Atropello Comunicativo

ATROPELLO COMUNICATIVO

Es inevitable que la tecnología entre en nuestras casas y ello no es malo en sí mismo. Es bueno disponer de medios de comunicación tan efectivos como el móvil o internet. También son familiares los videojuegos y en todas las casas hay tv, incluso varias y a veces en los dormitorios y habitaciones de estudio. Esto no es malo por sí mismo, pues son instrumentos de comunicación y diversión o entretenimiento. El problema surge cuando se pasa del uso al abuso y como situación límite cuando cualquiera de esos medios produce adicción en los niños. Los chicos son muy hábiles en la utilización de esos medios pero aunque sepan mucho de tecnología aún no saben pensar y por tanto no saben las consecuencias que esas tecnologías pueden tener para ellos, en caso de un uso inadecuado. Es algo parecido al loco enamoramiento de la adolescencia que no te deja pensar en otra cosa. Se suceden las noticias que hablan de que los jóvenes abusan del teléfono móvil o de Internet, hasta el punto de que se habla en términos de “adicción”, de trastornos psicológicos asociados a ese uso excesivo, incluido el estrés, la ansiedad y la depresión.

No obstante, y a la vista de estas noticias que suceden a diario, ese proceso de “adicción” es muy incipiente, pues en la actualidad está causando problemas no sólo a nivel social y de relacionamiento, que también los provoca, sino incluso en la salud de los ciudadanos.

Por tanto, esa domesticación requiere necesariamente un proceso de conocimiento, aprendizaje y adaptación a esos nuevos medios, por parte de los más jóvenes que, si bien, por una parte, están más familiarizados con esos medios, también son quienes están más expuestos a cometer abusos en el uso de los mismos, por su falta de madurez a otros niveles, pero también por parte de los propios padres y adultos en general, que han de participar y colaborar con sus hijos, alumnos, etc. en ese proceso de adaptación. De hecho, asusta leer, como se indica en esa misma noticia, que “el 70 por ciento de los padres se confiesan absolutamente legos en el manejo de internet, de los chats, de las videoconsolas o de los juegos en red, y por tanto no tienen criterio de cómo administrarlo”. Por tanto, para poder “domesticar” los nuevos medios de comunicación y conseguir que sirvan a nuestros fines, y no vernos sometidos a ellos, es necesario que no sólo los jóvenes, sino también los adultos y, en definitiva, el conjunto de la sociedad aprendamos a conocerlos y a usarlos para así poder sacarles el mayor provecho, que puede ser incalculable, El Chat es, sin duda, unos de los reyes de internet. Se trata de un curioso sistema de comunicación que nos permite defendernos de nuestras frustraciones porque, generalmente, lo que contamos a los que tenemos al otro lado no son más que una sarta de mentiras. Sin embargo, ese mundo irreal, solo dura mientras estamos conectados, porque cuando termina se vuelve a la cruda realidad. En el caso de los más jóvenes puede resultar especialmente perjudicial para aquellos con tendencia al aislamiento social y que no tienen amigos. Debido al anonimato, solo de identifican por un Nick o apodo. Es por tanto un magnífico campo de abono para delincuentes, principalmente de carácter sexual. Por eso es muy importante que los padres nuca pierdan la comunicación y que los niños cuenten cualquier cosa rara que les pueda pasar cuanto navegan por la Red. Se han dado caso de desvergonzados que han conseguido aprovecharse de la inexperiencia de los jóvenes para introducirlos en redes de prostitución, pornografía e incluso mantener relaciones sexuales con ellos. El problema de estar enganchado es que es difícil desengancharse. Es una adicción como otra cualquiera y por tanto que provoca daños en la salud psíquica y posteriormente física de la persona, especialmente de los adolescentes. Los enganchados los podemos

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