Cuento La tarántula que conoció el amor
Daniela VargasEnsayo15 de Octubre de 2019
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Instituto de Mercadotecnia y Publicidad
Licenciatura en Diseño Publicitario
Vargas Uribe Laura Daniela
Grupo: 47LDPM
La tarántula que conoció el amor.
La luz del Sol apenas se logra ver, las aves ya cantan en sonata su melodía favorita; los árboles abrazan, entre sí, sus raíces; los monos comparten una exquisita banana; pero la tarántula pensaba…
- ¿Por qué nadie quiere ser mi amigo?
Tara es una tarántula de características físicas extrañas, su cuerpo está completamente cubierto de pelos, consta de cuatro ojos y cuatro patas, sus colmillos se asoman en cada palabra, no tiene familia y puede que asuste un poco, pero por dentro lleva un corazón como ningún otro.
Un día, mientras buscaba algo de comer, se encontró unas hormigas que llevaban sobre sí una hoja seca mucho más grande que ellas mismas, Sin titubear se acercó a ayudarlas, sin embargo, las hormigas se asustaron mucho que pegaron un grito.
- ¡Por favor no nos coma, señora araña!
- ¿Quién les ha dicho que como insectos? ¡Iugh¡ ¡Yo soy vegetariana! Las he visto con esa gran hoja y quiero ayudarlas.
Las hormigas dudaron un poco pero al final, aceptaron.
- ¡Muchas gracias señora…
- Mi nombre es Tara.
Así pues, Tara ayudó a las hormigas, quienes muy agradecidas, compartieron de su hoja y le adornaron la cabeza con una tiara de hermosas flores para cuando quiera ayudar a alguien más, este no salga corriendo.
Hacía mucho tiempo que Sara no se sentía tan contenta, lo que la ayudó a elevar su autoestima y salir más.
A la mañana siguiente pensó que era una buena idea conocer el manantial, un lugar mágico donde todos los animales se podían reunir sin temer, pero en el camino unos saltamontes le lanzaron piedras hasta lastimarla.
Sara quedó tirada en el suelo sin poder moverse, muchos animales pasaban pero nadie le ayudaba, todos le tenían miedo.
Pasaban las horas y ella seguía ahí, cuando de pronto algo bueno por fin sucedió
- ¡Cielos, esa criatura necesita ayuda!
Era una de las hormigas que antes Tara había ayudado.
- Traeré ayuda, ¡Resiste!
La pequeña hormiga iba tan rápido que no se percató que justo frente a ella había una telaraña, donde quedó atrapada, era el fin, sabía que no podría salir de ahí.
Cuando de pronto, vió a lo lejos una gran tarántula acercándose a ella
Antúlo era la tarántula más amable que jamás hubiese existido, por eso vivía sola, todos se burlaban y aprovechaban de él.
La hormiguita desesperada gritaba hasta que Antúlo la ayudo a salir de ahí
- Necesito llegar rápido, ¡Ella me necesita!
- ¿Quién?
- ¡Tara¡
Sin dudarlo, la subió a su lomo y partieron a ayudar.
Al llegar Tara estaba muy débil y apenas se movía, debían llevarla pronto por un poco de agua.
Teo la ayudó a ponerse de pié y juntos caminaron hasta el manantial, al llegar ambos estaban agotados, sin energía, se vieron a los ojos, dándose cuenta de que estaban destinados a encontrarse y estar juntos. Cayeron al agua creando un remolino. Los animales miraban asombrados cuando artísticamente del agua salió un único ser, de ocho ojos, ocho patas compartiendo el mismo cuerpo peludo.
La tarántula nace del amor, la magia o quizá…
el destino.
FIN.
...