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Castellano

lolita12345678911 de Junio de 2013

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Polémica en torno a español o castellano

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Mapa del uso de la palabras "castellano" y "español".

La polémica en torno a los términos español y castellano se basa en la disputa para decidir si resulta más apropiado («correcto») denominar a una de las lenguas hablada en España, en Hispanoamérica, en Guinea Ecuatorial y en otras zonas hispanohablantes «español» o «castellano», o bien si ambas son formas perfectamente sinónimas y aceptables.

Índice

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* 1 Introducción

* 2 Antecedentes

o 2.1 España

o 2.2 Castilla

o 2.3 Otros análisis

* 3 Algunas razones de la controversia

* 4 Preferencias de uso

o 4.1 Las academias de la lengua

o 4.2 La Constitución española

o 4.3 Las Constituciones hispanoamericanas

o 4.4 Las Constituciones africanas

* 5 Referencias y notas

Introducción [editar]

Como muchas de las controversias relacionadas con la denominación de una lengua identificable con un determinado territorio (español con España, y castellano con Castilla), o que lleva aparejada una ideología o un pasado histórico que provoca rechazo, o que implica una lucha en favor de una denominación única para facilitar su identificación internacional y la localización de las producciones en dicha lengua (por ejemplo, en redes informáticas), algunas corrientes de opinión consideran la controversia como extralingüística.

Antecedentes [editar]

España [editar]

Provincia administrativa de la Hispania romana tras la reforma diocenaria.

Hispania era el nombre dado por los fenicios a la península Ibérica, posteriormente utilizado por los romanos, y parte de la nomenclatura oficial de las tres provincias romanas que crearon ahí: Hispania Ulterior Baetica, Hispania Citerior Tarraconensis e Hispania Ulterior Lusitania. Posteriormente se crearon las provincias Carthaginense y Gallaecia.

El nombre de España deriva de Hispania, nombre con el que los romanos designaban al conjunto de la península Ibérica, término alternativo al nombre Iberia preferido por los autores griegos para referirse al mismo espacio. Sin embargo, el hecho de que el término Hispania no es de raíz latina ha llevado a la formulación de varias teorías sobre su origen, algunas de ellas controvertidas.

Después del Imperio Romano, según cuenta San Isidoro, con la dominación de los visigodos se vuelve a acariciar la idea de la unidad peninsular y se habla por primera vez de la madre España, que igualmente incluye la actual Portugal. La posterior invasión musulmana siguió utilizando el mismo término como raíz (Isbāniyā), y al comienzo del proceso reconquistador los cristianos a menudo denominaban España a los territorios todavía no conquistados como las tierras de España (inicios del siglo XII), aunque al acabar el siglo pasaron a denominar como los cinco reinos de España a León, Castilla, Navarra, Portugal y Aragón.

A lo largo de la Historia, diversos Estados y multitud de pueblos asentaron en la Península Ibérica sus instituciones políticas. Dado que algunos desaparecieron y otros evolucionaron, no existe consenso historiográfico a la hora de precisar en qué momento temporal se puede situar el origen o fundación de España como país (nación o Estado),[1] hasta el punto de que incluso se baraja la posibilidad de que tal momento no se pueda precisar, por entender que España es el fruto de un proceso evolutivo.

Existen cinco propuestas principales para situar el momento a partir del cual se puede hablar de España como país: la época del Reino visigodo de Toledo; la unión de las coronas de Castilla y de Aragón a partir de los Reyes Católicos; la existencia de un primer monarca común, Carlos I; la pérdida de la mayoría de territorios europeos extrapeninsulares con motivo de la Guerra de Sucesión unida al cambio organizativo y político que el centralismo de Felipe V supuso; y la Guerra de Independencia y consiguiente promulgación de la Constitución de Cádiz.

En 1572, el escritor Luís de Camões después de más de 25 años de trabajo termina su obra Os Lusíadas (Los de Lusitania), canto épico sobre la hazaña de Vasco de Gama. Algunos consideran que en esa época los portugueses se consideraban españoles pese a ser un reino independiente,[2] y ven en esta cita una señal de que empiezan a percibir como un peligro para su lusidad los intereses castellanos con y para la península. Sin embargo, la cita menciona a todos los reinos de la península salvo al lusitano.

Ya desde temprano se comienza a hablar de España en el exterior. La palabra «español», el gentilicio, es un término provenzal que se comienza a usar en el s. XI. Antes de que aparezca el concepto de español entre los reinos peninsulares cristianos, en Europa ya se habla de España en términos adulatorios o despectivos cuando sus reinos comienzan a extenderse. Guicciardini y Castiglioni en el s. XVI se refieren a una nación española.

Castilla [editar]

Castilla es el nombre de una región histórica española de límites difusos, resultado de la evolución del primitivo y reducido Condado de Castilla (siglos IX a XI), pasando por el Reino de Castilla (siglos XI a XIII), la extensa Corona de Castilla (siglos XIII a XIX), las regiones de Castilla la Vieja y Castilla la Nueva (siglos XIX a XX), y diversas autonomías que así se autodefinen en sus estatutos (a partir de finales del siglo XX).

El origen del Condado de Castilla es un pequeño territorio situado al norte de la provincia de Burgos, conocido como el Área Paterniani.

Siendo geográfica, cultural y políticamente diversas las interpretaciones sobre la realidad castellana desde antiguo (de manera acentuada a partir del último cuarto del siglo XX), casi todas las versiones coincidien en situar Castilla —de modo bastante exacto— sobre el área de la Meseta Central ibérica, con añadidos o sustracciones territoriales, según quien argumente.

Castilla es conocida por ser la cuna del idioma español o castellano.

Castilla (nombrada en los primeros documentos en castellano antiguo como Castella o Castiella) significa, según su etimología, «tierra de castillos». Los historiadores árabes la denominaban Qashtāla[3] قشتالة y su nombre aparece justificado como tierra sembrada de castillos. El término vendría del latín castellum, diminutivo éste a su vez del término castrum, castro, fortificación de la Iberia prerromana.

Se considera que el nombre de Castilla nació testimonialmente el 15 de septiembre del 800 en el hoy desaparecido monasterio de Emeterio de Taranco de Mena (Burgos) situado en esta localidad.

La Corona de Castilla a lo largo de la historia

La Castilla a la que se alude en posteriores fuentes del siglo IX se refiere al territorio que se extiende desde la vertiente sur de la Cordillera Cantábrica hasta las localidades de Mena, Losa, Sotoscueva, Brañosera, Aguilar de Campoo, Tedeja, Puentelarrá y Valpuesta. Posteriormente, bajo la misma denominación se incluirá a toda la Bardulia altomedieval.

El territorio donde nació la primigenia Castilla (norte de la provincia de Burgos y parte de las adyacentes de Palencia, Álava y Cantabria) era denominada Bardulia. A partir del siglo IX será cuando se empieza a extender el uso del término «Castilla».

En la actualidad son dos las comunidades autónomas españolas nominalmente castellanas, ya que mantienen el topónimo en su propia denominación oficial: Castilla y León y Castilla-La Mancha. Una tercera, la Comunidad de Madrid es considerada castellana también, enclaustramiento geográfico aparte, por los propios planteamientos de su Estatuto de Autonomía, habiéndose originado su proceso autonómico más en expresión del interés estatal que por desafección popular a la castellanidad del territorio.

Tras un milenio de existencia, con muy diferentes fronteras, extensiones y consideraciones geográficas, Castilla fue considerada durante 150 años (desde la división territorial por provincias del estado a cargo del andaluz Javier de Burgos de 1833, hasta el actual ordenamiento autonómico de España, 1979-1983), como compuesta por las antiguas regiones del «Reino de Castilla» y del «Reino de Toledo».

El idioma propio del territorio castellano es el castellano, lengua romance del grupo ibérico, idioma que tuvo aquí su lugar de nacimiento.

El dialecto castellano primigenio se originó en el condado medieval de Castilla (sur de Cantabria y norte de Burgos), con influencias vascas y germano-visigóticas. Los textos más antiguos que se conocen en castellano son las Glosas Emilianenses, escritas por monjes vascones tal y como lo demuestran las anotaciones en euskera en los márgenes, que se conservan en el Monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla (La Rioja), localidad considerada centro medieval de cultura, aunque para muchos expertos estos textos no están escritos en castellano sino en dialecto riojano precastellano, ya que cuando se redactaron esta región estaba en poder del Reino de Navarra y no del de Castilla, dicha lengua era hablada en la zona junto con el euskera.

Se extendió al sur de la península gracias a la Reconquista y a los demás reinos peninsulares mediante las sucesivas unificaciones dinásticas

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