COSNTRUYENDO EL PASADO

COSNTRUYENDO EL PASADO

Todo comienza con Juanito un niño que estudia la primaria en la Ciudad de México, sus padres son muy amorosos, de costumbres únicas.

Un día le dejan de tarea a Juanito investigar sobre sus abuelos, como era su vida y demás, así que le dice a sus papás, y su padre toma la iniciativa de llevarlo al pueblo de donde es originario, en Yucatán, todos muy emocionados se disponen a preparar sus maletas para esta nueva aventura.

Después de varias horas de manejar llegan a un Yucatán a la casa de sus abuelos, como era de esperarse Juanito estaba muy sorprendido por la manera en como eran las casas y todo lo que estaba a su alrededor, todo de un verde resplandeciente, después de todo estaba en un parte de la selva.

Juanito corrió a los abrazos de sus abuelitos pues ya tenían mucho tiempo sin verse, con forme fueron pasando los días Juanito estaba muy asombrado de todo lo que su abuelo le enseñaba, desde darle de comer a las gallinas y puercos, hasta recoger algunos cultivos de su huerto propio.

Una mañana Juanito se levanta muy temprano a buscar a su abuelito y a su papa, pero ellos se habían ido muy temprano al campo porque iban a comenzar la construcción de una vivienda, así que espero a que llegaran, mientras de abalanzaba en la hamaca que se encontraba en la estancia, su madre y su abuela hacían tortillas.

Al llegar Juanito pregunto -¿Qué es eso, abuelo?- a lo que él respondió, -Es un Noh-ocom.

Juanito no sabia de que estaba hablando así que saco su libreta y comenzó a anotar todo lo que le decía su abuelo.

El abuelo de Juanito de sentó en una piedra junto al pozo de agua y le comenzó a explicar para que servían los Noh-ocom y como es que se utilizan en la elaboración de una casa ahí en su comunidad, comenzando por los horcones que representan las 52 costillas del ciclo de la vida maya, después de todo el proceso para construir la vivienda lleva un poco de todo, exclamo el abuelo.

El padre le dijo – “Juanito esto es un poco de la cultura a la que hemos pertenecido desde hace mucho tiempo, aquí en la Pujulá aldea maya viva se conserva el modelo de casa que ocupaban hace miles de años, perfectamente dispuesta a partir del movimiento del cielo, permitiendo a la vivienda llenarse de energía, compuesta por las maderas más resistentes ya establecidas destacando nuevamente los conocimientos de botánica y la astronomía, que marcaba los tiempos en los que la madera sería la indicada para usar en la construcción de la casa”

Sin pensarlo todos se fueron a dormir, ya que a la mañana siguiente tendrían que emprender de nuevo un largo viaje para regresar a su casa.

Juan un niño curioso que sin duda quedo encantado con todos los conocimientos que sus abuelos le pudieron dar

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