Cantar Del Mio Cid

El Cantar de Mio Cid

En la primitiva épica castellana del siglo XII, empezó a surgir los elementos épicos o heroicos en la poesía. El Cantar de Mio Cid es una de las obras épicas castellanas anónimas más importantes de la literatura española. La única copia que se conserva es de Per Abbat, del siglo XIII o XIV. En la obra se pueden apreciar ciertos elementos y contrastes de temas que giran alrededor de un núcleo principal. Dicho núcleo es la honra del héroe.

El episodio 1 muestra el lado negativo del poema épico, por las siguientes razones. En primer lugar, el Cid fue víctima de un destierro del parte del rey Don Alfonso. “Les dijo como el rey le mandaba a salir de todas sus tierras y no le daba de plazo mas de nueve días…”. En segundo lugar, se puede presenciar el elemento de la deshonra, por la siguiente razón de que el rey tenía ira y le creyó los comentarios de los que hablaban contra él. Como consecuencia de esto ocurrió la deshonra. En adición, ha sido desheredado de todas sus pertenencias y sometido al aislamiento de su familia. “El Cid sale de Vivar, a Burgos va encaminado, allí deja sus palacios yermos y desheredados”.

El episodio 87, podemos apreciar el lado positivo del poema épico como resultado de aquellas batallas fuertes que se enfrentó, para obtener lo que antes había perdido en el episodio 1. En primer lugar, se reúne con su familia. “Con Mio Cid al alcanzar su esposa y sus hijas van”. En segundo lugar, El Cid volvió a conseguir la victoria, así rescatando lo perdido, el cual incluye la herencia y principalmente su honra. “Alzan entonces las manos que a Dios querían rezar, por lo bueno y por lo grande de aquella hermosa heredad”.

El eje central del libro es la honra, hombría, lealtad y valentía integradle Ruy Díaz de Vivar, el Mio Cid. No se trata de la vida interior de un héroe, ni mucho menos de las obras externas y reconocidas, si no le reparación y defensa de su honor y orgullo personal. El poema recoge también costumbres de la sociedad de aquella época, como el amor a la familia, fidelidad inquebrantable y la sobriedad de expresión; se muestra a un siempre fiel vasallo que no tiene señor, ese siempre hidalgo despreciado por la lata nobleza y abandono de su rey, que consigue triunfos guerreros y ve al final a sus hijas coronarse reinas.

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