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Arquitectura Barcelona.

mepicaelpito6 de Junio de 2015

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Arquitectura de Barcelona

Artículo destacado

Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, de Antoni Gaudí. Declarado en 2005 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es el monumento más visitado de Barcelona.1

La arquitectura de Barcelona ha tenido una evolución paralela a la del resto de la arquitectura catalana y española, y ha seguido de forma diversa las múltiples tendencias que se han ido produciendo en el contexto de la historia del arte occidental. A lo largo de su historia, Barcelona ha acogido diversas culturas y civilizaciones, que han aportado su concepto del arte y han dejado su legado para la posteridad, desde los primeros pobladores íberos, pasando por los colonizadores romanos, los visigodos y un breve período islámico, hasta el surgimiento en la Edad Media del arte, la lengua y la cultura catalana, con una primera época de esplendor para el arte catalán, en que el románico y el gótico fueron períodos muy fructíferos para el desarrollo artístico de la región.

Durante la Edad Moderna, época en que la ciudad condal se vinculó a la Monarquía Hispánica, los principales estilos fueron el Renacimiento y el Barroco, desarrollados a partir de las propuestas provenientes de los países difusores de estos estilos, principalmente Italia y Francia. Estos estilos fueron aplicados con diversas variantes locales, y si bien algunos autores afirman que no fue un período especialmente esplendoroso en el devenir artístico de la ciudad, la calidad de las obras estuvo en consonancia con la del conjunto del estado, mientras que en cantidad fue un período bastante productivo, aunque la mayor parte de las realizaciones no haya llegado a la actualidad.2

El siglo XIX conllevó una cierta revitalización económica y cultural, que se plasmó en uno de los períodos más fructíferos en la arquitectura de la ciudad, el modernismo. Cabe remarcar que hasta el siglo XIX la ciudad estaba encorsetada por sus murallas de origen medieval, al tener la consideración de plaza militar, por lo que su crecimiento estaba limitado. La situación cambió con el derribo de las murallas y la donación a la ciudad de la Fortaleza de la Ciudadela, lo que propició la expansión de la ciudad por la llanura contigua, hecho que se plasmó en el proyecto de Ensanche elaborado por Ildefonso Cerdá, que supuso la mayor ampliación territorial de Barcelona. Otro aumento significativo de la superficie de la capital catalana fue la anexión de varios municipios limítrofes entre finales del siglo XIX y principios del XX. Todo ello supuso la adecuación de los nuevos espacios urbanos y un aumento de los encargos artísticos municipales en las vías públicas, que fueron favorecidos igualmente por diversos eventos celebrados en la ciudad, como la Exposición Universal de 1888 y la Internacional de 1929 o, más recientemente, por los Juegos Olímpicos de 1992 y el Fórum Universal de las Culturas de 2004.

El siglo XX supuso la puesta al día de los diversos estilos producidos por los arquitectos barceloneses, que conectaron con las corrientes internacionales y pusieron a la ciudad en primera línea de la vanguardia. El desarrollo arquitectónico en estos últimos años y la apuesta por el diseño y la innovación, así como la vinculación del urbanismo con los valores ecológicos y la sostenibilidad, han convertido la capital catalana en una de las ciudades europeas más punteras en el terreno arquitectónico, hecho que ha sido reconocido con numerosos premios y distinciones, como el premio del Real Instituto de Arquitectos Británicos (1999) y el premio de la Bienal de Venecia (2002).3

El patrimonio arquitectónico de la ciudad goza de una especial protección en virtud de la Ley 9/1993 del Patrimonio Cultural Catalán, que garantiza la protección, conservación, investigación y difusión del patrimonio cultural, con diversos grados de cobertura: nivel A (Bien Cultural de Interés Nacional), nivel B (Bien Cultural de Interés Local), nivel C (Bien de Interés Urbanístico) y nivel D (Bien de Interés Documental).4

Índice [ocultar]

1 Localización

2 Antigüedad

2.1 Prehistoria

2.2 Período ibérico

2.3 Período romano

3 Edad Media

3.1 Prerrománico

3.2 Románico

3.3 Gótico

4 Edad Moderna

4.1 Renacimiento

4.2 Barroco

4.2.1 Siglo XVII

4.2.2 Siglo XVIII

5 Siglo XIX

5.1 Neoclasicismo

5.2 Historicismo

5.3 Exposición Universal de 1888

5.4 Modernismo

5.4.1 Antoni Gaudí

5.4.2 Lluís Domènech i Montaner

5.4.3 Josep Puig i Cadafalch

5.4.4 Otros arquitectos modernistas

6 Siglo XX

6.1 Novecentismo

6.2 Exposición Internacional de 1929

6.3 Racionalismo

6.4 Posguerra

6.5 Grupo R

6.6 Escuela de Barcelona

6.7 Transición y democracia

6.8 Juegos Olímpicos de 1992

7 Siglo XXI

8 Véase también

9 Notas

10 Referencias

11 Bibliografía

12 Enlaces externos

Localización[editar]

Distritos de Barcelona.

Barcelona, capital de la comunidad autónoma de Cataluña, se encuentra en el Levante español, en la costa mediterránea. Está ubicada en una llanura de unos 5 km de ancho, limitada en sus costados por el mar y por la sierra de Collserola —con la cima del Tibidabo (516,2 m) como punto más alto—, así como por los deltas de los ríos Besós y Llobregat. Por encima de la línea de la costa y separando la ciudad del delta del Llobregat se encuentra la montaña de Montjuic (184,8 m).5 Asimismo, desde la sierra de Collserola se adelantan en el llano varias colinas que siguen una línea paralela a la sierra litoral: son las colinas de la Peira (133 m), la Rovira (261 m), el Carmelo (267 m), la Creueta del Coll (249 m), el Putget (181 m) y Monterols (121 m).6

El llano de Barcelona se encuentra en una falla que va desde Montgat hasta el Garraf, originada en el paleozoico. El terreno está formado por sustratos de pizarras y formaciones graníticas, así como arcillas y piedras calcáreas.7 La costa estaba ocupada antiguamente por marismas y albuferas, que desaparecieron al ir avanzando la línea de costa gracias a las sedimentaciones aportadas por los ríos y torrentes que desembocaban en la playa; se calcula que desde el siglo VI a. C. la línea de costa ha podido avanzar unos 5 km.8 La zona del llano estaba antiguamente surcada por numerosos torrentes y rieras, que se agrupaban en tres sectores fluviales: la riera de Horta en la zona cercana al río Besós (o zona de levante); la riera Blanca y el torrente Gornal en la zona del Llobregat (o zona de poniente); y, en la zona central del llano, un conjunto de rieras procedente de la vertiente meridional del Tibidabo, como las rieras de Sant Gervasi, Vallcarca, Magòria y Collserola.9

El clima es mediterráneo, de inviernos suaves gracias a la protección que la orografía del terreno ofrece al llano, que queda resguardado de los vientos del norte. La temperatura suele oscilar entre los 9,5 °C y los 24,3 °C, como media. Presenta poca pluviometría, unos 600 mm anuales, y la mayoría de precipitaciones se produce en primavera y otoño. Esta escasez provocó que antaño se tuviesen que hacer numerosas obras para abastecer de agua la ciudad, entre pozos, canales y acequias. La vegetación propia de la zona está compuesta principalmente por pinos y encinas, y sotobosque de brezo, durillo, madroño y plantas trepadoras. Antaño se practicó la agricultura tanto de secano como de regadío —principalmente viñas y cereales—, si bien hoy día la práctica totalidad de la superficie está construida.10

Barcelona, con una población de unos dos millones de habitantes, es el núcleo urbano más importante de Cataluña a nivel demográfico, político, económico y cultural. Es la sede del gobierno autonómico y del Parlamento de Cataluña, así como de la Diputación provincial y del arzobispado, y cuenta con un puerto, un aeropuerto y una importante red de ferrocarriles y carreteras.11

Antigüedad[editar]

Restos arqueológicos romanos, Museo de Historia de Barcelona.

Prehistoria[editar]

Existen escasos vestigios de época prehistórica en la ciudad. Si bien está constatada la presencia humana en el paleolítico, los primeros restos por lo que atañe a la arquitectura proceden del neolítico, época en que el ser humano se volvió sedentario y pasó de una subsistencia basada en la caza y la recolección a una economía agraria y ganadera. Estos primeros vestigios proceden de finales del neolítico (3500 a. C.-1800 a. C.), y se manifiestan principalmente por las prácticas funerarias con sepulcros de fosa, que solían ser de bastante profundidad y revestidas de losas. Un exponente de ello es la tumba descubierta en 1917 en la vertiente sudoeste de la colina de Monterols, entre las calles de Muntaner y Copérnico; de datación imprecisa, tiene 60 cm de alto y 80 de ancho, y estaba formada por losas planas de forma irregular. Por lo que respecta a habitáculos, de esta época solo se ha encontrado un fondo de cabaña en lo que es la actual estación de San Andrés Condal.12

De la edad del bronce (1800 a. C.-800 a. C.) se conservan igualmente pocos restos por lo que respecta al llano de Barcelona. Los principales proceden de un yacimiento descubierto en 1990 en la calle de San Pablo, donde se han hallado restos de hogares de fuego y sepulturas de inhumación individuales. También son seguramente de este período los restos hallados en 1931 en Can Casanoves, detrás del Hospital de San Pablo, donde

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