Critica: Simone De Eduardo Lalo

Comentario Crítico: Simone

Simone es una novela escrita por el puertorriqueño Eduardo Lalo, fue publicada en Buenos Aires, Argentina por la Editorial Corregidor en 2011 y en junio de 2013 ganó el premio internacional de la novela Rómulo Gallegos. Es una novela moderna que según su autor explora los límites tradicionales del subgénero narrativo de la novela.

La novela tiene dos partes. La primera mitad, no está escrita de forma lineal y no es homogénea, es más bien, una aglutinación de fragmentos que raramente se conectan entre sí. Es una novela contemporánea, por consecuencia, al escritor le interesa más como se narra la historia que el contenido de esta, al menos en esta parte de la obra. En la segunda parte comienza una acción lineal y homogénea que es narrada en primera persona por el protagonista.

El narrador de Simone no es un narrador omnisciente y mucho menos subjetivo, es un narrador que le permite al lector discriminar e interpretar de la manera que desee, ya sea de acuerdo a sus creencias o sus costumbres. El protagonista(narrador) es alguien poco entusiasta que lleva una vida inestable, monótona y antisocial, aunque no alejada de las calles. Sus condiciones de vida no se diferencian mucho de las de la Li, el personaje secundario. Li lleva una vida un tanto alejada de la sociedad, aunque asiste a la universidad, debido a su cultura y su pasado, está obligada a pasar su vida trabajando en un restaurante chino.

Las descripciones de los lugares son bien importantes en la novela, pues llevan al lector a las calles de Rio Piedras, las calles en las que pasaba horas el protagonista caminado. En Simone el lugar donde se vive influye mucho en el hombre y quien es como persona. El tiempo psicológico es mayor que el tiempo del discurso. La historia se desarrolla en un lapso de tiempo relativamente corto.

En la novela el narrador que a su vez es el protagonista es un escritor y profesor de la Universidad de Puerto Rico, por lo que se asume un discurso culto, esto se considera un instrumento favorable, adaptado para toda la sociedad.

En Simone se hace alusión a varios artistas, entre ellos De Kooning, Duchamp y Rauschenberg, no es pura casualidad que estos nombres aparezcan en la obra. Los mencionados anteriormente fueron líderes del expresionismo abstracto, artistas que exploraron los límites y cada definición del arte, al igual que Simone, obra que rompe las fronteras del género. Aunque el estilo del expresionismo abstracto prefería los grandes formatos, se consideraba abstracto porque buscaba eliminar la figuración, tal y como lo hacía Li Chao con sus dibujos.

Considero que es una novela “Post Boom”. En gran parte del texto su estructura no es una líneal, imita la realidad de un mundo inquietante, inconcluso y fragmentario. Frecuentemente deja que se reproduzcan los pensamientos del personajes tal y como surgen. El narrador es uno objetivo y no omnisciente, por lo que se exige un lector activo que vaya descifrando la obra.

Al principio Simones es un poco pesada, pero aun así es imposible parar de leerla, quería saber que había al otro lado quién le escribía y por qué se escondía. A partir de la mitad la disfruté aun más, tanto así que la leí en unas horas. Aunque corta y rara, la historia del protagonista y Li Chao, me pareció una linda historia, una historia real donde no reina el amor y viven juntos por siempre, pues como dijo el escritor de la obra, Eduardo Lalo, la historia del ser humano no es una de éxito y mucho menos si se trata del amor. Definitivamente lo más que me llamó la atención de la novela fue su estructura fragmentaria e inconexa del principio y la manera en que comienzan a comunicarse este par de extraños. De verdad la disfruté mucho. Ya la he recomendado a tres personas, ya la han leído y han quedado encantados al igual que yo.

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