Adaptación de la obra: Almacén Infantil de Rubén Sotoconil, teatro escolar

Obra de teatro

Adaptación de la obra: Almacén Infantil de Rubén Sotoconil, teatro escolar

Personajes:

La Abuelita

Niña (Sofía)

Día de lluvia, Sofía mira a través de los vidrios de la ventana. La abuelita está cerca de la estufa, luego Sofía da vueltas por la casa.

Sofía: ¡Estoy tan aburrida encerrada en esta casa!

(Monólogo) siempre sola, nunca nadie juega conmigo, todos me hacen callar y me mandan a mi pieza, me gustaría ser grande tener plata y salir donde yo quiera.

Abuelita: ¡quédate un poquito quieta me estas mareando ya! ¡Voy a llamar a tu mamá!.

Sofía: ¡llámala, llámala! ¡Te va a decir que me saques a pasear!

Abuelita: claro… como si fuera tu empleada…

(Sofía dando vueltas a su alrededor)

Sofía: (calmada) abuelita mía

Abuelita: ¿Qué mi niña?

Sofía: ¿Por qué no salimos?

Abuelita: porque está lloviendo muy fuerte, que no te das cuenta, luego te enfermas y tu mamá me reta a mí.

Sofía: pero vamos donde el tío Pancho no más, bien abrigaditas. Y le pechamos sopaipillas

Abuelita: esperemos un rato a que pase la lluvia

Sofía: (con gesto de mano de reproche) ah, que la lluvia no pasa nunca

Abuelita: ¿Por qué no vas a jugar al PC, o ver TV o hacer todas esas cosas que haces cuando tienes que hacer tareas?

(Sofía se va a ver TV)

Sofía: (de forma caprichosa) ¡Porque siempre lo hago es que estoy aburrida de esooooo! Siempre es lo mismo nada divertido para mí. Todo porque soy pequeña. ¡Esta cosa de la TV ya no me llama la atención!

Abuelita: eres muy, muy mañosa. (Dirigiéndose al público: si yo les contara no le gusta nada todo es fome, feo y desabrido, en todos lados hay personas así)

(Sofía entra con las manos en la cintura).

Sofía: aún no se me pasa el aburrimiento, no encuentro nada entretenido que ver.

Abuelita (Pensativa) Ya hagamos algo divertido

Sofía: Bailemos un ratito

Abuelita: no, no… ¡no ves que me puede dar un ataque al corazón!

Sofía: ¿Cómo qué entonces? ¿a qué podemos jugar las dos?

Abuelita: juguemos al almacén.

Sofía: (mira a la Abuelita con cara de asombro) ya po’ juguemos entonces.

Abuelita: tú serás la vendedora y yo la compradora.

Abuelita: tú serás doña Sofía, la dueña del almacén y yo la compradora.

Sofía: ¡Esa si es una muy buena idea abuelita! Eso no lo hemos hecho nunca. (Salta de felicidad)

(Abuelita: La lleva de la mano para montar el almacén, realizan arreglos para montar el almacén)

Sofía: ¡1,2,3 comenzamos el juego!

Abuelita: ¡Buenos días doña Sofía!

Sofía: Buenos días caserita, ¿Qué se le ofrece hoy?

Abuelita: Azúcar de pancitos

Sofía: ¡Cómo no señora! Se los doy rápidamente, sólo tengo Ianza… ¿Cuánto quiere?

Abuelita: (muy seria) deme… deme… unos dos metros

Sofía: (pregunta extrañada) ¿Azúcar por metro caserita?

Abuelita: y… ¿cómo se vende señora?

Sofía: se vende por kilos.

Abuelita: ¡ah! No sabía na’ yo, véndame unos dos kilos entonces y deme un kilo de vinagre

Sofía: ¡Pero señora por Dios!, ¿Cómo le voy a vender un kilo de vinagre?

El vinagre no se vende por kilo.

Abuelita: ¿Y cómo se vende ahora? (mirando con extrañeza), ahora todo lo han cambiado.

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