, la retórica, también será un método de razonamiento.
El objeto de estudio de la retórica, como conocimiento, son los argumentos propios del arte, y éstos, de acuerdo a Aristóteles, son los entimemas. De esta manera, se refuerza el aspecto cognoscitivo del arte aristotélico. El entimema es el silogismo retórico, es la demostración, equivalente retórico del silogismo dialéctico cuya peculiaridad radica en ser un silogismo abreviado, es decir, no todas sus premisas se hallan explicitadas, porque no hace falta que así sea, en razón del ámbito en que se desarrolla este arte, lo verosímil, y porque el rétor construye su razonamiento dentro del bagaje cultural de la comunidad en que desenvuelve su discurso.
El arte retórico se configura, en consecuencia, en una clara perspectiva lógica, -en sentido amplio del término- y así lo define Aristóteles: "la facultad de considerar en cada caso lo que cabe para persuadir". La retórica como téchne estudia un objeto determinado, los medios de la comunicación persuasiva que permiten argumentar sobre temas opinables.
Aristóteles distingue tres clases de medios para persuadir, a saber: a) por el discurso; b) por el carácter del orador y; c) por las pasiones que mueve al auditorio. De tal manera la retórica no es, en exclusividad, un arte lógico sino que también pertenece, por sus recursos y materias que trata, a la política, a la ética, tomada a ésta última en sentido general.
El aspecto pragmático, comunicativo del arte retórico surge así con fuerza y pone en relación sus tres elementos básicos: el orador, el discurso y el auditorio. La retórica es conocimiento pero también actividad, como se destacó en la noción de arte, y es actividad en razón de los temas sobre lo que versa este arte. Estos corresponden a un aspecto de la discusión de la ética que concierne a los asuntos públicos, organizados según el género de la retórica, compuesto por la demostrativa, la virtud, el vicio, lo noble; la deliberativa, se ocupa de la legislación, de la paz, de la guerra, etc; y la forense: de la injusticia y sus causas y la ley como criterio de justicia.
Aristóteles denomina elocutio, a la parte de la retórica relativa a la construcción del discurso. De poco sirve saber qué decir si no se conoce el modo de decirlo, así se lee al comienzo del libro III de la Retórica: "no basta saber lo que hay que decir, sino que es necesario también dominar cómo hay que decir esto, lo cual tiene mucha importancia para que el discurso parezca apropiado". Y esto guarda relación con lo que se dijo del arte como un hábito productivo, "trae algo a la existencia". La retórica trae a la existencia el discurso que persuade, el discurso como pieza artística dotado de cierto estilo y gracia para captar a quien lo escucha o lee. La retórica es "arte del uso de la palabra", la "materia" de este arte es el lenguaje en su dimensión comunicativa
Después del recorrido por algunos pasajes de la retórica aristotélica, llega el momento final de encarar la tarea de averiguar acerca de los posibles contactos entre esta concepción de retórica y el arte. Concretamente el arte como retórica y, al respecto cabe afirmar que de acuerdo a los
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